Heartbeat

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Jisung tomaba apuntes a la velocidad con la que el profesor explicaba todo, la letra casi ilegible y el costado de su mano manchada con la tinta, eran solo pruebas físicas de su esfuerzo. La mayoría se había rendido y escribía lo que alcanzaba, odiaban que el profesor sea tan anticuado y estricto, una foto a la pizarra o un audio con sus celulares los hubiera liberado del estrés que les producía la situación.

El movimiento de su mano paró de repente, su corazón enloqueció y su respiración se detuvo por escasos segundos. Desesperado levantó su mano en busca de llamar la atención del profesor.

"Necesito ir al baño" no esperó respuesta alguna, el señor Kim arrugó su entrecejo al verlo abandonar el salón con tanta prisa. Levantó levemente los hombros, lo dejaría pasar por esta ocasión.

El sudor descendía por sus sienes, su apariencia usualmente pulcra, lucía desordenada. El iris de su ojo derecho empezaba a teñirse de azul cielo, las feromonas que desprendía alejaron a los estudiantes de su camino. Su cuerpo obedecía plenamente a su lobo, su parte racional se había rendido desde que supo que Chenle estaba en peligro.

La tranquilidad y sutileza que lo caracterizaba se escondieron bajo la naturaleza dominante y primitiva del alfa. La puerta de la enfermería se abrió bruscamente, sobresaltando a las dos personas que ocupaban el lugar.
Un vistazo fue suficiente para distinguir las heridas, ya tratadas, en sus rodillas y nudillos.

"Ji-" el alfa tomó con suma delicadeza el rostro del omega y mantuvo contacto visual hasta que los mofletes del omega ardieron. Su actuar únicamente lo entendía el lobo del contrario. La tensión en sus hombros seguía presente a pesar de la calma momentánea que sintió al asegurarse que Chenle estaba bien.

La beta suspiró decidiendo que ignoraría el drama que se avecinaba.
Manos tibias se posicionaron sobre las suyas, el simple tacto arrasó con la pesadez en su pecho.

"¿Qué sucede, alfita?" Palabras acertadas, el azul intenso de sus orbes oscureció hasta volver a su estado natural, una sonrisa casi imperceptible adornó sus lindos labios. El omega se sentía orgulloso por lograr calmar a Jisung.

El menor pestañeó varias veces, volviendo a ser consciente de su entorno. Rodeó con sus brazos a su amigo y se embriagó con su aroma. Sus latidos se regularon al igual que su respiración.

"¿Qué sucedió, Lele?" Su aliento chocó con la piel sensible de su cuello provocándole cosquilleos.

"Eso debería preguntarte a ti, Sungie. ¿No deberías estar en clases con el señor Kim?" Lo alejó levemente de su cuerpo, la encantadora mirada de Jisung seguía fija en sus rodillas cubiertas por gasas.

"¿Quién fue el chismoso?" Acarició su mejilla persuadiéndolo en busca de respuestas. Su caída había sido algo épica, pero muy pocos lo notaron, entre ellos dos amigos de su facultad. Puchereó ante el silencio del alfa.
"Sungie, en serio estoy bien. Estaba leyendo mientras caminaba y bueno...me caí. Jae–"

"Tu novio está fuera de peligro" Jisung volteó asustado al percibir la voz de otra persona allí, inmediatamente inclinó su cuerpo hacia la enfermera y pedía disculpas por no haberla notado desde un principio. La beta hizo un ademán restándole importancia a la situación.

"Bien, jóvenes. Mi hora de receso aún no culmina y estaba viendo mi novela. Ya cumplí con mi deber, podrían por favor..." no necesitó terminar la frase, el menor asintió y tomó en brazos al omega, agradeció varias veces a la mujer por cuidar de su amigo antes de abandonar el lugar. Las réplicas no tardaron en llegar, pero conforme avanzaban en el pasillo se dejaron de escuchar. 

"Puedo caminar solo, Park"

...

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2022 ⏰

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