°Cap 3°

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El primer día de trabajo llegó, era sábado por la mañana por que era obviamente gran día para empezar un trabajo, aunque si vemos el lado positivo por esa misma razón sólo trabajaría hasta antes de la hora de comer, Mona estaba aun dormida así que no tuvo la molestia de despedirse, no tenía una pizca de miedo por muy loco que suene estaba emocionado, tener un nuevo trabajo en una lugar tan grande como Los Ángeles era un sueño del que no quería despertar, cuanto tomó su mochila con el propósito de tomar su billetera y ponerlo en su maletín al momento de abrirla se encontró con algo que no era de su pertenecía, era el peluche de la pequeña Ganyu, al instante se preocupo por no tener alguna manera de contactar con Zhongli, solo lo dejo en su habitación para salir del departamento.

El rocío de la mañana dejaba el relajante olor a tierra mojada y de paso dejaba brillante las hojas con el sol del amanecer, tomó el metro para adentrarse a la bulliciosa ciudad, cuando entró al edificio solo admiraba la elegancia que tenía el lugar tomó el ascensor y ya dentro del departamento de marketing Lisa salió de su oficina y se dirigió a él y le indico donde trabajaría le entregó unos papeles y dio indicaciones de como llevar a cabo su trabajo.

No tardó mucho en adaptarse al trabajo, tal vez no era el mejor o más eficiente pero llevaba un ritmo bastante bueno, las manecillas del reloj estaban girando más lento de lo que desearía y por inercia volteo a ver a sus ahora compañeros de trabajo y recordó en que no se había topado con ningún alfa, solo para confirmar se levantó para ir a la impresora y imprimir unos papeles que no eran realmente necesarios y disimuladamente olfateo a los que pudo y se sorprendió en que en su mayoría eran betas mientras que otros dos eran omegas.

Todo estaba marchando demasiado bien por lo general desde que llegó a este lugar las desgracias eran su pan de cada día, aunque realmente no todas eran tan malas pero si le daban ganas de que la tierra lo tragara de vez en cuando, después de unas horas la jornada estaba apunto de terminar. Lisa se acercó a él y le dijo que fuera a su oficina, con el detalle que su cara le decía que nada bueno saldría de ello, era una cara de preocupación con el poco tiempo en que la conocía juraba que no era una expresión que pudiera hacer sin una verdadera razón para hacerlo solo la siguió y entraron a su oficina.

–Venti no es por ser chismosa o algo parecido pero, tienes relación con la señora Ningguang.

–¿La señora Ningguang? me temo que no.

–En serio entonces por qué la ceo de esta empresa daría a llamar a un recién llegado.

–Espera segura que no es un mal entendido porque si esto es un chiste no es uno divertido.

–No, estoy segura que una de sus secretarías me dijo que te informará que quiera hablar contigo después de que terminaras tu hora.

–No me puedo negar verdad.

–Si quieres conservar tu trabajo yo digo que empezaras a alistarte ya casi es hora.

Lisa le dijo a qué piso tendría que ir y más o menos lo que tenía que hacer, tenía nervios por supuesto pero no quería perder su empleo que con tanta suerte pudo conseguir, ordenó algunos papeles que tenía en su escritorio y tomó el ascensor con rumbo a el piso más alto del edificio y ya estando en el en el piso estaba sorprendido con la inmensidad del lugar el cual tenía una sala de estar y una sala donde se tomaban las juntas, fue a donde estaba la secretaria y como reflejo ella le preguntó si tenía cita, él le explicó que Ningguang era quien quien lo citó y de fondo el sonido de tacones hicieron eco.

Era una omega alta de cabello blanco, se dirigieron la mirada para indicarle que la siguiera y eso hizo, la oficina era enorme y muy bonita teniendo la misma elegancia de su dueña, durante todo ese tiempo la mirada ajena estuvo sobre él dejando un habitante algo tenso.

Abismo (zhongven-omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora