Capítulo 8: "Cierra tu maldita boca"

81 16 6
                                    

TW: Mención de abuso


-¡Yuuri!,¡ apresúrate! - escuchaba claramente esos gritos y a quien le pertenecían, a pasos rápidos se acercó al más alto y al detenerse, casi termina cayendo sobre él, pero su cuerpo fue tomado por unos fuertes brazos.

-Cuidado - le dijo en un tono tranquilizador mientras se dirigían a la sala, todos los alumnos sentándose en su lugar y sacando de manera automática los cuadernos junto a los libros.

Podía pasar horas escuchando las raras bromas que hacía Jean, no importaba si la clase fuera importante o no, su mente solo podía concentrarse en esa voz susurrando contra su oído y por supuesto, los sentimientos de ambos terminaron siendo mutuos con el pasar de los meses. Las salidas y juntas eran más frecuentes, los toques cálidos en sus brazos y manos también lo eran, hasta que llegó ese momento tan especial.

Una confesión junto a un corto beso en la humedad de la madrugada.

Yuuri estaba sentado ordenando los desperdicios de comida mientras que el otro se dedicaba a observar cada detalle de el pelinegro, hasta que finalmente se decidió a hablar.

-Creo que me gustas - esas palabras salieron de la nada e hicieron sobresaltar a su pobre corazón tan inexperto.

Creyó no haber escuchado eso y la bolsa entre sus manos cayó por sus piernas, en su rostro aun se podía apreciar esa emoción de incredulidad. Lo pensó por varios minutos y acercó sus brazos hacia Jean, deslizando sus manos sobre la frazada que cubría el césped debajo de ellos.

Cerró sus ojos avellanas con fuerza y junto sus labios con los de Jean, este último también los cerró por instinto y no pudo evitar abrirlos al segundo después, sintiendo la suave nariz de Yuuri chocar contra sus labios y los lentes que intervienen en el camino. Y de la misma manera que pensó en ello, lo hizo, sacó los lentes del camino y sus labios volvieron a juntarse al igual que antes pero con mucha más libertad que antes.

-Un poco más -continuó hablando Yuuri entre besos que parecían no tener fin alguno, ambos compartían ese mismo pensamiento y el sonido de sus respiraciones, junto al de las hojas de los árboles cubrieron todo el ambiente.

Y esa relación se mantuvo por un muy buen tiempo, al menos por dos años que parecían estar llenos de felicidad.

Tomó la bolsa de galletas y se la ofreció a Pichit quien estaba sentado a su lado. Con su vista busco a Jean desde la distancia y una amarga sensación se apodero de todo su cuerpo en cuanto observo como el mas alto tomaba entre sus brazos a una chica de cabellos negros y piel tan pálida que no se comparaba a la suya.

Pichit se percató enseguida de ello y solo se dedicó a mirarlo en silencio, Yuuri se mantuvo por mucho rato mirándolos en completo silencio.

La chica le tocaba su cabello y lo peinaba con sumo cuidado, esas manos recorriendo la espalda y brazos de Jean, se paró en silencio y caminó hasta la sala de clases. No dijo palabra alguna hasta que sonó el timbre de salida, tomando su mochila y estaba a punto de irse en cuanto sintió un tirón en su brazo.

-Yuuri, ¿no me vas a esperar? - preguntó en tono divertido pero no hubo reacción alguna en el nombrado.

-Jean, tengo cosas que hacer, suéltame- jamás en toda su vida había hablado de esa manera tan cortante y fría.

-¿Acaso estás enojado? -pregunto sin pensar.

-No Jean, adiós -el mismo se soltó del agarre y siguió caminando.

Al día siguiente continuó con esa actitud y sus ojos atentos en cada acción realizada por esa chica, y viendo como Jean simplemente se dejaba tocar. Sabía muy bien que no debía dejarse llevar por los celos y por unos simples toques, pero aun si le dolía verlo todos los días, como si de manera voluntaria se dedicaran a aparecer frente a sus narices.

Estaba quedándose dormido sobre el asiento cuando sintió algo húmedo tocar parte de su cuello, de manera instintiva se alejó y tiró un manotazo a quien sea que estuviera allí, encontrando los ojos azules y una mirada desconcertada en su rostro.

-Ven -dijo con una expresión seria en su rostro, ese no parecía ser la persona que conocía, solo quería estar tranquilo y lejos de él, ¿acaso era mucho pedir eso?. De pronto ya no lograba distinguir los pasillos por los cuales caminaba y aun si estaba con Jean.

Estaba asustado.

Rápidamente trato de liberarse del agarre en su brazo, donde la mano del más alto comenzaba a dejar la piel de otro color debido a la fuerza ejercida, por mas que le hablara o gritara el seguía sin prestarle atención alguna, una puerta fue abierta frente a ellos y entraron.

Yuuri casi fue tirado sobre las mesas del salón, desde lejos pudo ver y escuchar como la puerta era cerrada con seguro, no lograba sentir sus piernas y su cuerpo ya se encontraba temblando, las palabras sin poder salir de su boca.

-¡Jean!- finalmente logró sacar voz- quiero irme, déjame irme.

El moreno se dio la vuelta y caminó en dirección a Yuuri, quien solo pudo retroceder con miedo.

-Solo quiero saber porque estas así de distante conmigo, y obviamente no puedo hablar de esto frente a todos.

-Simplemente no quiero verte, solo cierra tu maldita boca- respondió mirando hacia otro lado con su ceño fruncido, haciendo de todo con tal de evitar mirar esos ojos azules oscuros. Segundos después su rostro fue tomado con fuerza y Jean junto sus labios con los de Yuuri, los de este último manteniéndose quietos y rechazando el toque.

Solo sintiendo asco cuando recordó esos recuerdos de Jean junto a la chica de cabellos negros.

-Te estoy diciendo que no... - su voz siendo interrumpida nuevamente, pataleo e incluso pego golpes con sus manos hacia el más alto, pero era muy grande la diferencia en fuerza y físico. Esa humedad asquerosa volvió a sentirse por todo su cuello y por más que le pegara a Jean, este parecía no verse afectado.

Pero lo que aumentó aún más ese miedo fue sentir sus manos recorrer sus piernas y estando a punto de tocar ese punto intacto, sus ojos se llenaron de lágrimas y por más que mirara en busca de algún objeto, no lograba encontrar nada.

Por favor, por favor

Que esto pare de una vez

Mantuvo sus ojos avellanas cerrador por mucho tiempo mientras continuaba quejándose, no quería tener ninguna relación con Jean, no quería verlo y ni mucho menos tocarlo.

No lo quiero

No lo deseo

No lo amo

Podía sentir como los botones de su polera y pantalón eran desabotonados con cada segundo que pasaba, las manos heladas tocando cada parte de su cuerpo.

Todo tipo de pensamientos recorriendo su mente que ya estaba a punto de explotar, pasaron varios minutos de esa manera hasta que apareció una idea. Con todo el valor que tenía, enrollo sus brazos alrededor del cuello de Jean y se acercó hacia él.

-Hasta que por fin te dignas a... - todo fue detenido con un golpe certero en su cabeza, ambos puños chocando en cada costado, Jean cayendo sobre el piso.

Su respiración se volvió cada vez más errática y lo único que pudo pensar fue en ir hacia la puerta, al abrirlo vio ese extraño pasillo y bajo las angostas escaleras, en el camino ni siquiera logró prestarle atención a su ropa que estaba a punto de caerse, cuando por fin logró salir del edificio se percató de su ropa, lo ordeno lo más rápido que pudo y corrió hasta unas barandas que rodeaban la escuela.

Tiro la mochila por arriba y luego a sí mismo, cayendo de pie pero en el mismo instante se resbaló hacia adelante, raspando sus manos y los lentes cayendo, los recogió y los metió en su bolsillo sin importar si estuviesen dañados o no.

Las lágrimas continuaron cayendo mientras iba recapitulando los hechos.

Lo había golpeado, lo había besado sin que él quisiera y lo había tocado sin ninguna aprobación, aunque le gritó y le golpeó, Jean no se detuvo.

El no se detuvo

Había sido abusado

Un fuerte jadeo de dolor salió desde el fondo de su garganta y se detuvo en un parque cercano, busco ese lugar donde estaban los baños y entró a llorar, llorar como nunca lo había hecho y solo podía hacer eso.

Nada más que eso.

¡Nunca tengas un "Crush"!  Por Yuuri Katsuki [Victuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora