Izuku el nieto del Helltaker

Capítulo 4 El verdadero entrenamiento infernal

Durante los primeros días de su estadía en el campo de entrenamiento Izuku estaba bajo la tutela de Justicia quien no se contenía para nada llevando al joven a sus límites.

Izuku mientras mantenía una roca de uno 200 kilos: Esto es muy pesado, no podemos tomar un descanso, soltando la roca.

Justicia tomándolo de la ropa y levantándolo en alto: si crees que los condenados allá afuera te darán un descanso, estas muy equivocado, asi que trágate esas ideas y continua el entrenamiento. Soltándolo

Izuku: Suspiro, entiendo. Levantando nuevamente la roca y sosteniéndola a lo largo del dia.

Él podía sentir como la fatiga empezaba a esparcirse por su cuerpo, estaba sintiendo como sus piernas empezaban a ceder, él quería tirar la roca pero recordó las palabras de Justicia y su promesa con All Might por lo que se mantuvo.

Pero entonces su aura demoniaca comenzaría a salir lentamente sorprendiendo a Izuku, la cual empezaría a moverse por sus músculos y articulaciones recuperando su energía.

Izuku: Esto es genial, la sensación similar a la adrenalina lo lleno por completo.

Justicia: Perfecto, ahora comencemos con el verdadero entrenamiento.

Izuku: ¿Qué?

Justica tomando unas cuantas piedras del suelo, en las cuales comenzaría a imbuir su aura demoniaca: Para la próxima parte pondremos aprueba tu resistencia y agilidad. Asi que tienes dos opciones, o resistes los golpes o los esquivas. Tú decidirás.

Izuku se sentía confiado y eso se mostró en su rostro.

Rápidamente Justicia replico: Pero recuerda no puedes dejar que la roca toque el suelo.

Izuku asintió con la cabeza y el infierno de balas comenzó.

Afuera del campo de entrenamiento los gritos de dolor y el sonido del impacto de las piedras resonaba por las inmediaciones del infierno llamado la atención de uno de los altos mandos.

Mmmm parece que Justicia comenzó el verdadero entrenamiento. Saliendo de su trono para dirigirse a los campos de entrenamiento pero rápidamente seria detenido por un pequeño demonio.

Señor por favor, no puede salir de su trono si no imparte el juicio a los nuevos condenados estos se aglomeraran y provocaran otra fuga del infierno.

Juicio: Me tienes harta con esto, ahora entiendo porque Justicia me cedió el puesto, pero descuida ya deje un reemplazo momentáneo, señalando en la silla donde dejaría una versión infantil de ella.

Señor ella será capaz de impartir los juicios acorde a su acusado.

Juicio: O descuida ella tiene todas mis memorias así que yo que tu me preocuparía por que no te imponga un juicio a ti también.

El sudor corría por la frente del pequeño demonio: Suspiro, lo que me consigo por ser su sirviente. Señorita por favor piense con calma ese no es el castigo para ese acusado, corriendo en dirección al trono.

Juicio: Finalmente, estirando sus brazos. Veamos a pobre infeliz al cual Justicia está entrenando. Dirigiéndose al campo de entrenamiento.

A lo largo de su camino podía escuchar los gritos aumentar de potencia, pero a la par el sonido del impacto de piedras contra el muro aumentaba indicando que el sujeto estaba comenzando a evadir los proyectiles.

Juicio: Parece que ese infeliz, tiene una pizca de talento. Relamiéndose por la posibilidad de entrenarlo ella misma.

Al llegar frente a las puertas, simplemente uso uno de sus dedos para correr la puerta.