Capitulo 3 - Café y Encuentros

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Espero verte de nuevo, Esas palabras resonaban una y otra vez en mi cabeza ¿Qué querrá haber dicho con eso? Digo, vamos a la misma escuela y nos vemos siempre, y si se tratara de alguna indirecta ¿Por qué a mí? No soy muy reconocida en la escuela ni tengo las mejores notas del universo. Aleje cualquier pensamiento de lo que había ocurrido hace unas horas antes de que enloqueciera con mis propias preguntas. Fui hacia la sala a ver series al azar, estuve varias horas, ahí plantada como la holgazana que soy. Ya los pocos rayos de sol de lo que quedaba de día se asomaban por la ventana del living de mi acogedor hogar. Escuche el timbre y fui a abrir la puerta principal. Eran mis padres con ¿Pizza?

-Pizza! - tome las cajas de mi preciada y la deje en la mesa y fui a buscar los platos para servirnos de este regalo preparado con las mismísimas manos de los dioses de los alimentos, lo digo porque es el eslogan de la pizzería.

-Hola papi, gracias por traerme pizza, eres el mejor - Habló mi padre fingiendo estar molesto.

-Lo siento - Ya en ese momento me encontraba comiendo mi segunda porción de pizza y no, no estoy exagerando, cuando se trata de mi preciosa puedo devorármela tal como el lobo a caperucita - No sabes cuánto te amo.

-Yo también Ally.

-Le hablaba a la pizza - Dije. Mi padre bufó.

Termine y fui a mi habitación a dormir, y en menos de unos minutos, ya estaba sumergiéndome en el mundo de la oscuridad.

Te amo - El lamió mi cuello y bajó dejando un camino de besos hasta mi abdomen, ahí se detuvo - ¿Lista?

-Lista - Y comenzó a besar partes de mi cuerpo en donde no llega la luz...

Me desperté con la respiración agitada, estos definitivamente ya no son sueños, oficialmente los nombro pesadillas. Odio esto, ¿Por qué a mí? Me paso mis manos por la cara, quiero que esto pare, ¿Cómo detenerlo? Ni siquiera puedo reconocer el rostro del chico de mis sueños, solo veo sus ojos, sus ojos miel. Son las 2:48 AM intento conciliar el sueño pero me es imposible, en fin no dormí en toda la noche. Cuando se hicieron las seis, me levante y fui al baño. Di un pequeño brinco al verme en el espejo, me veía horrible, tenía ojeras muy marcadas y estaba toda pálida. Si me vieran ahora mismo pensarían que soy un fantasma. Mi hermana me llevo a la escuela, como rutina de casi todos los días, me encontré con Maya, Andrew y Lisa y entramos a la única clase que compartíamos todos juntos, Arte, Ahí conocimos a Lisa. La clase no tardó mucho ya que solo eran 40 minutos, según mi horario ahora tocaban actividades extracurriculares, Maya y Lisa fueron a danzas, Andrew a artes escénicas y yo a música. Fui a mi casillero a dejar mis libros y dejar espacio para mi flauta. Me dirigí al salón y empecé a practicar las melodías del Te deum.

-Has mejorado - Dijo una voz MUY conocida interrumpiéndome.

-Gracias, Sam - Es mi amigo de esta clase, toca el Violín y debo admitir que es muy bueno en eso. Sé que le gusto, pero él no me atrae en absoluto - ¿Cómo has estado?

-Bien, ya decidí donde estudiare en la Universidad - Dijo con un brillo en sus ojos - Columbus.

-¿Qué? Me alegro por ti, enserio pensé que optarías por Harvard.

-No, pues ya he hecho la entrevista y aun espero a que me llamen - Oh, entrevista, Aun no he tenido el valor de hacer la mía por miedo a que me rechacen.

-¿Ya hiciste la tuya? - Ahí vamos.

-No, aun no.

-¿Por qué? - Habló confundido.

-Por miedo... No he sido buena alumna todos estos años, y ¿Qué me hace pensar que de un día a otro aprobare un examen para una universidad en la cual mis notas no le llegan ni a los tobillos a quienes estudian ahí?

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