-Canción: Memory, Sugarcult / Traducción literal: Memoria / Traducción contextual: Recuerdo.
Lo primero que hizo Chan cuando vio al sonriente niño sacándole la lengua desde la ventana, fue suspirar.
Estaba acostumbrado a cuidar de sus primos y los niños pequeños del vecindario, pero eran completamente diferentes al que tendría que cuidar de ahora en adelante. Sin embargo, con el paso de los días, se dio cuenta de que en realidad compartían muchas más similitudes de las que habían pensado, ambos habían sido robados de su infancia a una edad considerablemente temprana.
Su padre había trabajado como guardaespaldas por años, pero ahora su enfermedad le impedía abandonar el hospital y Chris no dudó un segundo en aplicar para el mismo trabajo con el objetivo de ayudar a su familia. Sorprendentemente, fue aceptado siempre y cuando sus padres estuvieran de acuerdo y desde entonces había vivido cada día de su vida junto con ese niño sonriente que tantas dudas había sembrado en su corazón cuando primero lo conoció.
- Minho, baja a saludar cielo - indicó una preciosa mujer rodeando el brazo de su novio con elegancia y una felicidad tangible -. Debo advertirte que es un poco travieso.
- No hay problema - respondió Chris tratando de pararse más derecho y cuadrar los hombros para aparentar ser más fuerte de lo que en realidad era. Debía ser capaz de proteger a Minho, su primer cliente.
- Hola - saludó el niño con una enorme sonrisa, sus ojos se achicaban y su recta nariz se fruncía. De pronto, la idea de convivir con él a diario no le pareció tan horrible.
- Minho él es tu nuevo guardaespaldas, el señor Bang - presentó la chica amablemente.
- Chris está bien - dijo el recién nombrado guardaespaldas sintiendo que ser llamado señor a los 16 años era algo excesivo -. Un placer.
- ¿Te llamas Bang? Que gracioso - comentó Minho frunciendo la nariz -. Yo soy el joven Lee, pero puedes llamarme Minho.
- Lo siento, le es imposible cuidar las apariencias, ignora eso por favor - pidió ella negando con la cabeza -. Mi nombre es Lee Jieun, ya hemos discutido los aspectos de tu contrato, por lo que partirán hacia japón la siguiente semana ¿bien?
- Sí, señorita.
Durante la siguiente semana, Chris se sintió aliviado al descubrir que Minho no era la mitad de presumido de lo que había creído en primer lugar, se sentía como pez fuera del agua en ese ambiente de lujos y absurdas normas de educación, pero las travesuras de su compañero le hacían sentir menos extraño. A pesar de eso, no dejaba de sorprenderse.
Lee Minho tenía 13 años y hablaba cuatro idiomas diferentes, tocaba el piano y el violín, aunque se le daba terrible, sabía precisamente qué cubiertos usar para cada plato y era capaz de cuidar de sí mismo. O al menos eso pensó hasta que lo vio extender una mano dentro de la jaula de los felinos cuando fueron al zoológico por primera vez.
Y cuando le cortó las trenzas a una niña en la escuela porque esta había pateado a un gato callejero la tarde anterior.
Habían pasado por cientos de discursos de por qué no era ético liberar un frasco de insectos en la mochila de sus compañeras, así como tampoco lo era accionar la alarma de incendios para salir más temprano a celebrar el cumpleaños de su guardaespaldas. Probablemente debió preocuparse cuando su joven protegido cumplió los 17 e inauguró su último semestre en japón creando una maqueta volcánica que escupía una desconocida sustancia verde. Los miembros del jurado terminaron clausurando el evento y Minho se disculpó como si en verdad no tuviera idea de lo que estaba haciendo.
Pero Chris sonreía de solo pensar en ello, Minho era tan desastroso que hacía que valiera la pena haberse mudado a otro país lejos de su familia.
Después del incidente volcánico, se dio cuenta de que había algo más que hacía que su corazón saltara como loco cuando el azabache se acercaba o cuando reían incontrolablemente en el suelo de la cocina por las noches.
Por un par de meses, permitió a su corazón enamorarse cada vez más de los gestos y hábitos de su mejor amigo, de ese chico que siempre le traía una sonrisa culpable para proceder a presentar su catástrofe más reciente. El mismo que cada navidad exigía un viaje a Australia a pesar de que odiaba las arañas y el mar con tal de que su guardaespaldas pudiera visitar a su familia.
Pero entonces, Lee Minhyuk murió y la realidad se cirnió sobre él como una cruel y oscura sombra.
- ¡¿Chris?! - la voz desesperada de Minho se escuchaba lejana y un zumbido interrumpía sus recuerdos -. Despierta por favor...
Una súplica.
Y no pudo hacer más que obedecer sintiendo el aroma a metal quemado y las manos eternamente frías de Minho sosteniendo su rostro ensangrentado.
- © Ms. CHAI ☆-
ESTÁS LEYENDO
DAISY
FanficCuando aplicó para el trabajo como guardaespaldas, no imaginó que su vida daría un giro de 180° al conocer a ese chico risueño e inquieto que vivía poniendo su mundo de cabeza. No imaginó tampoco, que se enamoraría de ese mismo chico que tanto se es...