°Cap 8°

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Tres semanas se cumplieron desde que trajo a vivir a él omega a su casa, sus madres no están enteradas de ello y tal vez dure un poco más de tiempo antes de que les contará la noticia.

Tenía pensado en visitar a un amigo de la infancia pero tenía que explicarle a Venti el motivo de su visita, Diluc fue quien solicitó que se encontraran al tanto de todo con el asunto de los fatuis gracias a su hermano Kaeya.

Solo era cuestión de tiempo para que todo empeorará y ellos lo sabían, tenía la casualidad de que al igual que él recordaba su vida anterior como un habitante de teybat, conservando su rencor hacia los fatui aún cuando ahora su padre estaba con vida.

–Iremos a la casa de un amigo- ambos se encontraban en la sala, Venti no tenía más el yeso pero tampoco era como si pedirá correr o hacer movimientos bruscos con su pie.

–¿Un amigo? Mmm... no estaría mal, ya estaba pensando que eras un viejo amargado.

–Sabes si no te conociera me sentiría ofendido.

No tenían nada que perder, solo esperaban un rato más para no ir tan temprano y darle un baño a Ganyu.

La sensación de tener a alguien más en la casa una presencia extra otorgaba un ambiente más cálido de lo que ya era y para qué negar que le empezaba a tomar cariño y no sabía la razón, tal vez era el radio con música alegre que lo despertaba desde temprano o la ayuda extra cuando cocina o limpiando la casa, también podría ser la carcajadas que ahora eran mucho comunes escucharlas, incluso el grupo de aves que esperaban pacientemente en la ventana de la cocina para comer las migas de pan que eran arrojadas por la otra persona junto con hija. Dentro de su rutina también se introdujeron algunos cambios más que molestarle le sacaron de su monotonía de buena manera, Ganyu no tuvo la necesidad de visitar a sus abuelas la insistencia de Venti pasar tiempo con su hija logró comprender que aun con su corta edad ella sentía el vacío de no tener a su padre tanto tiempo como debería, por tan solo un pequeño instante pensó que Venti era algo así como su figura materna.

Alrededor de la una de la tarde decidieron que era buena hora para ir a la casa de su amigo que para empezar no tenían una hora fija para su llegada, él vivía en una mansión de campo a las afueras de la ciudad lo que implicaba un viaje algo extenso.

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Ya estando afuera de la mansión el mismo Diluc fue quien los recibió, Venti miraba todo con asombro, para sí mismo no era nada nuevo durante su infancia y adolescencia pisó en muchas ocasiones el lugar en visitas con sus amigos. Diluc y Venti se presentaron mutuamente el pelirrojo no pudo evitar darle miradas curiosas a él más bajo siendo lo suficientemente discretas para que no lo notará, más claro no le podía quedar quien era.

Pasaron a la sala principal para sentarse en los sillones, té y galletas fueron traídas en el transcurso tanto su hija como su acompañante tomaban galletas al punto de llenarse la boca y mejillas con ellas, tan solo esperaba que el plato se terminará para decirle a Ganyu que fuera a jugar a fuera donde estaban unos columpios, la plática tomaría otro punto de visita.

–Que nuevas noticias tienes de los fatui.

–Espera él también está involucrado– el omega aún con galletas en la boca habló mientras apuntaba en dirección a su amigo.

–Sí aunque tampoco tengo los mismos problemas que ustedes, en tanto a información nueva no hay nada.

–Entonces cuál es el punto– el comentario del de trenzas más que ser una burla era un intento de calmarse a sí mismo.

–Exactamente ese es el punto los fatui comúnmente hacen sus movimientos de manera rápida y sigilosa nunca harían algo así como atacar y esperar tanto si fuera un ataque normal a la semana o menos tomarían cartas en el asunto.

Abismo (zhongven-omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora