Después de que Yuri se fuera, el plan inicial era irse a dormir, pero, Yor lo que menos tenía era sueño, quería seguir bebiendo pero en compañía de alguien.
Y que mejor que Loid, su esposo.
Fue bastante difícil convencerlo, pero al final término accediendo pensando que solo serán unos pocos tragos.Al fin y al cabo ¿Que podría salir mal?
La respuesta era TODO
La noche fue agradable para ambos, más para Loid que ya hacia bastante tiempo que no se relajada asi y menos en compañía de alguien ya que su trabajo como espía no se lo permitía. Fue reconfortante hasta que llego la hora de dormir
Debido a que sus camas estaban juntas por la inesperada visita de Yuri y ellos bastante ebrios, optaron por dormir juntos para no hacer mucho ruido al recorrer las camas,ya mañana tendrían tiempo para acomodarlas
Lo que se planeaba ser una noche de descanso término en una plática profunda sobre la vida que les ha tocado vivir, esto los llevó a un abrazo, después a un beso seguido de unas caricias un poco subidas de tono para terminar en algo no apto para menores
A la mañana siguiente, el primero en despertar fue Loid, gracias a los rayos del sol que entraban por la ventana de una habitación la cual no era suya
Fue desconcertante ya que no recordaba nada de lo que pasó después de que el Briar menor se retiraraEstaba intentando hacer memoria de los sucedido hasta que noto unos movimientos en su lado izquierdo seguidos de un grito ahogado. Rogo por su vida que no sea quien el piensa mientras giraba su cabeza para asi, confirmar lo que más temia
Ahí, a su izquierda se encontraba nada más y nada menos que Yor Briar, desnuda, con los ojos muy abiertos mirándolo fijamente, con la cara completamente Roja que la hacia parecer pariente cercana al tomate.
Sostuvieron por un buen rato el contacto visual, sin saber que decir o que hacer mientras estaban sumidos en un silencio muy incómodo–Loid – habló finalmente la azabache sin dejarlo de mirar – ¿Que fue lo que pasó anoche?
–No tengo idea – contestó el Rubio después de un rato