Izuku el nieto del Helltaker

Capitulo 2 Las consecuencias de mi llegada al Infierno

Después de que se despertara, al ver un enorme resplandor Izuku pudo notar que donde estaba no tenía precisamente vista al mar si no a un infierno sin fin aparente, él se sentía aliviado pensando que ya no tendría que preocuparse por nada del mundo ahora que se encontraba muerto pero un pequeño sonido le diría que estaba equivocado.

Él pudo escuchar como su corazón seguía latiendo, y con cada latido se hacía más fuerte hasta que comenzó a sentir que su cuerpo empezaba a recibir daño interno.

Izuku: ¿Que me está pasando?

Izuku instintivamente sujeto su cuerpo poniéndose en posición fetal, sentía como cada extremidad de su cuerpo se entumecía por el dolor pese a su experiencia con el One For All esto no se parecía en nada, todo sus pelos se crisparon ante el dolor, el sentía como sus venas se quemaban por dentro cada parte de ellas era quemada y regenerada de nuevo asi hasta que sintió como su cuerpo se enfriaba finalmente, a lo que Izuku pudo respirar tranquilo tratando de reincorporarse.

A duras penas se levantó pero cayo hacia atrás por el cansancio, en ese instante unas manos lo atajaron.

Hola chico veo que tu adaptación está comenzando.

Izuku: ¿Que, solo está comenzando?

Comenzando a sentir como sus músculos se desgarraban hasta que finalmente se destrozaban y salían de su cuerpo convirtiéndose en una masa negra hasta que estas desaparecían, entonces a partir de sus venas se fue creando músculos nuevos para cada parte de su cuerpo, esto continuo por más de 10 minutos los cuales parecían eternos a la percepción de Izuku.

Cuando finalmente termino Izuku solamente volteo su cabeza para ver quién era el que le hablo. Al voltear pudo ver a aquella chica que lo había despertado en sus segundos finales de vida.

Izuku: Tu, ¿quién eres?

Ya te lo había dicho antes pero seguro que no lo recuerdas debido a la pérdida de sangre mortal que tenías. Pero me presentare de nuevo mi nombre es Justicia y soy una de los altos mandos del infierno.

Izuku respirando con dificultad: Entonces Justicia, ¿Cómo es que llegue aquí?

Justicia: Yo que tu no pensaría mucho en eso, preferiría que te prepares para lo que sigue o podrías perderlo todo hasta tus huesos, nos vemos en unos días.

Cerrando la puerta tras de sí.

Izuku: a que te referías con perder hasta los huesos.

Él no había terminado de recuperar el aliento que comenzó a sentir como sus huesos crujían uno tras otro. Todos sus huesos se estaban destrozando a medida que pasaban los minutos. Hasta que este volvió a caer al suelo y pudo sentir como continuaba tronando sus huesos hasta llegar a sus pies. En el interior de su cuerpo solo quedaba el polvo de lo que antes fueron huesos hasta que escucho un martilleo.

Podía sentir que alguien estaba forjando sus huesos en su interior y al colocarlos en su respectivo lugar sentía como estos se encontraban al rojo vivo calcinando sus músculos y venas pero Izuku no podía gritar porque su quijada ya no estaba, mejor dicho su cráneo ya no estaba pero de alguna manera el mantenía su forma. Hasta que finalmente había terminado con la parte del cuello, Izuku se preparó para lo peor porque lo que faltaba por forjar era su cráneo.

Entonces lo sintió, como cada parte de su cabeza ardía como si lo hubieran metido a una fragua, gritando con todas sus fuerzas por el dolor.

Desde afuera se podía ver a gran cantidad de esbirros demoniacos que bailaban al compás de sus gritos de dolor, hasta que estos comenzaron a cesár, provocando que los esbirros se aburrieran y continuaran con sus servicios habituales torturando las almas de los condenados para su propio disfrute.