Play With Me [Steve Harrington y T/N]

Chapter 1: El inicio de un final

Había llegado a la secundaria junto a Barb hace varios minutos, reíamos de cosas sin sentido mientras buscaba con la mirada a mi novio pero este no se encontraba a la vista.

—Así que, ¿Nance está con un chico desconocido?— le pregunté a Barb y ella asintió con una sonrisa—. ¿Quien puede ser para que no nos de su nombre?

—No lo sé, pero ella parece muy entusiasmada con esto.

—Bueno, Nancy tiene eso de ponerle más misterio a las cosas de lo necesario— comenté y ví a la mencionada a lo lejos—. Allá está. Hey Nancy, ¿Has visto a Steve?— le pregunté mientras ella guardaba sus cuadernos en su casillero—. Creo que ya lo busque en todos lados.

—¿A Steve?— pregunto nerviosa— No, no lo he visto.

Ella cerró la puerta del casillero haciendo que se le cayera un papel que me apresure a recoger, le di un vistazo rápido al reconocer la letra.

—¿Por qué Steve te pide que lo veas en el baño?— dije borrando mi sonrisa de pronto, Nancy titubeó sin responder—. ¿Es él no? ¿El chico del que le hablaste a Barb?— sonreí con sarcasmo al ver cómo Nancy miraba a Barb buscando ayuda—. Por eso no lo querías decir.

—No, seguro solo es un mal entendido, ¿No, Nancy?— respondió Barb.

—Si, no sé que es lo que quiera Steve— dijo Nancy rápidamente—. Nunca te haría eso, ___.

—Claro...¿Por qué no vas y te espero afuera, Nancy?

—No creo que sea importante, si tiene que decirme algo, me buscará.— respondió para luego irse a clase.

—Deberias ir al baño y encarar a Harrington, ___.

Asentí al consejo de Barb, ella sonrió y se fue a su salón, caminé hacía los baños y entre al de mujeres encontrándome con Steve allí, él tenso su mandíbula y forzó una sonrisa.

—¿Qué haces aquí, Steve?

—¿Aquí?

—Baño de mujeres.

—Oh, ¿Este es el baño de mujeres? Maldición, me equivoqué.

Él se acercó a la puerta para salir.

—¿Que le ibas a decir a Nancy?— dije rápidamente para que escuchará.

—¿Disculpa?—. Se detuvo con la mano en la manilla.

—Vi la nota.

—Cariño, puedo explicarlo, yo... No puedo explicarlo de hecho.

—¿Desde cuándo te ves con ella?

—__, tenemos clases ahora.

—¿Desde cuándo te importan las clases, Steve?

—Me he visto con ella un par de veces, nada importante.

—¿La besaste?— mi voz salió cortada y Steve agachó la mirada cerrando los ojos—. Lo hiciste.

—Lo siento, en serio, ___ no fue mi intención, no sé en qué estaba pensando, fue algo sin relevancia.

—Nunca vas a cambiar, Harrington.

—No me dejes, por favor.

—¡Llevamos juntos desde primaria, Steve!, ¿Cómo pudiste?, ¿No pensaste por un momento en mi cuando lo hiciste?. Jamás he amado a una persona que no seas tú.

—No quise hacerlo.

—Oh si, te creo— dije con sarcasmo—. ¿Por qué querrías cogerte a la mejor amiga de tu novia? Vete al carajo, Steve.

Le empuje alejándolo de la puerta para poder salir, afirme mi mochila con fuerza mientras salía de la secundaria.

—Señorita Munson, no puede retirarse.— dijo el portero tratando de detener mi paso—. ¡Señorita Munson!

Comencé a correr hacía la nada, me senté bajo un árbol cuando perdí el sentido de la orientación, tome aire antes de comenzar a llorar y gritar de impotencia. Habían pasado varios minutos, quizás horas, cuando me calme y comencé a escuchar ramas y hojas moverse llamando mi atención, una mujer salió detrás de un arbusto y reconocí rápidamente.

—¿___?

—Señora Byers.

—¿No deberías estar estudiando?

—¿Y usted trabajando?— ella asintió con una sonrisa preocupada—. ¿Paso algo?

—¿Has visto a Will pasar? Anoche no llego a casa y con Jonathan no lo hemos visto desde entonces.

—No, no lo ví pasar, lo lamento.

—Si lo ves avísame, por favor, Will te tiene mucho afecto.— era cierto, cuido de Will cuando su familia no está, pero a diferencia de muchos niños con sus niñeras, Will tenía una gran admiración y amistad conmigo—. ¿Estás bien? Estás lejos de la secundaria y de tu casa, y de la casa de Harrington.

—Estoy bien, Joyce, gracias por preguntar. Si llego a saber algo de Will, te informaré.

—Gracias, __. ¿Segura que estás bien?

—Si.

Me levanté tomando mi mochila y caminé fuera del bosque, tomé rumbo hacia mi casa, afuera estaba aparcado el BMW de Steve, y él se encontraba sentado en el porche con la cabeza apoyada en la puerta, cuando me vio se levantó rápidamente y corrio a mi lado.

—Por favor tienes que escucharme, cariño.

—No me llames así, Harrington.

Él me tomo de los hombros para evitar que siguiera caminando.

—Te amo...mirame a los ojos y dime qué tú no sientes eso por mi y me iré, __.

Cerré los ojos con fuerza evitando llorar frente a él, aunque ya se habría dado cuenta que lo hice antes, subí mi vista a sus ojos y ví su expresión de preocupación.

—Me rompiste, Steve, uno no rompe a las personas que ama.

—Dime que no me amas.

—Lo hago, pero si me amaste alguna vez, por favor, alejate de mi.

Él dejó caer sus manos por mis brazos lentamente como si estuviera procesando la información en su mente una y otra vez.

—Lo siento.

Dijo aquello en un susurro antes de alejarse de mi por completo, inmediatamente sentí el vacío y el frío de su falta, lo vi subirse a su vehículo y marcharse, dejándome hundida en mis pensamientos y tormentos, marcando el fin de un nuevo comienzo.