Capítulo 20

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-Thomas...- murmuro, antes de caerme al suelo él me sujeta.

-Blue- dice él sentándome en el suelo, me apoya contra una estantería de metal.

-Dios, aguanta, aguanta un poco- dice Teresa, busca entre los cajones y saca un trapo, me levanta la camiseta y me lo pone en la herida- Haz presión sobre la herida- la hago caso.

Mi hermana busca otra cosa con la que quitarme algo de sangre de la cabeza, es una herida más pequeña y gracias a eso ha dejado de sangran desde hace un rato.

-Tenéis que iros, tenéis que iros- susurro dolorida.

-No- se niega Teresa.

-No, no te dejaremos aquí- se niega Thomas. La puerta abriéndose nos indica que Janson ha llegado.

-Lo reconozco Teresa, me tenías engañado, creía que éramos amigos- Teresa va a gatas escondiéndose tras las mesas y estanterías mientras Janson habla- Quizá forma parte de tu naturaleza traicionar a la gente más cercana a ti- nos movemos de sitio ya que se aceca a nosotros, Thomas me tapa la boca ya que no puedo evitar hacer ruidos cuando respiro por el dolor. Teresa nos deja en un sitio y se va a otro gateando para alejar a Janson de nosotros- Vamos, no prolonguemos esto, ambos sabemos que no hay salida, no lo hagamos más doloroso de lo necesario. Thomas, Blue, Teresa...

Cuando mi hermana se intenta acercar a nosotros de nuevo, Janson se pone delante de ella.

-¡Ah!- se asusta- No, no- restrocede hacia atrás tirada en el suelo mientras Janson la apunta.

-Creo que tienes algo mío- dice Janson, Teresa se levanta y enseña el suero- Eso no

-Vale, tengo un plan- susurra Thomas, se acerca a mi oído y me habla.

-¿Dónde están?- pregunta Janson.

-Coge esto, a ellos déjales en paz

-¿Qué pasa entre vosotros? ¿Crees que son tan especiales? Son unas ratas de laboratorio, nunca tuvieron que luchar por ellos, no se lo merecen

"Ni que tú te lo merecieras, pingajo insufrible." Pienso.

-Tal vez, pero es suyo- responde Teresa.

-Vale, para, es a mí a quien quieres, no a ella- Thomas se levanta de su sitio y levanta las manos.

-Thomas- dice Teresa, pero ella no sabe nuestro plan.

-Muy bien Thomas, parece que empezamos a entendernos- dice Janson con una sonrisa.

-¡Ahora!- grita el castaño, me levanto y con todas mis fuerzas tiro una silla que encuentro por ahí tirada hacia las paredes de cristal que nos separan de un par de Raros, solo lo agrieta, pero al menos hemos logrado que Janson deje de apuntar a Teresa..

-Por Wyatt- digo sin fuerzas antes de volver a tirarme al suelo, desestabilizada.

Thomas se agacha y me ayuda a levantarme de nuevo, me apoyo en la mesa que tenemos al lado y Janson se levanta otra vez.

-Has fallado, pedazo de mierda- me insulta, le miro y me río.

-¿Seguro?- pregunto débilmente, la rata se da la vuelta y cuando se quiere dar cuenta, tiene encima a los dos Raros, quienes han terminado por romper el cristal entero.

-Vamos, vamos- dice Teresa corriendo hacia nosotros, entre los dos me ayudan a caminar y salimos de allí. Caminamos por los pasillos menos peligrosos y que menos riesgo tienen de caernos encima. Pasamos una puerta la cual nos lleva a unas escaleras interiores como las que hemos recorrido antes al ir a por Minho, queremos ir hacia abajo pero una explosión y el fuego que viene después no nos lo permite.

-Arriba, arriba- dice Thomas, subimos las escaleras y logramos llegar hasta la azotea. Nos paramos en seco al ver que está igual o peor que el resto de plantas del edificio, llena de fuego.

-Vale, busquemos otra salida- dice Teresa, al darnos la vuelta para volver por donde hemos venido, estalla una explosión y deja la puerta ardiendo en llamas. Me quejo del dolor y mis piernas fallan, Teresa y Thomas se dan cuenta cuando ejerzo más fuerza de la necesaria sobre ellos, no puedo conseguir quedarme de pie más tiempo.

El pecho me sube y me baja, me quejo en voz alta del dolor del estómago y de la cabeza, las lágrimas han dejado de salir pero sigo teniendo ganas de llorar.

-Dejémosla en el suelo, con cuidado- dice Thomas, ambos me dejan ahí y yo toso con dolor, ahora la boca me sabe el doble a sangre, y es asqueroso.

-Te vas a poner bien- me asegura Teresa, yo niego con la cabeza con una mueca de dolor y tristeza. Ambos lloran y yo no puedo evitar volver a hacerlo- Lo siento, lo he intentado- se disculpa conmigo.

-Lo sé- murmuro- Te perdono, te perdono todo lo que haga falta Teresa. Gracias por lo que has intentado hacer, y da igual que no hayas conseguido lo que querías, al menos lo has intentado

-Te quiero, Blue- me dice.

-Yo también te quiero- la aseguro, no podía dejar que el peso de no haber hecho las paces con ella me carcomiese por dentro toda la vida. Somos hermanas, lo quiera o no, y no puedo evitar quererla.

Lloro con un dolor inexplicable, en menos de dos horas han pasado demasiadas cosas a la vez, y eso ya sobrepasa mis límites.

Somos adolescentes, somos unos niños aún. ¿Qué hacemos aquí así? Deberíamos estar disfrutando de nuestra vida, no intentando sobrevivir a ella.

Quiero volver a casa, a mi hogar. Y si mi hogar son mis amigos, entonces quiero volver con ellos y quedarme así toda mi vida, sin preocupaciones y sin miedos. Quiero volver con mi familia, con ellos.

El sonido de unas aspas acapara mis oídos, entonces parece como si mi alma volviera a entrar en mi cuerpo, una punzada en el corazón me hace sentirme un poquito mejor, pero no todo lo mejor que yo quisiera, teniendo en cuenta que ahora mismo estoy medio muerta.

Y no exagero, pero prefiero ver la realidad antes que creerme que voy a salir viva de aquí.

Maze Runner. La Cura Mortal (Newt & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora