LOVER━ steve harrington

1. Amy has a boyfriend

"Amy tiene novio."

Un caluroso día de verano atormentaba a los ciudadanos de Hawkins. Amy agradecía que su campamento había terminado, ya que no soportaría ni un día más en aquel horno que llaman cabaña.

Estaba tan aliviada de regresar a Hawkins, emocionada por ver de nuevo a los chicos, sobretodo a Steve. Durante su estancia en el campamento, Amy le envió un total de 40 cartas a Steve, de las cuales recibió respuesta de 25 de ellas. Cosa curiosa que Steve dejara de responder cuando la joven le comentó que tenía un novio.

Una semana pasada de llegar al campamento, uno de los compañeros de cabaña de Amy le pidió salir, y como la joven seguía decepcionada de que otro año pasara sin que Steve confesara sus sentimientos, ella aceptó salir. Aunque la cosa no duró tanto, de hecho Amy terminó con él el último día de campamento, aunque ambos acordaron quedarse como amigos.

Así Amy finalmente regresa a Hawkins, deseosa de pasar lo que queda del verano junto a Steve, esperando que recuerde su promesa de invitarla a salir cuando la joven regresara.

El autobús se detuvo en la entrada del centro comercial Starcourt, donde Steve ahora trabaja vendiendo helados. Cuando Amy recibió la noticia, sus próximas cartas estaban llenas de bromas sobre su trabajo. Pero no sería nada como verlo en persona y burlarse de él y el uniforme que Steve le dijo que tiene que llevar.

Se adentró en el centro comercial, caminando por los pasillos del mismo, observaba todo fascinada, ya que era un lugar nuevo en la ciudad. Intentó seguir las instrucciones que Steve le dio, pero eran demasiado complicadas, por lo que tuvo que preguntarle a un guardia de seguridad.

Cuando Scoops Ahoy entró en su campo de visión, sus nervios aumentaron. Por mucho que se burlara de Steve, las reacciones que su cuerpo tenía eran involuntarias, sobretodo alrededor de él. Se pasó durante todo el campamento retomándooslo sus decisiones, y llegó a la conclusión de que si Steve quisiera tener algo con ella, ya lo hubiera intentado.

Pero había otro problema, Amy también quería tener algo con él, pero no lo intentaba. Entonces durante esas semanas repasó mentalmente cada momento importante que tuvo con Steve, más o menos como para recordar si exageró la situación o no.

Sólo para caer en la conclusión de que este verano sería diferente, no tenía muy claro en qué, pero ella se convencía de que sería así.

Amy tomó aire, preparándose para cruzar el pasillo que la dejaría a la vista de Steve. "Amy, eres fuerte, maldita sea sólo debes caminar y saludarlo, como siempre." pensaba, había creado una barrera imaginaria que protegía sus sentimientos, era bastante tonto, pero funcionaba para ella.

Amy finalmente comenzó a avanzar de su escondite, cruzando aquel pasillo que tanto temía. Sus ojos se posaron en Steve en cuanto lo encontró. Su cabello igual de largo, menos arreglado, parte de este era cubierto por un estúpido gorro que decía "Ahoy", pero que por alguna razón lucía de maravilla en él. Steve no se dio cuenta de que ella estaba allí, ya que estaba hablándole a una chica rubia, que se encontraba en la parte de atrás, siendo separados por una ventanilla. Amy se acercó al mostrador lentamente y tocó la campanilla, llamando la atención de la Rubia.

-Ey, tonto, tienes clientes.- anunció. Amy escuchó como Steve bufó fastidiado, se dio la vuelta, preparado para hacer el típico saludo, sin embargo se detuvo al ver a Amy.

-¡Amy!- chilló emocionado, antes de que la joven respondiera, Steve rodeó el mostrador, prácticamente corriendo, y una vez que estuvo cerca de ella, rodeó sus brazos alrededor de su cuello, atrayéndola hacia él. Esto tomó por sorpresa a Amy, quien tardó en responder su abrazo, en su mente, aquella barrera que había creado, había sido derribada por Steve en segundos.

-Intenté pensar en algo para burlarme sobre ti, pero no se me ocurre nada.- admitió Amy, sin soltar a Steve. La esencia de su cabello parecía oler a coco, cosa que le llamó la atención. No se parecía mucho al Steve que dejó en Hawkins antes de irse al campamento, era como si Steve se viera más guapo de alguna manera, a pesar de no haber cambiado nada de su estilo.

Amy sabía que nunca dejó de tener sentimientos por Steve, pero no se había dado cuenta de lo mucho que lo extrañó, hasta que lo vio de nuevo, cuando le sonrió ampliamente sólo por su presencia.

Robin los observaba con curiosidad, había escuchado a Steve hablar de Amy por horas, era tan notable que Amy era demasiado especial para él, casi imprescindible. La forma en la que la miró cuando ambos cruzaron miradas, aquella fue la primera vez que Robin vio como los ojos de Steve reflejaban puro amor.

-¿Qué tal te fue en el campamento?- preguntó finalmente Steve, separándose de ella, rodeando su brazo en el cuello de la joven.

-Fue algo aburrido pero tengo mucho que contarte.- contestó Amy, Robin observó como la joven tenía las mejillas coloradas. Amy dirigió su mirada a Robin.- tú debes ser Robin, la compañera de Steve, soy Amy.- saludó.

-Hola, Amy. Es un gusto conocerte tras escuchar a Steve hablar de ti por semanas.- dicho esto, Robin sonrió.

-¿Harrington habla mucho de mí?- cuestionó Amy.

-Mucho más de lo que él quisiera admitir.

-Está exagerando, no le prestes atención.- interfirió Steve, lucia colorado.- aún no llega Dustin, así que pudiéramos esperar por él en la parte de atrás.- sugirió Steve, a lo que Amy asintió.

[...]

Steve se encontraba sentado junto a Amy, la joven le relataba todas las historias que podía recordar del campamento, sin saltarse una en específico.

-Eso ocurrió las primeras semanas, sin embargo, Nick me pidió salir el cuarto día de campamento.- contó la joven, ganándose una mirada de confusión de Steve.- Nick, el chico del que te conté en mis cartas.

-¿Nick?, el que me dijiste que..

-Que me pidió ser su novia.- contestó la chica firmemente.

-No lo comprendo.- musitó Steve, su mirada había cambiado, mas que confundido parecía decepcionado, casi molesto.

-Te lo conté en una de mis cartas.- le recordó Amy.

Steve recordó aquella carta. Sin embargo, el joven nunca abrió otra de sus cartas tras leer esa. Amy le había anunciado como un chico de su campamento, que aparentemente conocía de la secundaria, Nick, le pidió salir. Steve recuerda como esa noche todas sus esperanzas se desvanecieron, sintiéndose desconsolado por el simple pensamiento de que Amy no sintiera lo mismo, si en algún momento lo hizo, habrá perdido el interés, pensó el chico. Tal vez debió abrir las otras cartas de la chica, pero nunca lo hizo, dejó que se crease una pila de ellas en un rincón de su habitación.

De pronto, la conversación se vio interrumpida por una conocida voz que provenía de afuera, llamando la atención de ambos. Steve terminó excusándose para ir a ver quién era, deseoso de que aquella conversación con Amy terminara.