Esta mañana desperté sola, cuando ví que Mitsuya no estaba a mi lado. Me sorpedi mucho al no verlo ahí porque siempre en cada mañana el ha estado conmigo.
Desde que dejamos cierto problemas a un lado Mitsuya y yo tomamos la decisión de vivir juntos, no en departamento mucho menos el suyo.
Nos estamos quedando en uno cerca del apartamento de Hina. Estamos viviendo como una pareja que llevan años de casados, aunque no sea así no tengo ningún inconveniente con eso. De desayuno solo me preparé unas tostadas, me cambié e hice todo lo que normalmente suelo hacer antes de ir a la tienda de mascotas en la que por cierto, aún trabajo.
Le avisé a keisuke que llegaría un poco tarde porque en estos momentos tenía una visita.
Nihan, si ella estaba aquí.
-¿Entonces las cosas van bien en tu matrimonio?.- pregunté con la intención de tener un tema el cual hablar.
Lo cierto es que teníamos tiempo sin vernos, hablábamos por llamada pero no era la gran cosa.
-Pues no tengo que quejarme, estoy con la persona que más amo.- respondió.
-Que bueno y a qué se debe tú visita.
-Por supuesto bien estaba pensando en que quizás podrías remplazarme.
-¿Remplazarte? ¿En qué o que?.- pregunté algo sorprendida.
-Ya sabes, con las sesiones de fotos.- dijo bien fresca.
-¿Estás loca? Obviamente no haré eso.
-¿Por qué no? Si tienes todo lo que se necesita, además no es algo que no hayas echo antes.
-No me gustan esas cosas, además recuerda que ahora estoy viviendo con Mitsuya, mi novio llega a casa tarde y muy cansado ¿Te imaginas si en una de esas llega y no me ve porque estoy en una sesión de fotos? Se volvería loco.- estaba bromeando.
-Seguro, pero si quieres yo podría hablar con el.
-Como crees? Obvio no.
-No entiendo porque no quieres aceptar, la paga es muy buena.
-Eso lo sé, pero solo es que... Eso no es algo que me apasiona hacer.
-¿Y estar en la tienda de mascotas si?.- se cruzó de brazos.
-Obviamente, ¿Y a qué se debe tú repentino interés por querer que te remplace.
-Quizas... Estoy pensando en descansar un poco, dedicarme a mi vida como esposa y-
-¿Estas pensando hacerlo definitivo?
-¡No! Yo solo quiero ser alguien normal, quiero tener una vida normal a lado de mi esposo, pero mi mamá no entiende eso.- dijo con un tono de casi llegar a la frustración.
-Es fácil decirle.- la motivé.
-No lo es, ella no me entiende...
-Si, si lo es y creo que deberías hacer lo que tú quieras no lo que ella quiere.
-No es facil...
-Oye tranquila, se que encontrarás la forma de decirle a tú mamá, bien ahora, debo irme se me está haciendo muy tarde.
-¿Tarde? Pero si siempre llegas tarde.
-Aunque no lo creas últimamente he estado llegado temprano.- me justifiqué.
-Imposible.- no quería creeme
-¡En serio!.- insistí
-Bien, entonces...
