Capítulo 8

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Cha Wookyung se rio extasiado al escuchar los gritos horrorizados de Minho. Sus pupilas estaban dilatadas de la emoción y su respiración se hizo más pesada por la anticipación de poder al fin poder profanar el cuerpo del pelinegro que se encontraba muy tenso.

No pensaba esperar por mucho tiempo así que en la distracción del pelinegro le quitó por completo los pantalones junto con su ropa interior la cual se encontraba húmeda.

- Hyung, ¿Te acabas de orinar encima? – Cha preguntó burlón observando como Minho comenzaba a llorar tanto del miedo como la vergüenza y humillación de ser visto en ese estado. – Lindo.

El castaño susurró cerca del oído del pelinegro provocándole un escalofrió. Todo su cuerpo tembló y a Cha eso le pareció encantador. Especialmente en la parte de las piernas del pelinegro que gracias a la humedad se veían aún más apetecibles, sobre todo en la zona interna de sus muslos.

Elevó la pierna la cual tenía hinchada el tobillo y beso con devoción toda la extensión, mientras con su otra mano se dedicaba a acariciar los perfectos abdominales de su hyung que se contraían con el paso de la yema de sus dedos.

Sus piernas eran un deleite con lo firme y gruesas que eran. Se notaba desde lejos lo bien trabajado y cuidado que tenía su cuerpo, aunque también se dio cuenta que había bajado algo de peso. Quizás por el estrés y el descuido en su alimentación.

- A-Ahh. – Minho dejaba escapar algunos quejidos débiles de sus labios cada que Cha por diversión le dejaba unas cuantas mordidas en sus piernas. No tan fuertes como la de su pecho que sentía que palpitaba aún.

Cha estaba sacando provecho que Minho aún se encontraba pasmado y asustado por el cadáver a su costado por lo que humedeció dos de sus dedos con saliva.

Estaba ansioso por penetrarlo y quien lo podría juzgar, cuando levantó la pierna de su hyung pudo visualizar a penas la pequeña entrada rosada que igual se encontraba humedecida y se contraía por el nerviosismo.

Luego tendría más tiempo de jugar y marcar a Minho de diferentes formas. Por ahora debía concentrarse en reclamar su recompensa que desde hace tiempo andaba deseando probar.

Sin ninguna delicadeza, flexiono la pierna de Minho para que se pegara a su abdomen y de esa forma tener un mejor acceso. Tanteo con su dedo índice la zona prohibida y con cuidado fue introduciéndolo notando una fuerte resistencia.

- Relájate. – Cha dijo viendo el rostro de Minho que abrió sus ojos aterrado.

- ¡N-No lo hagas! – Minho le gritó y con su brazo sano intento empujar al castaño, pero sus fuerzas se habían desvanecido. - ¡No quiero, no me gusta!

Con cada grito de Minho la entrada de carne se cerraba más a lo cual Cha se quejó molestó.

- Ehh y yo que quería ser amable, hyung. – Cha miró alrededor y encontró una especie de botella de perfume tirada cerca de la cama. Era de un tamaño considerable así que lo agarró con una sonrisa y se lo colocó frente a Minho quien se mostró confundido en un principio. – Sino te empiezas a aflojar te meteré esto por el culo hasta que estés lo suficiente abierto para recibirme. – Minho lo observó aún más horrorizado viendo la forma de esa botella de plástico.

Cha al no recibir una respuesta inmediata, dirigió la botella amenazadoramente a la entrada del pelinegro. Sacó su dedo y acercó la base de la botella simulando que la iba a introducir haciendo presión en la zona.

Obviamente por ser mucho más gruesa, era imposible que entrará a menos que Cha planeará desgarrarlo. Minho pensando en aquello, además de todo el dolor que provendría de aquella intromisión, gritó desesperado antes que el castaño hiciera otro movimiento.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2022 ⏰

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