Coche///larry

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Louis se encontraba desesperado dentro de su coche, esperando a su lindo novio. Sí tan solo sus suegros no hubieran estado en la mañana, no tendría este deseo carnal de follar sin más a Harry.
Es que para Louis, Harry es el ser humano más precioso del universo, escuchar sus gemidos, ser dueño de sus orgasmos y ocasionarlos, ama la forma en que los dos se entregaban en el acto sexual.

Harry llegó casi corriendo al auto de Louis.
- Hola am...- Fue interrumpido por un beso voraz de parte de su novio, en donde se podía sentir la tensión sexual, el deseo y la desesperación.

Los vidrios del coche se empezaban a empañar, el rizado tomo iniciativa y se posicionó arriba del regazo del castaño, moviendo sus caderas en círculos. Hasta ese momento no habían cruzado palabra alguna.
Louis se decidió separarse del beso para tomar un poco de aire.

- Te ves tan jodidamente hermoso, te amo- dijo Louis acomodando un rizo rebelde de Harry.

-Puedes de dejar de decirme tantos cumplidos, es que cada vez me enamoró más y aveces duele- le sonrió un poco tímido.

-Harold, amar duele, pero créeme que por ti soporto todo el maldito dolor, aparte no te preocupes nuestro amor es eterno.

Harry no respondió nada y solo beso a su amado. No pasaron ni cinco minutos y el beso subió de nivel, el rizado empezaba a soltar pequeños gemidos que eran callados por los besos del castaño.
Louis decidió desabrochar el pantalón de Harry y meter sus manos para empezar a amasar sus glúteos.

La ropa empezaba a estorbar y poco a poco empezó a desaparecer,   Louis hizo hacia tras el asiento del conductor.

- Cariño, date la vuelta para que tu pecho quedé contra el volante, pero cuidado de no tocar el claxon.- Harry le hizo caso y se voltio.

Louis tomó un condón y el lubricante sabor sandía que estaban reposando en la guantera, lleno sus dedos del líquido viscoso y los dirigió hacia la entrada de su querido novio, primero metiendo dos, haciendo movimientos de círculos y tijeras. El rizado no podía con el placer que sentía, su erección empezaba a doler y se sentía como en las nubes.

Pasaron unos segundos y el castaño metió otro dedo, metía y sacaba de la entrada de Harry, cuando lo sintió preparado saco sus dedos, se puso el condón, lleno su polla de lubricante y la metió de una estocada.
Harry era un manojo de lágrimas y gritos de placer, haciendo muecas y apretando sus manos.
- Lo- Louis ah ah, muévete.
El castaño hizo caso empezó a moverse despacio, hasta que empezó agarrar ritmo.

Las estocadas eran rápidas y para nada compasiva, Louis guió sus manos hacia la polla de Harry, masturbandolo pero sin dejar de follarlo. Harry no podía con todo lo que sentía, su abdomen se empezaba a contracturar, sintiéndose tan lleno y amado. El coche se sentía tan caliente, pero afloraba el sentimiento de que una pareja se entregaba con tanto amor y deseo.
Pasaron unos minutos y Harry se vino en la mano del castaño manchando un poco el coche y soltando un dulce gemido que formuló el nombre de su amado. Dos estocadas más y Louis se vino adentro del condón.

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