Conspiración - Game of thrones AU

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Artista imagen multimedia: basraa7 (twitter)

Todos querían apoderarse del trono de los siete reinos, no era ninguna novedad. Por eso Catra, siendo de la casa Bolton, no entendía cómo podía existir gente tan ingenua como los Stark. La reina Glimmer Baratheon estaba, en aquel momento, nombrando comandante de la guardia real a Adora Stark, una espadachín remarcable. Catra jamás la había visto en acción, aunque, recordaba su rostro vagamente.

Ella había viajado a otro reino, específicamente al de Dorne, donde había aprendido a luchar como una asesina. Sólo había vuelto a la capital de los siete reinos porque su padre adoptivo le había solicitado que asistiera a la ceremonia, ya que se creía que se produciría algún ataque al castillo real. Sin embargo, nada sucedió.

Lo que sí pudo notar era la mirada brillante de un joven de piel oscura perteneciente a la casa Tyrell, sus ojos estaban fijos en la reina. Catra no pudo evitar hacer un gesto de hastío, recordó por qué le desagradaba ir a King's Landing. Los nobles competían por hacerse con el trono, es decir, con la reina Glimmer.

Los Bolton no creían en la unificación de los reinos, esperaban algún día gobernar el Norte en vez de los Stark, sobre todo el padre de Catra, Hordak. Ella se sentía más a gusto en Dorne, el reino de donde provenía su difunta madre, ellos eran independientes a su manera, a pesar de ser parte de los siete reinos. Además, le gustaba su lema "Nunca doblegado, nunca roto", era exactamente como ella se sentía.

Estaba feliz de haber vivido todos esos años allí con su tía, pero se daba cuenta que ese entrenamiento que tuvo sería utilizado por su padre para traicionar tarde o temprano a los Stark. Con lo ingenuos que eran, no sería difícil matarlos uno por uno, pero, si había algo que incluso Catra respetaba, era su sentido del honor. No había nadie más confiable en este mundo que un Stark, por lo que comprendía perfectamente porqué la rubia había sido escogida como comandante.

Se escabulló entre la gente para huir del lugar, hasta que se topó con un niño que le entregó una carta. Era de su padre. En ella le pedía que se acercara a la nueva comandante, para obtener información sobre su madre Mara, la cabeza actual de los Stark. Una vez que obtuviera suficiente información relevante, debía matarla. La morena suspiró, mientras guardaba la misiva entre sus ropas. Al parecer, tendría que quedarse al banquete en honor a Adora.

Estuvo escuchando a escondidas a la gente mientras simulaba beber una copa de vino, paseándose por todo el lugar discretamente. Así supo que Adora era casi una hermana para Glimmer, ya que la madre de la reina era una Stark, por lo que ellas convivieron muchas temporadas juntas cuando eran pequeñas. Prácticamente a Adora la habían criado para servir a la reina, lo cual le pareció patético a Catra.

Cuando consideró que ya sabía lo suficiente, decidió ir a buscar a la flamante comandante. Antes había visto de reojo cómo se retiraba de los jardines, al menos ella podía escaparse, ya que la reina ya estaba siendo asediada por todos sus pretendientes. A pesar de eso, notó que entre ella y el joven Tyrell había algo especial.

Encontró a la rubia en un balcón con un pequeño jardín. Ella notó su presencia, pero se mantuvo en silencio, parecía algo deprimida.

—Pensé que la nueva comandante estaría feliz con su nombramiento —dijo con ironía Catra.

—No me interesa hablar con espías.

Catra se rio suavemente, la rubia tenía su carácter, había que reconocerlo.

—¿Qué te hace pensar que soy una espía?

Adora se volteó, su ceño estaba levemente arrugado, como si l enfadara el sólo hecho de tener que explicárselo.

Catradora OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora