El Trato

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Leon recobró sus sentidos por segunda vez este día, abrió y cerró la boca encontrándose con la asquerosa sensación de la bilis de su estómago que había subido mucho más arriba de lo que debería haber estado. Pero para su situación actual podría decir que le había salido bastante barata en relación a la tensión que había estado recibiendo por su propia culpa.

Se levantó del suelo de la sala donde había estado la última hora practicando sus habilidades en el simulador.

Se limpió el rastro de su desayuno de la comisura de su labio y miró alrededor buscando lo que necesitaba, recordando un poco lo que había estado ocurriendo estos últimos días. Finalmente encontro lo que estaba buscando tras otra puerta de color claro.

El baño.

Sin dudarlo comenzó a limpiarse el rastro de desperdicio de su persona.

La operación con los Nanobots había sido un éxito pese a su desmayo, ya hace 5 días de eso. De los cuales dos se había dedicado por completo a dormir, teniendo que sostenerse a base de sueros intravenosos; el tercer día se dedicó a recobrar fuerzas y alimentarse; finalmente en el cuarto comenzó su entrenamiento.

Lo primero en realizar fue una prueba para determinar su nivel básico de resistencia a las fuerzas g que tendría que soportar, luego su nivel de fuerza y tiempo de reacción.

El primero era casi nulo, podía recordar que nunca fue particularmente un fan de las montañas rusas; su fuerza muscular de momento no era muy diferente a la que tenía hace una semana y en relación al último si podía decir que había una ligera mejora.

-Bien, vamos con el siguiente paso.

Tomó un balde del piso del baño y una mopa, esto era lo que necesitaba para limpiar el desastre que hizo en la sala anterior. remojando y enjuagando el artículo cada pocas pasadas para que pudiera volver a repetir el proceso.

-Lava, enjuaga y repite.

Después de la segunda vez, esta se había convertido en una actividad casi relajante. Pero no pudo evitar ponerse a pensar en lo que ha estado ocurriendo con él.

En estos momentos su cuerpo está muy débil por la operación, la cual fue de alto riesgo y muy intrusiva. Puede que físicamente esté bien ahora, pero seguía delicado. Minerva le había dicho que pasara un tiempo para que los nanobots aprendan sus patrones de pensamiento y que estos sean capaces de responder con la mejor eficiencia.

El humano dejó la mopa a un lado y salió de la habitación, en busca de quien controlaba este lugar.

No pasó mucho para encontrarla en la habitación que será el centro neurálgico de la Fortaleza Científica Espacial.

Una habitación de unos 135 metros cuadrados, aunque la mayoría de estos estaban siendo ocupados por los servidores que daban soporte a todas las funciones básicas de la base espacial y frente a todas estas estaba un tablero de control con múltiples pantallas, a su vez frente a este se encontraba Minerva.

La esfera estaba siendo sostenida por un brazo mecánico desde el techo, mientras que desde la parte inferior múltiples cables salían de esta y se conectaban con la consola principal.

-Como lo estas llevando?- Pregunto el humano entrando en la sala.

Las pantallas en negro cobraron vida con un parpadeante destello, en medio de estas aparecio un circulo de color azul muy cimilar al ojo de la esfera que habia ayudado todo lo posible hasta ahora.

-Tengo que decir que es... una sensación extraña... ¿Puedo sentir siquiera?-Preguntó Minerva con su voz hablando desde las pantallas principales.

Poder Mazinger en un juego Otome.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora