Cuando aplicó para el trabajo como guardaespaldas, no imaginó que su vida daría un giro de 180° al conocer a ese chico risueño e inquieto que vivía poniendo su mundo de cabeza.
No imaginó tampoco, que se enamoraría de ese mismo chico que tanto se es...
-Canción: Savior, Rise Against / Traducción literal: Salvador / Traducción contextual: Defensor.
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No recordaba cómo había terminado metido en esa situación.
Pero se sentía extremadamente incómodo y la mirada evidentemente seductora de la nueva prometida de su padre lo acorralaba contra la pared del pasillo; estaban solos en ese momento y la mujer le sonreía condescendientemente.
- Cuando conocí a tu padre, no imaginé que su hijo sería incluso más guapo que él.
- Gracias - susurró Minho completamente indignado con la situación pero sin tener idea de qué hacer al respecto. Acusar a su futura madrastra de acoso no sería la mejor manera de demostrarle a su padre que podía comportarse y Chris no estaba en ningún lugar cercano para librarlo de esa mujer.
- ¿Cuántos años tienes cariño?
- Dieciocho - respondió secamente mirando a sus alrededores para encontrar a quien fuera, y de pronto Hyunjin apareció en su campo visual, pero salió corriendo tan pronto lo vio.
Se molestó sin poder decir nada para traerlo de regreso y simplemente acomodó una falsa sonrisa en su puesto y se enfrentó a su acosadora.
- Vaya, eres tan joven - rió melosamente ella acariciando la tela de su traje a la medida con sus largas uñas color vino tinto -. Aunque no pareces inocente en lo absoluto.
Y no lo era. Al menos no tanto.
Debía admitir que nunca había buscado nada en internet, debido a que la mitad de la empresa tenía acceso a su historial de búsqueda. Pero nadie sabía nada, más que Chris probablemente, sobre los mangas ocultos al fondo de su armario, recuerdo de su estancia en Japón.
- Me parece que deberíamos regresar...
- Claro tienes razón - concedió la mujer pestañeando -. Pero me siento un poco mareada, y me vendría bien un poco de aire. ¿Por qué no me acompañas a mi habitación?
- No, gracias - se apresuró a decir intentando liberarse diplomáticamente de ella.
- Tú pareces algo pálido también, cielo.
- ¿Pálido? - interrumpió Chris observando asqueado la escena y listo para liberar a su pelinegro de esa salamandra -. Dios mío, joven Lee ¿se siente mal? Debemos llevarlo a la enfermería inmediatamente... ¡Hyunjin!
El nuevo guardaespaldas de corto cabello castaño oscuro salió detrás de un pilar y le sonrió de manera cómplice a Minho, haciendo que este suspirara aliviado entendiendo por fin lo que había sucedido con él.
- Disculpa... - comenzó la mujer indignada.
- No se preocupe señora, estaré bien... espero que se le pase el mareo.
Dicho esto dejó que Hyunjin lo tomara del brazo y se lo llevara lejos de ahí, seguidos de cerca por Chris que hacía un esfuerzo monumental por no explotar de enojo en esos momentos.
- ¿Joven Lee? ¿Está bien? - preguntó Hyunjin siempre tan diplomático.
- Sí, gracias. Por un momento creí que habías huido.
- Nunca, señor.
- ¿Cuál es tu nombre? - inquirió Chris levantando una ceja.
- Hwang Hyunjin, 20 años - dijo alegremente haciendo reír a Minho y al castaño observarlo con una mueca inexplicable.
- Minho ¿qué estabas pensando?
Hwang se quedó boquiabierto al escuchar el nombre de pila del joven Lee salir con tanta naturalidad de parte del guardaespaldas encargado de su seguridad. Pero lo que le parecía más sorprendente era que le hablaba en tono de reclamo.
- Nada, iba saliendo tranquilamente del baño y de pronto empezó a soltar comentarios raros, pero yo no la provoqué - justificó Minho olvidando por un momento que no se hablaba con Chris -. Estaba preguntándome dónde te habías metido, eso pasa cuando me dejas solo.
- Claro, échame la culpa - respondió este sonriendo y negando con la cabeza.
- Para eso tengo guardaespaldas.
- Tenemos que volver a casa, tu padre tuvo que regresar con tu hermana por negocios y me preguntaba qué clase de circo habías armado esta vez.
Minho puso los ojos en blanco y se arregló el traje tratando de sacudir el recuerdo del toque de esa mujer, odiaba recordar esas uñas tocándolo sin reparo y la poca vergüenza de asaltarlo de aquella manera cuando recién se conocían. Pero él no era ningún desvergonzado, jamás se metería con la esposa de su padre, primero porque era moralmente incorrecto y segundo porque le tenía miedo al señor Lee.
- Él es el payaso - susurró a Hyunjin antes de sentir la mano de Chan apoyándose en su hombro.
- Minho...
- No me voy a disculpar - rezongó el pelinegro sacando la lengua juguetonamente.
Hyunjin solo sonrió confundido por la extraña relación entre esos dos antes de seguirlos hacia el estacionamiento, después de hacer una discreta llamada.
