—Entonces... Cuando estaban en pleno toqueteo ¿Heeseung casi te mete un dedo?
—¡Ese quería que fuera el pasivo! —Jay le miró abriendo los ojos de más y alzando ambos brazos hacia su cuerpo—¡Este cuerpo no es pasivo!
Sunghoon aplanó los labios parpadeando un par de veces antes de empujar sus hombros y hacerle girar un poco sobre el sofá, mirando su trasero sin ningún tipo de pudor.
Jay frunció el ceño estando a punto de hablar, si no fuera porque Sunghoon tomó presa una de sus nalgas entre sus grandes manos sacándole un quejido vergonzoso.
—¡No toques!—le dio un manotazo escuchándole carcajear con fuerza.
—Lo siento Jay—agitó la mano intentando detener las risas, pero el rostro enrojecido del pelinegro sólo logró aumentar —¡Es que no pude evitarlo! Tienes un culo deseable, hasta yo quiero follarte.
—¡Tienes novio!
—¡Tendré novio, pero no estoy ciego! Hasta me atrevo a decir que tienes mejor culo que cualquier chico con la que he estado—le dio un par de palmaditas que lograron hacerle soltar un pequeño respingo y que él volviera a reír.
Jay rodó los ojos soltando un bufido dándole un manotazo para que dejara de tocarlo, acomodándose en el sofá del pequeño departamento que compartía con el protagonista de su conversación: Lee Heeseung.
Desde que Sunghoon había ido a visitarlos habían estado hablando sobre lo sucedido la noche anterior, siendo Sunghoon el que escuchase atento cada queja del pelinegro.
En todo el rato que habían estado hablando Heeseung no se había aparecido por ningún lado, no hasta ese momento donde abrió la puerta de su habitación para salir con ojos cerrados.
Ambos se giraron asomándose por el sofá para mirarle quedarse quieto en la puerta unos segundos antes de despeinar sus cabellos rubios, abrir los ojos y soltar un largo bostezo.
Rascó su brazo empezando a caminar somnoliento bajo las miradas atentas del par escondido tras el sofá.
No llevaba más que una enorme camiseta holgada que dejaba al descubierto sus níveas piernas y parte de sus bóxer negros.
-Par de raritos -saludó con voz monótona pasando de ellos para entrar a la cocina, saliendo después con el cartón de leche entre sus manos caminando de nuevo para encerrarse en su habitación.
Sunghoon le miró desaparecer para después volverse hacia el pelinegro, quien mordía su labio inferior mirando la puerta fijamente como si pudiera ver a través de ella.
-Park Jongseong, bastardo asqueroso -el aludido parpadeó un par de veces antes de mirarle- ¿le estabas viendo las piernas?
-Tiene bonitas piernas -encogió los hombros-. ¿Ya te había dicho que quiero marcarlas con chupetones y venirme en ellas?
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𝗬𝗼𝘂'𝗹𝗹 𝗕𝗲 𝗠𝗶𝗻𝗲
Fanfiction𝙃𝙚𝙚𝙅𝙖𝙮/ Mudarse juntos parecía ser una gran idea, eso hasta que de pronto las cosas se tornaron... comprometedoras. Jay no quería ser el pasivo. Heeseung se rehusaba a dejarle ser activo. Ambos querían ser activos. Así que crearon un pequeño...