ꪆ୧ cigarro acaramelado

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𖥻 Seis

La cabellera rosada de Sunghoon se veía como un nido de aves desde la perspectiva de Heeseung, su cabeza rosada estaba recostada en su estómago mientras metía palomitas en su boca y estaba muy atento a la televisión.

Era aquel típico fin de semana en el que la pasaban juntos viendo alguna película o alguna serie, hoy era el día de American Horror Story una seria que Sunghoon había descubierto hace unos días y que no esperaba para empezarla con su novio.

A Heeseung las cosas de terror no le gustaban mucho, pero siempre hacía una diferencia con Sunghoon ya que el terror era su favorito. Siempre hacia una diferencia por Sunghoon, le gustaba verlo feliz.

— Ah~Kit es tan guapo.—Dijo Sunghoon mientras seguía comiendo palomitas.

— Pero si mato a muchas mujeres.

— ¿Qué?—Sunghoon rió levantándose del estómago de Heeseung.— ¿No has prestado atención?

— En esa parte no, me distraje con tus cabellos.

— Si, por poco me distraes a mi también.—Sonrió tocando su cabello.— Haces buenos masajes capilares, deberías de dedicarte eso.

— Dejare mi sueño de ser tatuador para hacer masajes.—Guiño el ojo.— Es una buena idea.

— No seas sarcástico.—Jadeo mientras golpeaba el costado de Heeseung.

Sin saber provocándole mucho dolor al tatuado, un dolor que tuvo que disimular ya que sería muy sospechoso.

Pero nada se le pasa a Sunghoon que se dio cuenta de la mueca reprimida de dolor en el rostro de Heeseung.

— ¿Te pasa algo?—Preguntó con la ceja levantada y volviendo a pasar su mano por el lado que había golpeado.

— N-no.—Fingió sonreír y retiró rápidamente la mano de Sunghoon de su costilla.— E-estoy bien.

— No, no lo estás.

— Claro que si, solo me tomaste desprevenido.

— No te golpee fuerte.

— Eso es lo que crees.—Tomó la mano de Sunghoon y la hizo un puño.— Eres todo un luchador que noquearía a cualquiera.

— Es mentira, deja de mentir.—Frunció el ceño.—Hay veces en las que llegas con heridas en tu rostro o con pequeños moretones y también llegas adolorido siempre en las costillas ¿Me ocultas algo, Heeseung?

Dijo mi nombre completo y no un diminutivo. Pensó preocupado.

Heeseung aún guardaba el secreto de que participaba en peleas clandestinas, aún tenía miedo por la reacción que vaya a tener Sunghoon.

Con estos seis meses de relación se había dado cuenta la gran majestuosidad que rodeaba a Sunghoon, desde sus notas perfectas hasta su gran talento en la danza, todo era en él era perfecto, así que trataba de ser un novio perfecto también. Por eso aún le ocultaba que participaba en peleas clandestinas, no quería manchar algo de la majestuosidad y pulcritud que tenía el nombre de Park Sunghoon. De por sí lo ensuciaba algo por los rumores que habían en su alrededor.