Piratas del Caribe: La Maldición de la Perla Negra

EL GRAN FINAL

Jack estaba mirando todos los botines de la cueva mientras esperábamos junto a Barbosa, Will y tres piratas de su tripulación.

Me acerque a él cuando me miró. Para después señalarme con su mirada una espada en el suelo. Era el momento de atacar.

-Debo admitir, Jack, que creía saber como eras. Pero parece ser que eres un hombre difícil de predecir. Lo cierto es que Barbosa tenía toda la razín. Y lo iba a descubrir en tan solo unos segundos.

Jack comenzó a aproximarse a Barbosa. Se paró al lado de uno de los piratas y comenzó hablar. -No soy un hombre honesto, y lo único que se puede esperar es que no sea honesto. Honestamente, es con los honestos con los que hay que tener cuidado. Porque nunca se podrá proveer cuando harán algo extraordinariamente absurdo.

En el momento en el que finalizó la frase, le robó una de las espadas al pirata. Yo agarré la otra espada del suelo para dirigirme a otro de los piratas. Y Will, empujó al que le custodiaba, haciendo que cayera al suelo.

Jack lanzó la espada a Will, quien pudo lograr desatarse con ella para comenzar a luchar. Lo cual, le permitió a Jack ir directamente hasta Barbosa.

Todos nosotros recorríamos la cueva, luchando con cada uno de los piratas, respondiendo a cada golpe. Ninguno estábamos dispuestos a rendirnos.

Will y yo nos encontrábamos luchando con aquellos tres piratas, cubriéndonos las espaldas mutuamente.

Jack y Barbosa estaban en lo alto de la cueva, en una de sus cavidades. Sabía lo que Jack planeaba, y realmente esperaba que funcionara.

Durante el tiempo que seguía luchando con los piratas, permanecí atenta a los movimientos de Jack.

-No puedes vencerme, Jack. Dijo Barbosa. En respuesta, Jack le clavó la espada directamente en el pecho. Pero al continuar con la maldición, esto no hizo ningún efecto en Barbosa.

Barbosa suspiró cansado. Seguido sacó la espada de su interior, clavándosela a Jack de vuelta.

Me congelé un instante al ver aquella escena.

Detrás de ellos se podían ver unos rayos de luz de luna. Jack retrocedió hasta la luz, mostrando que su plan había funcionado. Él también estaba maldito gracias a su as en la manga.

-Interesante... Comentó Jack, observando su cuerpo justo cuando Will se liberó de uno de los piratas para mirar a Jack sorprendido.

-¿Lo sabias? Me preguntó.

-Puede ser. Respondí con una sonrisa de lado al mismo tiempo que seguíamos batallando con los piratas.

Jack le mostró la moneda que había robado anteriormente a Barbosa, causando asombro en su rostro. -No pude resistirme.

Ambos volvieron a comenzar su duelo, recorriendo el lugar al igual que nosotros.

Uno de los piratas comenzó a usar una especie de bombas, haciendo que tanto Will, como yo, huyéramos de las explosiones.

Caímos al suelo desarmados mientras se aproximaban a nosotros.

-Ahora sabréis lo que es sufrir. Un golpe por la espalda lo noqueó, revelando, sorprendentemente, a Elizabeth.

-Si quieres sufrir, prueba a ponerte un corset. Le dijo mi hermana.

Elizabeth nos ayudo a levantarnos y se quedó mirando el duelo entre Jack y Barbosa.

-¿De qué lado está Jack? Nos preguntó Elizabeth.

-Del mio. Contesté simplemente.

-En este momento... Opinó Will, dándome la razón. Los tres nos dirigimos de nuevo a por los piratas.