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La última campana es muy esperada cuando está va a inaugurar el inicio de las vacaciones, aunque no todos podían poner atención al reloj en la pared por los útimos trabajos que tenían que presentar. Heeseung como mala costumbre que solía tener dejó los trabajos más importantes que entregar para el último día, se encontraba correteando entre los pasillos yendo de curso en curso en busca de los maestros, tenía que cambiar aquella mala costumbre.

Parecía que todos los maestros se habían ocultado de él porque no podía dar con ninguno, cuando quiso entrar en crisis y tirar todos los informes al piso le dio un vistazo a la sala de los maestros, y vaya su sorpresa, todos sus maestros se encontraban ahí pasando las notas de sus alumnos al sistema. Tuvo que rogar un poco para que le aceptaran los trabajos, pero al final lo hicieron. Para su suerte le calificaron bastante bien aunque haya estado fuera del plazo de entrega. Agradeció antes de salir.

Al salir de la sala en la puerta se encontró con su novio que le ponía clips a un par de trabajos, se sorprendió mucho al verlo, ya que Sunghoon era muy responsable con sus trabajos, era extraño que estuviese entregando algo fuera del plazo.

— ¿Pero que tenemos aquí?

Sunghoon saltó en su lugar logrando que clips cayeran al piso, Heeseung rió por ello y se agachó para levantarlos y devolvérselos.

— Me asustaste.—Susurró aun con la atención a los papeles entre sus manos.

— Perdón.—Acarició una de sus mejillas y la apretó, Sunghoon rió tiernamente por el gesto.— ¿Pero qué haces aquí?

— ¿No puedo entregar mis trabajos?

— No me refería a eso sino...—Rascó su nuca y escucho como Sunghoon reía.

— Alguien me distrajo la semana pasada y se me olvidó llevar mis trabajos el día de la entrega, por eso los entrego ahora.

— Me pregunto quien será ese alguien...—Hizo un gesto con sus manos fingiendo pensar.

— Yo también me lo preguntó.—Sonrió.

La semana pasada había sido solo para ellos dos, como se acercaba la finalización de clases no tenían muchos deberes que hacer. Heeseung había ido todos los días a la academia de ballet de  Sunghoon para recogerlo, luego de eso iban a pasear por el jardín botánico o iban a tomar un helado, después iban a la casa de alguno para compartir su sesión de besos y mimos que todas las tardes no podía faltar. Por todo aquello Sunghoon se había olvidado de sus trabajos pendientes sin embargo no se arrepentía, era muy feliz desperdiciando su tiempo con Heeseung.

— ¿Son clips de colores?—Preguntó Heeseung viendo lo lindos que eran.

— Ajá—Asintió.— Así los trabajos lucen más bonitos.

     ꪆ୧  cigarro acaramelado   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora