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Cuando Louis regresó a su nueva habitación no oficial después de una sesión de tres horas para obtener la marca familiar, estaba cansado. Antes de que pudiera llegar a la habitación, se estaba quitando el uniforme, desabrochándose la camisa y quitándose los zapatos.

Harry, como un alfa obediente, caminó detrás del pequeño omega recogiendo las piezas de su uniforme y doblándolas sobre la silla de su habitación. El omega no había llorado ni se había retorcido cuando Vinny presionó la aguja en su brazo, no podía sentir nada.

Louis se refirió a su nuevo amigo como la niebla, rodó y persistió como una capa espesa durante las últimas cuatro semanas. Sus sentidos estaban embotados más allá del punto en que incluso podía encontrar en él preocupación. La niebla era agradable en la forma en que un sueño fuertemente medicado puede ser agradable, sientes la necesidad de estar alerta, pero algo te detiene. Al final no fue natural, algo andaba mal.

Esa era otra cosa sobre su nuevo mejor amigo, pensar era casi imposible. Cada vez que intentaba juntar dos pensamientos, los sentía moverse tan cerca de una sinapsis, pero nunca había una conexión.

Su trabajo en clase casi se detuvo y algunos maestros se le acercaron al respecto, pero ni siquiera podía recordar lo que le habían dicho. Si su madre estuviera aquí, se lo dirían, pero no estaría en casa hasta finales de enero, así que por ahora solo esperaron.

Louis deseó poder decir que este amigo lo adormecía, pero tampoco era exactamente eso, sino que actuaba como una capa prácticamente impermeable, atrapando su miedo y ansiedad. Exteriormente, el omega parecía tranquilo e incluso bastante distante, asintiendo mientras se abría paso conversaciones, y sonriendo suavemente, de manera convincente.

Pero de vez en cuando se las arreglaba para explotar a través de su niebla, no parecía haber una sola cosa que lo hiciera estallar. Podría ser Edward diciéndole que no se acostaría con él, Harry quedándose en el trabajo hasta muy tarde, Niall preguntándole si estaba bien demasiadas veces, o un millón de pequeñas cosas más que podrían hacerle perder los ojos y echar espuma por la boca en segundos.

Sabía que no estaba siendo razonable, pero era como si no pudiera expresar sus emociones a menos que lo que estaba sintiendo fuera tan intenso que lo quemara. Su conciencia parecía depender en gran medida de lo que estaba sucediendo en ese momento y nada más. Así que aquí se encontró, desnudo excepto por sus calzoncillos y garabateado sobre la cama, Harry inclinado sobre él con una camisa.

"No quiero una camisa". Podía escuchar su voz como si estuviera gritando en el agua, tan apagada y lejana.

Los labios de Harry se movieron y claramente no lo dejaría pasar, así que Louis sintió que se acumulaba en su pecho y en su estómago. Quería ser tan básico y llamarlo ira pero en realidad era algo más cercano a la impotencia, por falta de control. Entonces, hizo un puchero y amargamente dijo: "No lo quiero"

"Louis". Eso pareció romper la niebla, "Por favor. Necesito que te pongas la camisa antes de que llegue Edward''

"¿Por qué?" preguntó Louis, con voz aguda.

"Porque todavía no puede saber sobre nuestro pequeño secreto"

"¿Pensé que dijiste que era una sorpresa para él?"

"Lo es" Harry asintió y luego, como para apaciguar a un niño pequeño, continuó, "Pero por ahora creo que deberíamos esperar hasta su cumpleaños en solo dos semanas"

Louis sintió que la ira se nivelaba pero no retrocedía, dejándolo justo por debajo de su nivel explosivo, "Si me pongo la camisa, ¿me follarás?"

El omega había logrado que Harry finalmente se acostara con él varias veces desde la boda de su madre. El alfa le hizo prometer que no le diría a Edward lo que no le importaba hacer, siempre y cuando consiguiera lo que quería. Dormir con Harry fue una de las pocas veces que se sintió salir del pozo sin emociones sin sentir miedo o enojo.

I could, but wouldn't stay - Larry Stylinson (Traducción) /Omegaverse/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora