8. Real

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Despertó horas después sintiendo la boca amarga y los ojos irritados. Estaba acostado en su cama y solo entraba la luz del pasillo por la puerta abierta de su cuarto. Buscó su teléfono en su mesita de noche, pero no lo encontró ¿Cómo había vuelto a su departamento luego de trabajar? No lograba recordar mientras se afirmaba la cabeza tratando de incorporarse. ¿Había ido a trabajar siquiera? Chasqueó la lengua y comenzó a mover la cara interna de sus mejillas para movilizar ese horrible sabor que tenía para luego intentar levantarse, cuando notó que estaba sin ropa interior.

- ¿¡Qué carajo!? – dijo en voz alta mientras volvía a cubrirse.

- ¡Levi! – Farlan entró súbitamente a su cuarto encendiendo la luz y Levi apretó fuertemente los ojos- despertaste, menos mal...

- ¿¡Por qué no tengo ropa interior!?

Su amigo solo lo miró con gesto sorprendido.

- Te desmayaste. – dijo sin más.

- ¿ah?

- Eso. Te desmayaste antes de salir a trabajar. Estabas aquí con la camiseta puesta y la toalla en la cintura...– Levi hizo amago de incorporarse rápidamente, pero perdió un poco el equilibrio mientras buscaba sentarse en la cama- Ey ey, está todo bien. Ya conversé con Petra por tu ausencia, dijo que descansaras. – Levi se le quedó mirando con cara rara mientras Farlan abría uno de sus cajones- ponte tu ropa interior.

- ¿Dónde está mi teléfono? -masculló mientras se vestía bajo sus mantas.

- Ah, te lo entrego de inmediato, ten...

Levi puso ambos pies en el suelo y Farlan le entregó su móvil. Lo desbloqueó y se encontró de inmediato con la noticia de su nuevo compañero de trabajo.

- ¿Me desvanecí por leer esto? – Farlan se encogió de hombros, como si quisiese bajarle el perfil- qué me pasa.

- Cualquiera se sentiría impactado de trabajar así...

Releyó la noticia con más calma frente la atenta mirada de Farlan, luego volvió a dejar el teléfono en su mesita de noche y se quedó mirando el piso.

- Creo que me pone un poco ansioso saber esto. – aceptó sin rodeos.

- Es natural – lo tranquilizó Farlan.

- No podré resistir la ansiedad hasta el lunes. – se hizo un silencio antes de que Farlan formulara la siguiente pregunta:

- ¿Sientes como si... te gustase aún?

- Es ridículo pensar en eso – masculló aceleradamente Levi chasqueando la lengua y cambiando su semblante- es un tipo famoso y lo admiro, fin.

- Eres un profesional, Levi. Lo harás bien. – su amigo de inmediato puso paños fríos.

- Hubiese preferido saber el mismo lunes.

- El que se mete donde no debe, se entera de lo que no quiere...

- Encima falté al trabajo... - continuó hablando, ignorando a Farlan.

- Meh, una noche libre no te iba... ¿A dónde vas?

En un abrir y cerrar de ojos, Levi lucía vestido de buzo y zapatillas, listo para salir a la calle. Salió solo y una vez fuera, caminó por la fría calle hacia la avenida principal buscando si es que la cafetería que frecuentaba estaría abierta o no. Para su fortuna así fue, y pidió un té mientras se sentaba solo en una de las mesas para luego sacar su móvil y leer nuevamente la noticia en las redes sociales. En realidad, se sentía contrariado. No sabía qué pensar de lo que estaba a punto de hacer o de vivir, además de sentirse un debilucho por aquella reacción que acababa de tener al leer la noticia ¿Qué iba a hacer el lunes? ¿vomitar? No era la primera vez que se enfrentaba a un nuevo trabajo, pero sí era la primera vez que tendría un contrato grande para su carrera como actor de doblaje. Egresar del instituto y trabajar con un actor con años de experiencia en el área, famoso y además tremendamente guapo...

Escucho tu voz desde lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora