Somos la suma de todo lo vivido

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Hace años que deseaba escribir un libro, sin embargo me costaba mucho hacerlo, antes no entendía las razones, pero ahora lo comprendo. En primer lugar me faltabas tú como inspiración y en segundo lugar necesitaba alcanzar la resiliencia. En esta etapa de mi vida siento la necesidad de ayudar a otras personas que están pasando por lo mismo que yo pasé y deseo mostrarte a ti, mi querida hija que siempre habrá una luz al final del túnel.

Te voy a tratar de resumir la historia.

Cuando cumplí 15 años perdí a mi madre debido a un cáncer de mama, y no solo eso, sino que cuando le detectaron el cáncer ella estaba embarazada. Murió tres meses después del parto. Mi hermanito fue una luz en esos oscuros momentos; sin embargo, también fue una gran responsabilidad. Para ese entonces, mis otros dos hermanos tenían siete y diez años, mi papá se hizo a cargo de nosotros, todos quedamos tan sumidos en nuestro propio dolor que no podíamos ver el dolor del otro.

Pasaron 4 años para que mi mente pueda asimilar esa realidad. Con diecinueve años estalló la crisis y empecé a llorar como si fuera el primer día. Cada día fue peor que el anterior, hasta que ya no me quedaron fuerzas para seguir y solo deseé estar muerta, aunque en realidad lo único que quería era dejar de sufrir. Hable con mi tía sobre lo que me estaba pasando y ella me ayudó a hacer una cita con un especialista y así fue como conocí a mi primer doctor.

Pero cuando me sentí mejor deje el tratamiento y tuve una recaída. Fue cuando volví al médico, y conocí a la doctora Snow. Desde la primera visita que le hice sentí que ella era diferente, ella podía sentir todo y me brindó las herramientas que me hacían falta para que yo pueda alcanzar la resiliencia. Después de unos meses con ella volví a sentirme mejor e intenté escribir mi libro, traté de recrear la historia, pero me falto darle una conclusión.

Hoy comprendo que en ese entonces me encontraba en las zonas de atención básica, (corporal, emocional, aprobatoria, preventiva). Solo ahora le puedo dar una conclusión significativa, ya que he pasado a las zonas de atención superior (aprendizaje, creación, servicio, misión).

Eso lo aprendí al leer el libro: "Volar sobre el pantano". Ese libro me marcó, te recomiendo que lo leas cuando termines este. Te voy a dar un adelanto para abrirte el apetito:

"Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo. Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno y él se dio cuenta de que iba a morir. En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado cómo volar, pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso."

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo o a morir.

Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importa los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA, para sacudirnos el cieno y volar ALTO y muy lejos del pantano.

Espero que después de leer la reflexión del libro te animes a leerlo. Ahora más que nunca comprendo que en la vida no hay fracasos, solo hay aprendizajes. Hoy miro hacia atrás y puedo sacar lecciones de cada crisis.


Luego conocí a tu padre, un joven de ojos miel, mirada tierna y sonrisa encantadora. Con una personalidad apacible y siempre dispuesto a ayudar de forma desinteresada. Su historia también es muy conmovedora, trataré de resumírtela:


Después de que nació, sus padres se separaron y al cumplir 2 años su padre lo llevó con una hermana de él y lo dejó allá. Aunque su tía lo maltrató mucho, el esposo de su tía fue como un padre para él, le dio todo el apoyo y el cariño que necesitaba. A pesar de estar sin sus padres durante toda su niñez siempre busco las formas de pasarla bien, él me cuenta que el lugar donde vivía era muy lindo, disfrutaba bastante de la naturaleza y tenía muchos amigos con los cuales podía jugar. En el campo donde él se crio, el esposo de su tía tenía muchos animales para criar, y a todos los hijos les asignaba parte de los animales para criarlos, a él también le asignaba sus animales para que los cuidara, al igual que hacía con los demás hijos, y eso era muy significativo para él, porque lo hacía sentir parte de la familia.

Él siempre pensó que su madre había fallecido, pero un día su abuela fue a visitarlo y le confirmó que su madre estaba viva, eso le devolvió las esperanzas de volver a verla. Cuando cumplió 12 años se enfermó gravemente y su madre acudió en su auxilio e inmediatamente después que la vio sintió tanta alegría; al fin pudo volver a ver a su madre y abrazarla, fue un momento indescriptible, su madre lo llevó con ella y lo ayudó a recuperarse. Una vez que empezó a vivir con su madre fue que empezó a asistir a la escuela por primera vez. Él luchó por sus sueños y logró terminar sus estudios, actualmente es un esposo y padre admirable. Sé que a él le encantaría contarte la historia en detalles.




En esta etapa de mi vida siento el deseo de impirar a los demás a superar sus temores e inseguridades y alcanzar sus metas. Actualmente soy maestra y más allá de impartir contenido a mis estudiantes, busco inspirarlos a dar lo mejor de sí mismos y alcanzar todo su potencial. Es por eso que me certifiqué como Neurocoach. Ahora uso las técnicas de la neurociencia y las aplico tanto al coaching como a la educación y de esta forma ayudarlos a explotar todo su potencial y lograr sus objetivos, porque en la misma medida que logro iluminar las vidas de los demás se ilumina la vida mía.
















Quiero que me sientas siempre

Trascendiendo las distancias

Quiero continuar presente

Impulsarte a abrir tus alas.

Quiero dejarte un legado

Mis tesoros más preciados,

Mis sueños, mis anhelos

Estarán siempre a tu lado.

Quiero que me sientas siempre

Más allá de las fronteras

Para que nunca estés sola

Oh mi amada Mariposa.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2022 ⏰

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Una carta para cuando crezcasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora