Poder Mazinger en un juego Otome.

El Ultimo vuelo de los 100 Puños Atómicos

Se dice que la academia es un lugar donde se imparten las materias con la mayor dedicación por los profesores con los más altos títulos en relación a sus campos, todo para impartir el conocimiento a las mentes dispuestas de los más jóvenes para el beneficio del país en un futuro próximo.

Pero la realidad es que muchos de estos jóvenes poca y nada de importancia le daban a las materias, llegando a pagar para que hagan sus tareas o bien pagar para pasar de año sin esfuerzo alguno y al mismo tiempo sin aprender nada.

Realmente, estos apenas prestaban atención a las clases, la mayoría de los profesores toleraban estas conductas pues al menos lo hacían en silencio.

Tic tic tic tic tic tic tic tic

El profesor de matemáticas de los estudiantes de primer año gruñó levemente dejando de lado la tiza y alejándose del pizarrón, se giró de los números que estaba escribiendo y dirigió su vista a los estudiantes distribuidos en el salón de tipo auditorio, más concretamente a un par de ellos.

Bueno, técnicamente solo uno de ellos estaba matriculado.

El adulto miro al estudiante Leon Fou Battleford, el cual estaba tecleando rápidamente una serie de datos desconocidos en un aparato extraño, de forma rectangular en un color plateado, plegable en 2 para hacer algo parecido a un libro electrónico.

A su lado se encontraba su Maid personal, una semihumana tigre que escribía en su cuaderno.

Si para algunos era de mal gusto el siquiera estar en la misma aula con un ser como ella, la felicidad del profesor en encontrar a alguien que verdaderamente se interese por su materia habría superado sus prejuicios con creces. Aunque tenga que mantener cuidado con sus reacciones para no dar malos entendidos, caso contrario era el "Amo" de ella.

-Señor Bartford.-Comentó el maestro intentando llamar la atención del estudiante de cabellos negros.- ¿Podría explicarme qué es tan interesante como para mantener su atención lejos de la clase?

Leon solo le dio un vistazo al maestro y a su pizarra antes de volver a teclear en su laptop más códigos numéricos.

-Estoy realizando la programación de un sistema de apoyo que servirá de copiloto para las unidades en masa que estoy rediseñando para el reino, en reemplazo de las basuras que pilotean actualmente.

Dicho esto, sacó del bolsillo de su chaqueta un pequeño objeto circular no más grande que su puño cerrado y lo conectó a la máquina donde comenzó a teclear nuevamente ignorando por completo las cejas levantadas de algunas personas.

Crack

Aunque no todas las personas se sorprendieron desde su ignorancia hubo un pequeño grupo que más que asombrarse se sentían más indignados por la última parte del comentario

La principal fue la conocida como Helena Von Weiss, la hija legítima de Roderic y hermana de Victoria, la actual sirviente de Leon.

Ella se permitió mostrar su claro enojo cuando el lápiz que sostenía en sus manos se quebró apenas escuchó el insulto al trabajo de su familia, ya que por generaciones han sido ellos los encargados de los nuevos diseños de las armaduras y las mejoras de los mecanismos.

Así mismo, sus seguidores tampoco estaban felices pues sus familias también habían participado en las creaciones de las armaduras actuales en diferentes medidas y en áreas muy específicas para obtener la calidad actual.

Helena miró con dagas al dúo del Conde y su "hermana", le daba asco el siquiera pensar en llamarla así. Aún no sabe cómo es que su padre pudo haber terminado con una.... Bestia como esa.