𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍 𝐑𝐄𝐓𝐑𝐈𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐁𝐎𝐘. ━ Jake. ✓

── 𝘗𝘢𝘳𝘵 𝘰𝘯𝘦: 𝘈𝘭𝘸𝘢𝘺𝘴 𝘱𝘭𝘢𝘺𝘦𝘥 𝘵𝘩𝘦 𝘨𝘰𝘰𝘥 𝘨𝘶𝘺.

parte uno.
( Siempre jugaste al chico bueno )

❝¿tu piel se cierra como un suéter?
vestido como un buen chico,
eres tan inteligente❞.

AÚN recordaba como se había acercado a mi aquella vez en la exhibición de proyectos.

Había venido hacía mi stand con una sonrisa tímida en sus labios, las manos temblorosas detrás de la espalda, algo cabizbajo portando aquella chaqueta de mezclilla azul y una camiseta blanca debajo; me preguntó cómo funcionaba mi proyecto, no me extrañó, después de todo en eso se basaba la feria: explicar el funcionamiento y aplicación de los distintos proyectos presentados. Para cuando estuvo frente a mí, la sonrisa que había querido salir desde que lo ví surgió y riéndome un poco de su timidez lo invité a mirar más de cerca los folletos y carteleras, charlamos algunos cuantos minutos, explicándole cómo funcionaba el pequeño modelo de energía centrífuga que había comenzando a hacer con papá hace algunos meses para la feria, en todo momento me escuchó atentamente, con sus ojos brillantes sobre los míos y agregó preguntas curiosas que amablemente respondí. Era un chico bastante agradable, lindo y con una sonrisa para morirse de dulzura.

Cuándo la feria había acabado, a eso de las cinco de la tarde, aún él permanecía en mi puesto, sentando en el suelo junto a mi mientras conversábamos de otras cuestiones que poco tenían que ver con ciencia y conectando un poco más en cada palabra dicha, como si supiese que decir en los momentos correctos.

Ese fue el día en que lo conocí o al menos lo creía de esa forma.

No sé si tal vez había sido muy tonta desde el principio, cegándome ante el atractivo de un chico al que no conocía o él realmente sabía cómo trabajar en las personas para que cayeran redondo en sus ojos marrones. La cuestión era qué, sin importar como hubiesen pasado las cosas, Jake me había atrapado de una forma en la que no había notado tan siquiera cuán dentro de la boca del lobo me encontraba ya, ni siquiera cuando las señales fueron evidentes y estaba ahí alumbrando desesperadas. No sabía cómo lo hacía, si usaba brujería, si practicaba vudú, si había ensayado mucho las cosas que tenía que decir y hacer frente a las personas o si simplemente era un maldito psicópata que disfrutaba ver cómo sus presas caían a sus pies listas para ser devoradas, pero el punto era que me había atrapado como un león a un impala, canzándome mucho antes de yo saberlo y con una venda en mis ojos, me había metido voluntariamente a la boca de mi cazador.

Disfrutando cada caricia disfrazada de puñal.

Siempre jugaste el chico bueno, Jaeyun, tanto que para mí, y quién sabe para cuántos más, también fue creíble, cada palabra, cada gesto. Esa sonrisa linda que detrás escondía tus verdaderas intenciones, los ojos dóciles que solo buscaban tener el control bajo esa falsa ternura que habías ensayado tantas veces y una personalidad que ahora sé que no te pertenecía.

Hubiese dado mucho por saber antes que te acercaras que todo esto resultaría en un total infierno.

Lo hubiese dado todo por evitar esto.