Lobos Milenarios [CANCELADA]

XIII. La combinación de colores

SIENNA

Michelle: Y bieeeeeen Sienna... ¿qué hiciste anoche?
Mia: Eso, algo emocionante??? 😉
Erica: Prometemos no contarlo 🙊
Michelle: SIENNAAAAA
Michelle: 😫
Erica: Estoy a punto de salir por la puerta...
Mia: Yo me encargo de la bebida
Michelle: ¡salgo en 5!
Sienna: VAAAALE ¿Qué queréis que os cuente?
Michelle: TODOOOOO 👏
Sienna: Me recogió y me compró un vestido
Sienna: Fuimos a cenar al centro
Sienna: Luego me fui a casa
Mia: 😐
Erica: Estoy a punto de montarme en el coche...
Sienna: Ya os he contado todo lo queríais saber, perras
Mia: No, estás ocultando algo
Mia: Nada que contar sobre hacer guarrerías en el cuarto de las escobas?
Erica: 👀 ¡No sabía yo eso!
Sienna: Mira, puede que tonteáramos un poco
Sienna: pero no fue nada especial
Michelle: ¡Quiero detalles!
Michelle: ¿besa tan bien como parece?
Mia: 👅🐺
Sienna: Puaj. STOP
Erica: ¿Es grande? 🌶?🍌?🍆?
Sienna: Lo digo en serio. Basta.
Erica: Soy una loba sin pareja y con mucha Bruma 🙋
Michelle: tía ¿qué pasa?
Sienna: Nada, solo que no me gusta que convirtáis mi vida en vuestra telenovela particular.
Michelle: lo siento, creíamos que estarías más emocionada
Mia: ¿Qué estás haciendo ahora mismo?
Sienna: Estoy pintando en casa
Mia: Ven a vernos a Winton's perra!
Sienna: No estoy de humor
Mia: Venga, Sienna, estamos con planificaciones de 👰
Mia: Necesito tu ojo de artista
Erica: 🦄🦄🦄
Mia: Exactamente!!
Sienna: Bien, pero por favor no más preguntas
Mia: Prometido!
Erica: ¡Prometido!
Michelle: ...prometido 😉

SIENNA

Winston's estaba hasta arriba, como siempre. Aunque nadie se inmutó cuando entre, me sentía como si todo el mundo me mirara

Al principio estaba confundida sobre cómo las chicas se habían enterado de mi cita con Aiden. Pero estaba claro.

Si ibas al centro con el Alfa, todo el mundo se enteraba. Me senti muy avergonzada al repasar en mi cabeza los acontecimientos de la noche anterior.

Sin duda, alguien del restaurante había visto como se metia mi dedo en la boca.

Y sabia que no habíamos sido discretos al levantarnos de la mesa.

Me estremecí al pensar en los cotilleos que le habrían llegado a mi madre. Por suerte, todavía estaba en el trabajo y no iba a volver hasta la noche.

Las chicas estaban apiñadas alrededor de nuestra mesa habitual con montones de revistas de novias y el portátil de Mia.

Las ceremonias de apareamiento eran como las bodas humanas, pero aún más importantes, ya que los lobos se apareaban de por vida.

Mia era de familia numerosa, por lo que había acudido a muchas ceremonias, así que pensé que eso le haría más fácil la planificación de la suya propia.

Sin embargo, parecía perdida frente al abismo de las planificaciones.

Manchas de ketchup y mostaza cubrían las revistas y algunas páginas estaban rotas. Mia y Erica estaban buscando flores y restaurantes en el móvil y le iban mostrando a Mia lo que iban encontrando.

Mia se dedicaba a asentir.

Tenía el pelo color caramelo despeinado y recogido en una coleta.

Mia siempre cuidaba mucho su pelo y que lo llevara desaliñado era un claro indicador de lo estresada que estaba.

-Ahí está la loba tímida- exclamó Michelle con una sonrisa malévola.

Erica, haz sitio.

-Me alegro mucho de que hayas venido- dijo Mia, agarrándose la cabeza. Estoy totalmente desbordada. Necesitamos a alguien que sepa lo que hace.