Cuarto acorde: Self-Insert
725 palabras
Advertencias: es un self-incert, repito, SELF-INSERT.
Y el mayor problema es que lo escribí 50% desvelado, 50% ebrio, y me sinceré más de lo que habría querido.
Bueno, están advertidos.-*-
―Yo no quería hablar contigo. Quería hablar con Itachi.
―Y eso a mí qué. Yo también lo estoy esperando, no tenemos por qué conversar.
Kisame mete la mano dentro de su bolcillo, saca un paquete de cigarrillos. Reconoces el sonido del empaque abriéndose y cuando el encendedor chasquea maldices los meses que has pasado absteniéndote de ese mal hábito.
―Si quieres uno sólo pídelo, no te me quedes viendo.
El sabor amargo, el humo seco dentro de la garganta. Los minutos pasan.
―Desde que tengo memoria, mi padre siempre olía a cigarro, y a humedad. Itachi tuvo que tomar decisiones muy difíciles a los trece, a esa edad yo sólo había aprendido a fumar.
―Dijiste que no querías hablar conmigo.
―Dame otro. Te lo pagaré.
Dices sabiendo que no tienes dinero en los bolcillos, sabiendo que estás cansado de hacer promesas que no tienes idea de si podrás cumplir.
Sin embargo, esperas compensarlo en la siguiente ocasión. Aunque, en realidad, nadie sabe si habrá una próxima vez.
Pensar eso tal vez te da algo de valor para volver a hablar, para hacer una confesión.
―Yo quisiera ser como tú.
El clima es lluvioso, como siempre. Como en cada recuerdo agradable que te rodea, así como en cada maldito día que has pasado encerrado en ti mismo.
Él te mira, sabe que has hablado en serio. No se contiene una risa llena de sorna.
El sabor del cigarro se torna tan amargo que se vuelve insoportable. ¿No habías aprendido a apagarlo antes de que llegara al filtro? ¿No habías aprendido a contener las lágrimas en público?
― Déjame adivinar. Padre ausente, problemas de identidad, falta de valor. ¿Tan perdido estás que ni siquiera sabes quién eres?
―Tú tampoco lo sabías. Sólo que yo no quiero esperar al momento de mi muerte con la esperanza de que tal vez allí lo encuentre.
Kisame arruga la nariz, tus palabras han vuelto a ofender y tus labios no se atreven a pedir perdón.
―Mejor vuelve a tu casa.
The Strokes suenan lejanos. Vidrios rompiéndose, el recuerdo aún duele. Cada que vuelves sabes que se ha acabado, que ya no perteneces allí y las maletas todavía pesan.
Creces, cambias, cada vez pareces más un adulto, pero no sientes mérito alguno en ello. No eres el adulto que soñabas ser. Ni siquiera te acercas.
Y ya ha pasado un año. ¿Qué estás haciendo?
Querías hablar, deseabas tanto esta oportunidad y ni siquiera eres capaz de controlar el nudo en tu garganta.
Sientes que te faltan huevos. Pobre amigo, metafórica y literalmente.
The Adults Are Talking continúa sonando, tal y como en ese momento en el que todo se rompió, en el que tu madre te gritó lo que tú ya te habías repetido mil veces: todo fue tu culpa.
Y ya no puedes contener el llanto.
― ¿Cómo sé qué camino tomar si ni siquiera sé quién soy?
Buscas una respuesta en una de las pocas cosas que has mantenido constante durante estos años.
― ¿Y yo qué voy a saber?
―Itachi tendría una forma enrevesada de decirme que todo son ilusiones y percepciones. Tú eres más honesto, eres más humano.
―Deja de atribuirme cosas. No soy lo que tú quieres ser.
― "Say it after me..."
Itachi llega, pero el tiempo se termina. No fue lo que tu hubieras querido, pero, en retrospectiva ¿cuándo ha sido lo que tú querías que fuera?
Estando frente a frente parece aún más imperfecto de lo que te habías imaginado. Más alto que tú, quien es frágil en realidad eres tú, no él.
Lo abrazas. Has pensado tanto tiempo en el dolor que él ha cargado que has soñado con ayudarle a sobrellevar todo, pero, en realidad, siempre buscaste su apoyo fraternal.
No fuiste Itachi, aunque juraras que habrías hecho lo mismo por tu hermano. Fracaso de primogénito, siempre fuiste Sasuke. En busca de cariño, en busca de protección.
Pero él no te conoce, no le importas en absoluto.
Te alejas, porque quedan pocos minutos y en realidad ya nada importa.
Hace tiempo que ha dejado de llover, pero el torrente de agua es eterno dentro de ti.
― ¿Qué pasó, Kisame?
Itachi pregunta, con la mirada que te ha robado tantos suspiros, con la que has fantaseado. Pero no tiene dedicatoria para ti. Tú ya estás lejos.
Kisame responde, tu presencia tampoco ha significado algo para él.
―Nada. Sólo es un estúpido fanfic.
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KisaIta One Shots
FanfictionVarios escritos breves, sin conexión entre sí. Los médicos aconsejan tomar uno al día.