Jay dejó escapar un gemido doloroso cuando su pecho fue bruscamente pegado a la pared, sintiendo las grandes manos de su menor recorrer su espalda para atrapar sus formados glúteos entre sus dedos y apresarlos un poco, sacándole un bajo jadeo cuando metió un par dedos bajo la tela de la braga blanca tanteando territorio.
Mordiendo su labio inferior ante la expectativa, conteniendo el aliento cuando uno de los largos dedos de Heeseung intentó entrar.
-Tan apretado -escuchó el murmuro ronco en su oído-no entiendo como le haces si follamos casi todo el tiempo.
Jay rió bajito, meneando su trasero logrando que la punta del dedo entrara un poco más.
Sintiendo los labios ajenos besar su hombro por sobre la tela de la enorme camiseta holgada que le pertenecía a Heeseung.
Apenas había tenido tiempo de hacer nada cuando fue a abrir la puerta sabiendo que su menor había olvidado la llave, encontrándolo con un par de bolsas de compras.
Compras que se fueron a la mierda en cuanto los ojos de Heeseung le encontraron llevando una camiseta suya que apenas cubría sus glúteos y con aquellas bragas blancas demasiado reveladoras.
Devorando sus labios mientras atrapaba sus glúteos entre sus grandes manos y lo llevaba entre tropezones por el salón principal, estrellándolo contra la pared.
-Joder, no tenemos lubricante -se giró un poco para mirar a su menor con el ceño fruncido-No me mires así, olvidé comprar.
-¿Hay algo en las bolsas que nos ayude?
Heeseung lo pensó unos segundos antes de sonreír como un niño travieso, confundiéndole.
Entonces se alejó para acercarse a las bolsas tiradas por el suelo, recogiéndolas y llevándolas a paso rápido a la cocina escuchando los pasos de Jay siguiéndole.
Le miró buscar entre las bolsas hasta sacar una botella café. Jarabe de chocolate. Abrió los ojos desmesuradamente desviando los ojos del jarabe para enfocarse en el rostro de su menor, Quien le miraba con ojos oscuros y una sonrisa lasciva dibujada en sus delgados labios.
-No es lubricante... Pero supongo nos servirá -alzó y bajó ambas cejas sugerente haciéndole enrojecer por completo-Ahora tengo antojo de un Jaynnie con jarabe de chocolate encima~
El aludido intentó huir, pero Heeseung se apresuró a dejar el jarabe sobre la mesa para sujetar su brazo y atraerlo hacia él, atrapando sus labios entre los suyos mientras le alzaba sosteniéndole de los glúteos obligándole a rodear su torso con sus piernas.
Le dejó sobre la mesa del comedor y comenzó a desabrochar el enorme camisón sin dejar de devorar sus labios, tanteando la mesa para tomar la botella del jarabe.
Jay dejó escapar un pequeño jadeo de sus labios cuando sintió el frío tacto del jarabe tocar su pecho descubierto para luego tener la lengua de su menor lamiéndole intentando quitarla por completo; rodeando sus tetillas marrones antes de chuparla entre sus labios y mordisquear ligeramente, untando más jarabe para repartirlo.
-S-Seunggie... -pronunció apenas entre gemidos cuando los besos fueron bajando, dando un respingo cuando el jarabe tocó su vientre bajo-. J-joder... Se siente... Bien...
Heeseung sonrió sobre su pelvis antes de bajar las bragas blancas dejándolas en sus tobillos, tomando el miembro despierto entre sus dedos comenzando a acariciarle lentamente levantándose para volver a atacar sus labios.
Jay enterró sus pequeños dedos en los cabellos claros de su menor, dejándose llevar por el placer que comenzó a recorrer su cuerpo ante la sensación pegajosa del jarabe y los dedos de su menor.
Mordió su labio cuando sintió los dedos de la mano libre tantear nuevamente su entrada, adentrándose lentamente antes de quedarse quietos unos segundos comenzado a abrirse y cerrarse en su interior.
Se quejó cuando los sacó de pronto, dejándose bajar de la mesa por su menor cruzando los brazos sobre la madera y dejando su formado trasero frente a él, meneándolo para incitarlo.
Sintió el tacto frío del jarabe tocando sus nalgas y soltó un gemido ahogado cuando sintió alto húmedo tantearle, Pues su menor había tomado sus nalgas entre sus grandes manos levantándolas un poco antes de acercar su rostro entre ellas, lamiendo su entrada cubierta por el jarabe; moviendo aquel húmedo músculo por su interior, Sacándole gemidos jadeantes.
-H-Heeseung-llamó en un murmuro ahogado-. Metela ya, joder~
El aludido sonrió alejándose de su entrada, bajando sus jeans rápidamente para dirigir su erección entre sus nalgas; tentándolo juguetonamente antes de comenzar a adentrarse lentamente escuchándole contener el aliento.
Jay frunció las cejas cerrando los ojos con fuerza y dibujando una perfecta circunferencia con sus labios, sonriendo satisfecho al sentirse tan lleno.
-Ah~ Seunggie es tan grande -murmuró con voz cargada de lujuria, mirándole sobre su hombro meneando sus caderas sin salir ni un poco; logrando sentir las venas comenzando a palpitar en su interior- Y tan, tan... Delicioso~
Heeseung deslizó sus manos por sus muslos para atrapar su miembro entre sus dedos, comenzando a salir lentamente para volver a entrar del mismo modo sacándole un gemido semi agudo.
-¿De quién eres, bebé?
-Tuyo~ soy tuyo~-Gimió en voz alta cuando comenzó a embestirlo con más rapidez, obligándole a sostenerse de la mesa para no caer, pues sus piernas habían comenzando a temblar ligeramente.
-Te dije que serías mío~-A Jay no le daba vergüenza admitirlo:
-Sí, soy tuyo, todo tuyo~ -porque en serio le encantaba cuando su menor le embestía con tanta fuerza y rudeza, sin piedad alguna que le hacía delirar-. Ngh~ más rápido Seonggie~
Definitivamente haber tomado la decisión de ser versátiles había sido la mejor idea.
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𝗬𝗼𝘂'𝗹𝗹 𝗕𝗲 𝗠𝗶𝗻𝗲
Fanfiction𝙃𝙚𝙚𝙅𝙖𝙮/ Mudarse juntos parecía ser una gran idea, eso hasta que de pronto las cosas se tornaron... comprometedoras. Jay no quería ser el pasivo. Heeseung se rehusaba a dejarle ser activo. Ambos querían ser activos. Así que crearon un pequeño...