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A esta altura de la vida, cuando aún tiene a su cargo a 5 niños, tener solo a uno en casa debería facilitar las cosas. Es sencillo pensar eso pues es simple lógica, a menos que hablemos del pequeño Kim Jungkook.
Desde que adoptaron a Jimin y a Taehyung el mayor del matrimonio Kim decidió trabajar desde casa para poder dedicarse mejor a cuidar de sus pequeños, no es que creyera que su pareja no podía cuidarlos, sabía cuánto amaba a los niños pero a veces ese hermoso hombre con tiernos hoyuelos era un poco -demasiado- torpe además de que era muy susceptible a cualquier petición de los menores y es que no podía decirles que no cuando lo veían con sus ojitos de cachorros
Retomemos al presente, primer día de clases para los niños y los adultos a volver al trabajo, a excepción de un niño de cabello azabache que estaba a un año de iniciar su maravillosa vida escolar, esta sería la primera vez que Jungkook pasaría tantas horas sin ninguno de sus hermanos, no estaba acostumbrado al silencio en la gran casa así que claramente no pensaba alejarse de su papá
SeokJin amaba a su hijo, nadie que los conociera podía dudar de eso pero en este momento solo quería envolverlo en su manta azul de estrellas y que se quedara quieto por 10 minutos seguidos pero siendo sinceros aún así encontraría la manera de divertirse y hacer mucho ruido. Jungkook era un niño lleno de energía y si sus hermanos no estaban debía encontrar la manera de entretenerse
Mientras su padre escribía muchas cosas en la computadora apoyada en la mesita sobre la cama el niño peinaba el cabello ahora castaño del mayor, de una y mil maneras, paseaba por la habitación contando historias que aunque no tuvieran mucho sentido era gracioso escucharlo, por pequeño momentos se sentaba entre el cuerpo del adulto y el artefacto presionando la mesa jugando a seguir el ritmo de los dedos de su papá sobre el teclado, cuando comió y tomó de su biberón que aún usaba de vez en cuando estaba quieto pero en cuánto terminaba volvía a saltar fuera de la cama y correr en busca de algún juguete. SeokJin pudo tomar un descanso para comer cuando durante casi una hora el pequeño había caído dormido a su lado
-¿Recargando energía, pequeño? - susurró Kim mayor acomodando sus gafas mirando al niño dormido abrazado a su peluche de ese extraño pero lindo conejo rosado.
No hace falta decir que SeokJin apenas si pudo terminar a tiempo lo que sea que había estado escribiendo. Solo habían pasado seis horas sin el resto de sus hijos y ya sentía que toda su energía se había acabado; mientras se encontraba en la cocina preparando un pequeño postre para sus hijos con el más pequeño ayudándole, además de que a petición suya habían sido brownies
-¡Rico! -sonrió al escuchar el grito entusiasmado de su hijo que había esperado pacientemente a que la primera ronda del delicioso biscocho se enfriara para probarlo, en su cabecita su papá tenía manos mágicas, todo lo que cocinaba era delicioso
-Es muy sencillo con un cocinero tan bueno guiándome -Jungkook sonrió orgulloso mostrando sus lindos dientes que lo hacían parecer un conejito
El niño dejó olvidado su postre cuando escuchó la puerta abrirse y seguido de eso las voces de sus hermanos además de su papá, con ayuda de su papi bajó de la silla y corrió a saludarlos recibiendo muchos abrazos e incluso un par de besos en la mejilla de parte de Taehyung, Jimin y su papá Nam.
-¿Saliste temprano hoy? -volteó a ver a su papi Jin cuando este salió de la cocina para saludar a su familia y cubriendo sus ojitos cuando notó que sus padres pensaban saludarse con un pequeño beso, no es que le fastidiara, de hecho su corazoncito se sentía cálido al ver a sus padres quererse tanto pero a veces se ponía tímido a esas muestras de afecto e incluso cuando sus hermanos trataban de demostrarle cariño fuera de casa.
-Es el primer día de Taehyung y Jimin, además es justo que pasemos este día especial todos juntos -estiró sus bracitos hacia el moreno riendo cuando fue elevado en el aire, le gustaba mucho sentirse tan alto como su papá
-Entonces vayamos a comer, Jungkookie preparó una sorpresa -su papá lo bajó y el pequeño no pudo evitar sonrojarse al recibir abrazos y más besos de sus hermanos incluso Yoongi quién era el menos afectuoso le dió un beso en la frente y todos corrieron a comer a la cocina.
Apenas era el primer día pero ya estaban sucediendo grandes cambios para los Kim, en especial para el mayor quién pondría a prueba su paciencia y para el pequeño Jungkook quién necesitaría de mucha imaginación para pasar las mañanas sin sus hermanos
