Cap 11

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Frunció su entrecejo y parpadeó un poco intentando despejar sus ojos del cansancio. Llevo una de sus manos a sus párpados y tallo levemente los mismos.

-Buenos días -saludó, sin despegar su vista del libro que se encontraba leyendo-, ¿cómo te sientes? -consultó.

Akko se sentó en la cama y sonrió.

-Buenos días Diana- saludo con alegría-, me siento bien, ¿Y tú?- cuestionó de vuelta, estirando un poco su cuerpo.

-Bastante bien, Akko -respondió, moviendo su varita para extenderle un vaso con agua.

La más baja tomo el vaso flotante a la par que murmuraba un "arigato" a la rubia.

Dió un sorbo.

Diana asintió, caminando a sacar otro libro de la estantería.

Atsuko tomo con firmeza el vaso en su mano y se puso de pie con cuidado de no derramar su contenido. Acomodo las cobijas de la parte de donde ella durmió y ladeó su cabeza al notar el vestido que ahora le quedaba más pequeño pero no le incomodaba puesto a qué solo creció un par de centímetros.

-¿Quieres cambiarte tu vestimenta? -consultó-, estoy segura que ahora podrías usar tu uniforme sin mucho problema -sugirió.

-Ah, ¿Mi uniforme?- pensó y sonrió negando-, estoy bien así- comento.

La rubia movió su cabeza, entendiendo, caminando a volver a sentarse y seguir estudiando, pues, cuidar a Akko había consumido parte de su tiempo para ello.

La Kagari tomo asiento en la cama, agachándose a ponerse sus zapatos.

-¿Qué hora es?- cuestionó aún agachada, frunciendo ligeramente su ceño al no lograr abrochar su zapato a la primera.

-Son las siete con doce minutos, dame un momento y podremos ir a desayunar -respondió.

Asintió y sonrió al lograr colocarse debidamente su zapato, giro y empezó a colocarse el otro.

Leyó un par de párrafos más del libro y dejando un marcador en el lugar, lo cerró y se separó dejandolo en su estante.

-¿Estás lista? -inquirió, acomodando sus prendas.

-Aja- se puso de pie llevando sus manos de tras de su espalda y miro a Diana con una sonrisa plasmada en sus labios.

Extendió su mano, sintiendo que era lo más acostumbrado que hacía con Akko.

Tomo la palma de la Cavendish con un casi invisible sonrojo en sus mejillas.

-Vamos -comenzó a caminar para salir de la habitación e ir a la cafetería.

-Mhm- accedió caminando al lado de la joven.

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Pasaron por la amplias puertas de madera, ingresando al comedor, lleno de estudiantes apresurandose a tomar sus alimentos e ir hacía sus clases.

Akko miro a los lados, un nerviosismo llegó a su cuerpo a la vez que apretaba sus labios y tomaba con más firmeza la mano de la Cavendish.

La rubia notó un poco el agarre de la nipona, optando por ignorarlo y caminar hacía una mesa vacía.

La menor siguió a Diana y se acerco a la mensa al saber lo que seguía.

-Voy por la comida, esperame un momento -pidió, retirandose y dejando a Atsuko sola.

La chica solo asintió a la vez que jugaba nerviosamente con sus manos, el bullicio de las estudiantes le estaba dando un ligero dolor en su cabeza.

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