Bajamos abajo, todo estaba listo, mi padre estaba charlando animadamente con una mujer de unos 50 años, la madre de Mateo, era rubia, delgada y cuando pude ver su cara, me fijé en lo bastante hermosa que era , sus rasgos faciales se parecían mucho a los de Mateo sólo que la mujer era de ojos claros y Mateo era de ojos oscuros.
A su lado, estaba sentado un chico mirando un movil, llevaba puesto una camisa vaquera, con unos pantalones ceñidos negros , era Andrew, el hermano de Mateo. Era muy parecido a Mat, era castaño, pero de un color mas oscuro que su hermano mayor, sus ojos eran de un fuerte marrón y a decir verdad, era muy guapo, algo diferente a su hermano pero los dos eran bellos a su manera.
-Anda ya bajabais, Nadia me ha contado que sois muy buenos amigos ¿es verdad?- dijo mi padre y yo asentí. Miré a Nadia, estaba sonriendo y me guiño su ojo izquierdo - ¿y tú eres Mateo no? - asiente - me alegro por fin que mi hija haya traído un amigo nuevo a casa, estaba harto de sus amigos, son horrorosos.
-No vuelvas a hablar así de Nicco y de Vera, no eres quien para hablar así de ellos.
-Maya para-me regaña Nadia.
-Ay Maya, lo digo enserio, Mateo parece un buen chico, y aunque sea un chico, me han hablado muy bien de él.
-Estúpido- susurré.
Empezamos a cenar, la cena transcurrió tranquila, estaba sentada al lado de Mateo y de Nadia. De vez en cuando, cuando mi padre soltaba un comentario estúpido, Mat me daba la mano y me relajaba bastante, si no fuera por él, mi padre se hubiera comido el puré de patatas con la cara.
-Estoy harto de esta cena, ¿podríamos irnos de aquí por favor?- susurró Mateo en mi oreja, asentí.
-Señor padre -dije con ironía- ¿podemos salir a dar una vuelta Mateo y yo afuera?, hace buena noche hoy.
-Vale, cuando esté el postre os llamamos.
Mateo y yo salimos de allí pitando, una vez fuera empezamos a reir como dos focas al recordar todo lo que estaban hablando nuestros padres. Resultaba incómodo, nuestros padres iban al mismo instituto , Verna, la madre de Mateo y mi padre eran mejores amigos hasta que la familia de Verna se mudó al extranjero y perdieron el contacto, no se cómo mierdas esa señora aguantó tanto tiempo al insoportable de mi padre.
-Es extraño, les hemos vuelto a juntar después de tantos años les hemos juntado -se rasca su nuca y me mira fijamente- Si se imaginaran lo que están haciendo sus hijos juntos- suelta una carcajada.
-Pero tu y yo no somos nada.
-De momento May May, de momento.
-Lo que tú digas pero, yo no salgo con tíos como tú.
-¿Cómo yo? ¿Así de perfecto? -dice repasando sus caderas con sus manos sensualmente.
-No, son los chicos como tú Mat los que más daño hacen. El amor es para cuatro subnormales que tienen que llenar sus vidas con alguien, son incapaces de vivir solos. Mira, yo llevo tanto tiempo sola, que he aprendido a convivir conmigo misma, suena raro pero, aveces es mejor que estar con alguien el estar contigo mismo.
-Maya, dame una oportunidad.
-No-digo seria.
-Eso no decías cuando me besabas.
-Estúpido.
-Orco.
-Infeliz.
-Te quiero.
-Te odio.
-Por más cosas que digas, te conquistaré sin que tú te des cuenta.
-Inténtalo, no vas a ganar nada.
-Eso lo dices tú enana.
-Mateo para -le ordené cuando se acercó peligrosamente a mi boca.
-Nadie me lo va a impedir -en ese instante, mi mano impactó sobre su "linda" cara.
-Eso si -di una vuelta sobre mis talones y empecé a dirigirme hacia mi casa hasta que una mano agarró mi brazo, giré sobre mis talones quedando a pocos centímetros de Mat.
Mat puso sus dos manos en cada lado de mi cintura y me atrajo más a él, estábamos a punto de callar nuestras respiraciones agitadas con un beso, cuando una tos nos interrumpe.
-Conseguiros un hotel- me giro y veo a Andrew, es la primera vez que le escucho hablar, durante toda la cena ha estado muy callado, y ahora que escucho su voz, me doy cuenta de lo sensual que suena.
-¿Se te ha perdido algo cara mono?
-Si, tu gracia, llevo buscándola desde que nací.
-Calla Andrew que cuando tú te vas a nuestro cuarto con la guarra de Brenda, yo no te digo nada. ¡Y a saber lo que habréis echo en mi cama!-Andrew sólo se limita a echar una carcajada mientras que a Mat se le está subiendo toda la sangre a la cara.
-Espera -dije yo divertida- ¿Compartis habitación? -asienten-tenéis ya edad para tener vuestro propio piso y teneis que compartir habitación -volví a reir y los dos me echaron una mirada asesina, la cual me divertió bastante.
-Nuestra casa es muy pequeña y no todos podemos permitirnos una mansión- dijo serio Mat.
-Pero si mi casa es enana.
-Pues para nosotros tres, esta casa es enorme.
-No le mientas a la chica -se acerca Andrew aún más a nosotros- nuestra casa es muy grande sólo que desde que nacimos, vivimos en el mismo cuarto-me explicó Andrew.
-¿Y cuántos años os lleváis? -pregunté curiosa, la verdad es que Mat y Andrew son iguales, es decir se parecen en el aspecto y parece que no hayan años de diferencia entre edades, Andrew era demasiado grande para ser el pequeño.
-No nos llevamos años, ni meses, más bien, no nos llevamos ni una hora, somos mellizos. El idiota de mi hermano se adelantó cuando me tocaba nacer, hizo un movimiento brusco, retrasando mi parto media hora más y haciéndome pasar dos semanas en la incubadora por riesgo de muerte.
-No le creas, lo que le pasa es que me tiene envidia por ser el mayor de los dos.
-Ajam- dije tratando de entender todo cómo si fuera estúpida.
-Y a todo esto Andrew, ¿a qué mierdas has venido aquí?
-Mamá y Josh se han ido a tomar algo, y creo que nosotros también podemos.
-Crees-replicó Mat.
-Chicos no puedo, no soy lo totalmente adulta para beber.
-Nosotros todavía no tenemos 21.
-¿Entonces?
-Tenemos una vieja amiga en una conocida discoteca, y te aseguro de que nos dejarán entrar, no sería la primera vez que lo hacen-miré a Mat, él sólo me dedicó una sonrisa y yo sólo acepté.
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Muchisimas gracias a Anastasiatasou por la portada, es perfecta.
Capítulo dedicado a las chicas del grupo de Disasterology
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¿Amor? ¡Eso es de idiotas!
Novela Juvenil-Pero tu y yo no somos nada. -De momento May May, de momento. -Lo que tú digas pero, yo no salgo con tíos como tú. -¿Cómo yo? ¿Así de perfecto? -dice repasando sus caderas con sus manos sensualmente. -No, son los chicos como tú Mat los que más daño...