-¡¡¡TERMINE!!!
Los gritos de júbilo de un joven adulto de pelo negro resonó en las 4 paredes de su departamento mientras lanzaba el control de su consola al otro lado de la sala, festejando que finalmente había terminado con su ardua labor.
Completar el juego Otome de su hermana.
Habían sido casi 5 días desde que esta tortura había comenzado, todo porque esa pequeña tonta no podía pasarse el juego en los elementos no relacionados con las interacciones y diálogos, pero que eran imposibles saltarse para poder avanzar.
Levantó una cerveza en victoria. Esta había sido una de las tareas más tediosas, más que nada por los diálogos que luego de la tercera ronda se dio el lujo de saltarse la mayoría, tenía que dar gracias a algunos sitios de guía que le dieron consejos para poder sacar las últimas banderas indispensables.
-Y gracias a eso... ¡no te tengo que ver otra vez!- Dijo apuntando a la caja del juego.
No odiaba este juego, pero definitivamente no volvería a jugarlo. Fue una sorpresa que este haya sido creado por una compañía que se había dedicado con anterioridad a hacer juegos de mechas.
Si, los mechas estaban incluidos en el juego Otome, pero seguía prefiriendo los otros de la franquicia.
De pronto todo quedó en penumbras.
-¿Un apagón?- Pregunto al aire antes de salir al balcón de su departamento.
La brisa fresca golpeó su cara con sus ojos ojerosos por sus largas horas de trabajo mientras que el olor del océano llegó a su nariz haciendo que una sonrisa se extienda en su boca. Extendió sus brazos casi como dándole un abrazo a esta ciudad antes de darle un sorbo a su cerveza al recordar cómo llegó hasta aquí.
La ciudad de Atami.
Se había graduado de la universidad hace ya unos años con un título de Ingeniería Nuclear, y se le había dado la posibilidad de trabajar en lo que sería el mejor lugar posible para eso. Y ha comenzado con las practicas básicas sobre la energía Foto-atómica para que en los próximos años poder tener un puesto de científico real.
Levantó nuevamente su cerveza en saludo al comprender la razón del apagón mirando a lo lejos a las faldas del Monte Fuji donde se encontraba su amado lugar de trabajo.
El Laboratorio de Investigación Foto-atómico.
Un edificio de color blanco que gracias a dos estructuras en la parte superior daba la ilusión de parecer una pirámide aunque de forma frontal no lo sea así con varias torres en toda la zona
Estos eran los últimos momentos antes de que se realicen las pruebas finales para la implementación práctica de la energía Foto Atómica y darle potencia a todas las máquinas de la ciudad de un modo limpio y sustentable.
Se metió dentro de su departamento nuevamente, sabía que podría dañarse los ojos si miraba la prueba final directamente. Así que mejor seguía las indicaciones que les dieron antes de darles vacaciones.
Fue una semana infernal donde trabajaron turnos dobles hasta el agotamiento para tener todo listo, además de la paga extra les dieron 2 días extras de descanso siendo así un total de 4 días para descansar con el fin de semana.
Fue en este momento que su hermana pequeña vino, pidiendo el favor de que complete el juego. llegando amenazarlo ligeramente con algo que no tenía nada que ver.
Resulta ser que esa pequeña granuja usaba su antigua habitación para ocultar su colección de BL y su madre lo encontró cuando limpiaba. Al ser la niña de oro de sus padres le creyeron cuando ella le dijo que todo eso era de él, esa hubiera sido una conversación interesante de no ser porque no tenía tiempo para cuando intentaron llamarlo.

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Poder Mazinger en un juego Otome.
Science Fiction12,000 años han pasado y todo a cambiado hasta ser un calco de un juego Otome que su hermana lo obligo a terminar. Ahora las fuerzas de Mikene asomaron una vez su cara y solo el emperador que supera a dios y derrota al demonio podrá traer la luz que...