𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 3 - 𝕰𝖗𝖗𝖔𝖗

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— Mis queridos hijos... Recuerden que llevan la sangre Enoshima corriendo por sus venas... No me defrauden y sigan el legado. — Dijo aquella mujer rubia y de ojos azules pálido mientras acariciaba la cabeza de sus dos hijos.

— Oh, oh... ¡Yo quiero que todo el mundo sienta desesperación!

— Yo... ¡Yo también quiero que todos sientan desesperación!, ¡Todos!

La mujer se rió mientras abrazaba a ambos niños.

— Por eso los amo tanto... Mis pequeños vestigios de la desesperación...

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Shuichi abrió los ojos, eran las 5:00 AM, hora perfecta para levantarse y seguir observando las actividades de desesperación desde las sombras.

— ¡Que lindo día! — Dijo Shuichi mientras veía por la ventana que estaba lloviendo, lastima que sus queridos jugadores no podrían presenciar ese encantador clima.

Kaioku miró a Shuichi dar pequeños saltos y fue entonces donde la curiosidad entró en si y se acercó al ventanal negro, su expresión cambió a shock cuando vio toda esa sangre y como no había nadie vivo, otro juego había acabado, nadie descubrió a la mente maestra y sobre todo, Shuichi había alimentado esa enfermedad dentro de él.

— ¿No es increíble?, en los últimos 8 juegos, todos acababan así... Por eso creo que este juego va a ser diferente. — Shuichi dijo mientras miraba todo lleno de sangre.

— ¿Todos eran... Estudiantes definitivos? — Kaioku dijo mientras apartaba la mirada de toda esa sangre.

— ¡Exactamente! — Shuichi se burló mientras veía como los demás se empezaban a levantar.

— Entonces... ¿Sí vas a cumplir tu deseo de deshacerte de todos los estudiantes definitivos? — Kaioku dijo con algo de nervios mientras observaba a Shuichi y después el cuadro de los gemelos. — ¿Eso de ahí-... ?

— ¡Ni siquiera se te ocurra preguntar! — Shuichi dijo mientras apartaba el cuadro de la vista de Kaioku.

— Ya veo... — Kaioku miró cierta cápsula y después suspiró, dirigiéndose hacia el comedor dorado.

Shuichi observó como Kaioku se iba y después simplemente observó el cuadro por última vez antes de meterlo en la caja fuerte y poner la contraseña.

— Nadie debe... No... Nadie puede... Solo tú... Debo cuidar... A esa cosa... Porque eres tú... Y aunque no lo seas... Es tuyo... — Shuichi dijo mientras agarraba su cabeza con ambas manos, las lágrimas salían de a pocos mientras sus ojos se volvían de un rojo más intenso y el remolino volvía a hacerse presente.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2023 ⏰

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