✧ Mi Querido Omega ✧ ➜•(HYUNMIN)•

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El cabello rubio volaba con el viento, su nariz perfilada se alzaban hacia el bonito y despejado cielo, abría los labios en un leve bostezo mientras se podían ver sus colmillo salir, estaba bailando sin música mientras corría emocionado por el pasto de aquel brillante parque.

Seungmin le miró, y mientras sus ojos recorría al infantil alfa, no pudo evitar sonreír, no podía decir si lo amaba porque ¿Realmente que era amar?, Pero algo había de cierto en que le parecía divertido e interesante, algo así como un juguete extraño que quería sostener entre las manos, quería seguir jugando con él, porque le place, porque es divertido.

Hyunjin no podía ser más feliz, estaba solo con Seungmin, sin el molesto de Changbin en el colegio, sin el molesto Minho mirándole mal por cada paso que daba, sin preocuparse por si tenía algo que comer, porque en la casa de Seungmin le daban buena comida, si la vida podía ser así siempre, quería vivir de esa forma, solo con su adorado Omega en ese parque solitario, con el sol escondiéndose de a poco tras los edificios de la ciudad.

--Siemrpe quise venir aquí-- dijo cuando ambos se sentaron a orillas del río.

--Yo igual-- dijo a secas Seungmin.

--¿No habías venido aquí?-- dijo curioso el chico abriendo los ojos.

--Sí pero acompañado de mi hermano, como soy bonito tenía miedo de que alguien me robara-- un silencio incómodo se colocó en el aire.

--Solo bromeó estúpido perro, claro que ya he venido, solo que quería venir contigo--.

Hyunjin lo miró, desde aquel día en su habitación, las cosas habían cambiado demasiado, ahora Minho ya no le gritaba o golpeaba, solo lo miraba con rabia, ahora Seungmin hablaba un poco más que antes y...

--Mi prometido llega mañana.

--Pero... Dijiste que él-

Tartamudeo no quería que aquella fecha llegara.

--No va a quedarse, está curioso de verte y de verme, al igual que yo no sabe quiénes somos, después de eso se marchará otra vez en unas semanas--.

Hyunjin no dijo nada ¿Había algo por decir? él solo era el perro de cruza, la mascota de aquella bonita pareja, lo único que pedía al cielo era que a quien preñara fuera a Seungmin, y ver al menos a sus cachorros un poco antes de ser lanzado fuera de aquella familia y nada más, después de todo ya vivir al lado del Omega ya era bonito premio para él.

El silencio gobernó de nuevo y unos labios chocaron contra los suyos, logro sacar un leve suspiro ante aquel leve e inocente toque de labios, para después dejarse llevar por la hábil boca de Seungmin, mordía sus labios mientras el alfa se sonrojaba con inocencia, aún no asimilaba bien lo de aquella vez, no sabía qué hacer.

Pero el Omega no freno, cubiertos por un cielo color naranja, el bonito chico que tanto adoraba le siguió besando, mordía sus labios, chupaba con lentitud la comisura de estos, de poco a poco empujaba sobre el alfa que algo asustado cayó sobre el pasto, ahora Seungmin montado sobre él le daba pequeños besos sobre el rostro, la frente, la cien, la mejilla, sus esponjosos labios.

--Joder amo tu cara.

Rió Seungmin de forma coqueta--Me excita la forma en que te pones rojo con sólo unos cuantos besos--.

--Lo siento-- dijo por mera costumbre.

--Mira que eres raro-- dijo el otro dejándose caer sobre el alfa, le besó el cuello, y se quedó a su lado por un largo rato.