Espero que la historia les guste, lo estaré actualizando cuando pueda porqué no soy buena para esto, sin más que decirles, disfruten:)
Todos los pilares se preguntaban por qué el pilar del agua siempre se iba de las reuniones apenas terminaban estás...
Esto si que fue difícil, un día complicado de puede decir, me impresionó encontrar otra vez al chico que su hermana protegió aquel día en las montañas, pensé que su hermana moriría por no devorar a personas pero creo que todos no equivocamos, pero me alegra saber que dejarlos con vida fue una de las mejores decisiones que tome, creo que no me arrepiento de haberlos dejado vivos, creo que no todos los demonios son malos, estaba llendo a mi finca mi niña ya debe de estar esperándome le prometí que jugaría con ella al té, no puedo quedarme mal, así que con rapidez llegué a la entrada abrí el portón y después camine un tramo más para llegar a la puerta de me finca una vez abierta unos pasas apresurados se dirigían hacia mi
Kazemi: Papá llegaste–me abrazo la pierna y después se separo de mi– Mira lo que la señorita Kocho y Mitsuri me tragieron–me mostró un collar de zorro
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(Mente de Giyyu) Es verdad, esta mañana dijeron que antes de venir a la reunión pasaron rápido a mi finca, ¿Con que a eso venían?– Es muy bonito, ¿Te gusta?–le dije
Kazemi: Si es muy bonito, papá vas a jugar conmigo, si estás cansado es ta bien será otro día
Giyyu: Yo jamás me casare de jugar contigo, no importa que tantos golpes, heridas, huesos rotos, raspones o cortadas tenga, yo siempre jugaré contigo así que adelante, dime ¿Qué quieres jugar?
Kazemi: Gracias papá, vamos a jugar a la princesa y el príncipe
Giyuu: Me pareces una grandiosa idea
Una sonrisa era todo lo que necesitaba para motivar me, agarre cojines, futones y muchas cosas más para armar una castillo, los acomode de forma que no se derrumbe la casita
Giyuu: Está bien, ya está su castillo princesa–hice una reverencia–Yo como su fiel asistente estaré con usted su majestad
Kazemi: Que servicial caballero, me alegra de haberlo conocido–hizo una reverencia como toda una princesa
Giyuu: Si usted me lo permite, me concedería bailar está pieza conmigo, sería todo un honor–me arrodille y puse mi mano derecha en mi pecho y la izquierda la estire a ella
Kazemi: Claro que si, el honor sería todo mío–salio corriendo a poner una canción y después vino otra vez hacía mi agarro mi mano y yo solo sonreí
La cargue y agarré su mano y empezamos a bailar como en los cuentos de hadas, dónde el príncipe y la princesa bailan como si existieran solo ellos dos en el mundo, la miraba con una sonrisa en mi rostro y ella sonreí con demasiada alegría, un bals lento pero acordé al ritmo de la música, era muy bonito el momento
