-Ikuto-
Esta era la última semana de Hanako en México, por lo que quería que le pidiera a Alex que nos llevara a más sitios para conocer, no estaba muy seguro de querer salir con Alex a algún lado por lo que había pasado el otro día, pero seguramente él ya ni siquiera se acordaba o no le importaba.
Así que fingiendo indiferencia con el tema acordamos ir esa tarde del miércoles a un parque donde nos había contado que tocaban música y la gente iba a bailar y comer churros, elotes o esquites.
La idea no sonaba mal y a Hanako pareció emocionarle, más por lo de los churros y esquites, ya que los segundos le habían gustado mucho cuando nos dió a probar en la feria.
Por otra parte los churros ella no los había comido pero yo si cuando vivía en España, estaban realmente buenos, él nos había dicho que vendían unos rellenos de chocolate, cajeta y mermelada, de tan solo oírlo se me había hecho agua la boca.
–¡Alex-kun!–corrió en su dirección al verlo parado frente al establecimiento en el que habíamos acordado encontrarnos, el al vernos también se acercó a nosotros
–hola–nos saludó con la mano sonriendo
–hola Alex-kun–le saludó Hanako alegremente
–hola Alex...–forcé una sonrisa algo desanimado pues por mucho que lo intentase no dejaba de sentirme mal por lo ocurrido dos días atrás
–¿no les costó mucho encontrar el sitio?–preguntó preocupado
–no, no te preocupes–le dije y asintió volviendo a sonreír con esa sonrisa que por más que intentase no dejaba de parecerme linda
–bueno, ¿les parece si vamos por esos churros?
–¡si!–respondió Hanako con emoción y yo solo asentí, seguido de esto caminamos una cuadra hasta llegar al establecimiento donde vendían los churros
–¿de que van a querer?–nos preguntó mientras nos formábamos en la fila que no era muy larga afortunadamente
–¡relleno!–respondió Hanako con la misma emoción infantil que la caracterizaba, yo solo sonreí nostálgico al verla recordando cuando éramos niños, siempre se comportaba de la misma forma con todo
–¿de que?
–¡chocolate!
–bien–sonrió–¿y tú Ikuto?–me preguntó
–mm... igual relleno pero de cajeta–dije, según tenía entendido la cajeta era como le decían aquí al dulce de leche, por lo que ya la había probado antes y sinceramente me gustaba bastante
–genial, así es como más me gusta a mi–comentó aún sonriendo y yo solo asentí alegrándome internamente
Luego de que la persona frente a nosotros residiera su pedido nos dispusimos a hacer el nuestro. Alex ordenó las tres ordenes de churros, luego el pagó lo suyo y yo pagué por el de Hanako y mío, segundos después nos los entregaron y salimos del establecimiento.
Al salir cruzamos la calle donde estaba el parque y Alex nos dijo que nos fuésemos a sentar en una de las bancas ahí puestas para comer los churros.
Cada orden contenía tres churros por el precio de 40 pesos al ser rellenos, que serían como 2 dólares, me parecía bastante bien.
Aunque lo importante no era el precio sino el sabor, así que procedí a darle una mordida a uno de mis churros, sintiéndome en el paraíso al saborearlo, estaban bastantes buenos, si ya de por si los churros son buenos con la cajeta eran la gloria.
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No quiero irme de tu lado (BL)
RomanceAlex es un chico normal como cualquier otro, tiene buenas calificaciones, es amable, solidario y sincero, sin embargo no tiene ningún amigo, ya que todos solo se le acercan para pedirle la tarea o ayuda con el examen. Él se siente confundido sobre s...