Capítulo 4: ¿Sólo amigos?

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-Esto Nicco... Esto está muy mal-dije apartándome de el-Ven, conecta el ordenador, tenemos series que ver.

-Vale, vale... -dijo rascándose la nuca.

El fin de semana con Nicco pasó muy rápido, el domingo por la noche, antes de la llegada de mi padre a casa, Nicco se despidió de mi y otra vez, quedamos a pocos centímetros pero ambos sabíamos que estaba mal, él era mi mejor amigo y no quería romper esa relación, pero, Nicco me gustaba demasiado, no lo podía creer, no era muy de esas y me lancé, no quiero tener algo con el, pero, hacía mucho tiempo que no hablaba con alguien de esa manera ya que Vera pasaba de mí.

Estuvimos un par de minutos hasta que nos encontramos incomodos por la llegada de mi padre en cualquier momento.

-Ha sido increible pero, me tengo que ir, hablamos, llámame.

-Vale, mañana nos vemos.

Me encerré en mi habitación, me sentía fatal por lo que acababa de suceder, Nicco era mi mejor amigo ¿Y SI TODO CAMBIA? ¿QUÉ HARÉ? ÉL ERA MI ÚNICO APOYO Y AHORA POSIBLEMENTE LO ACABABA DE FASTIDIAR.

Quería llorar, pero en cuanto caí en mi cama, me ganó el sueño.

Eran las 3 a.m cuando me desperté, no tenía sueño, asi que cogí mi ordenador y empecé a registrar todas mis redes sociales. Cuando acabé, me puse a pensar, todavía no tenía sueño, cuando de repente, en mi cabeza aparece el rostro de Mateo, me sobresalté.

Mañana, es decir, hoy es lunes y me volvería a tocar con el lo que sería uns completa tortura para mi soportar sus clases.

Me volví a tumbar y esta vez si caí dormida hasta que mi alarma a las 7 comenzó a sonar, no sabía que ponerme así que rápidamente me metí en la ducha y me dí un baño rápido.

Hoy hacía calor, eran finales de Septiembre pero el tiempo seguía estable así que me puse un peto con una camisa de cuadros roja debajo con mis vans negras y muy insegura me dirigí al instituto.

No había quedado con Vera como solíamos hacer porque durante este fin de semana, ella ha estado pasando de los mensajes que le mandaba pero, no quiero ir detrás de ella, no quiero que esta vez sea así, no tengo porque decirla perdón sin haberla echo nada, esta vez no.

Nicco estába esperándome en mi taquilla.

-Hey- dijo mientras me daba un beso en la mejilla, no me daba verguenza ya que el de toda la vida me ha saludado así- Vera está preguntando por tí por todo el instituto- miré hacia un lado intentando de esquivar su mirada-Mira, ya si eso más tarde te acompaño a hablar con ella pero ahora, tienes que ir a tratar una cosa con Mateo- sonrió nervioso.

Entramos a clase, Mateo no me miró ni un solo segundo lo cual me molestó -Pero que mierdas digo, no me molesto, que se vaya a la mierda ese pedófilo-pensé.

Al acabar la clase, esperé un poco para que todos mis compañeros y me acerqué donde Mateo.

-Lo siento.

-¿El qué? -dijo mientras seguía hojeando unas cuantas hojas.

-Lo del otro día...yo, me encontraba mal.

-Da igual.

-¿POR QUÉ MIERDAS ERES ASÍ MATEO? ¿POR QUÉ ME TRATAS COMO UNA MIERDA Y LUEGO ME PIDES SALIR? Eres un estúpido.-salí de la clase pegando un portazo cuando de repente una mano sujeta fuertemente mi muñeca haciéndome gemir de dolor.

-Ven-dijo y yo asentí.

Entramos otra vez en la clase y se volvió a sentar en su silla pero esta vez, se quedó mirándome.

-¿Qué quieres? Tengo prisa, he quedado para comer.

-Maya, lo siento por mi comportamiento, tienes que pensar que solo soy poco mayor que tu, que solo estoy de prácticas y que en cualquier momento me puedo ir de aquí dependiendo de vuestros resultados académicos y bueno, la cosa no pinta muy bien, lo que vengo a decirte es que no quiero hacerte daño y sé que prácticamente no nos conocemos pero Maya, no sabes las ganas que tengo por conocerte, eres enigmática, tengo curiosidad por conocerte y te juro que como alguien esté escuchando esto, me meten a la cárcel pero Maya dame una oportunidad, ¿qué te parece?

-Vale... ¿Qué te parece de quedar en el puerto?, hay unas vistas preciosas desde allí.

-Me parece genial, y ahora vete, que tienes que comer- rió.

-Adiós.

-Adiós.

Sentía mariposas en el estómago y no me gustaba, no quería volver a enamorarme.

Me subí al autobus, esta vez sin música para poder así escuchar mis propios pensamientos.

Llegué a casa y me hice la comida, esta vez para dos, hoy vendría a comer conmigo o eso se suponía por que no apareció en ninguna parte lo cual tuve que comer sola, hasta que sonó la puerta...


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Nicco en la multimedia ahre

¿Amor? ¡Eso es de idiotas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora