A Charles no le importaban muchas cosas, le daba igual lo que pasara o dejara de pasar a su alrededor. Vivía días monótonos que endulzaba haciendo travesuras gracias a su mutación. De pequeño todas las voces que escuchaba lo atormentaban, pero ahora tomaba ventaja de ellas. Ya fuera que hiciera trampa para ganar una partida de ajedrez o conseguir el número de teléfono de alguien, Charles no temía usar sus poderes en público. Es más, casi siempre buscaba poder llegar a su límite y meterse en problemas, pero hasta ahora solo había logrado que un par de policías lo detuvieran.
— ¿Saldrás hoy? — Raven cuestionó a Charles al verlo acomodarse el cabello y ponerse loción.
— Tranquila azulita, regresaré a tiempo para cantarte el feliz cumpleaños. —
Raven no pudo evitar molestarse, desde hace tiempo que él comenzaba a llamarla así, y lo detestaba. Eso solo había orillado a que ella sintiera ganas de esconderse y no mostrar su verdadera naturaleza.
— Sé lo que piensas, así como deberías saber que creo que el azul es tu color. No sé porqué tienes tanto miedo de que el mundo te vea tal cual eres —
— Habría querido guardar esto para más tarde, pero ... —Raven golpeó a Charles en la cara, justo en la nariz. — Que sea mi regalo de cumpleaños. Nos vemos más tarde, idiota.
Charles sonrió mientras se limpiaba la sangre que goteaba. Se le había manchado la playera, pero le dio igual y salió de su casa.
Ese día, se había inmiscuido a un club donde solo los ricos tenían acceso. No necesitó algún pase o dar su nombre, los dedos en su sien le daban la libertad de hacer lo que él quisiera y manejar a los demás como títeres de su función privada. Se había sentado y ordenado un sin fin de bebidas extravagantes. Escuchaba con atención las habladurías de unas señoras en la mesa de al lado, y los negocios corruptos de un par de políticos en la mesa contigua. Al percibir que eran temas de conversación tan aburridos, decidió hacer algo al respecto. Hizo que dos señoras se derramaran su bebidas a propósito y que los hombres de la otra mesa se golpearan el uno al otro.
Charles se rió y dispuesto a irse alguien lo detuvo.
— Vaya forma de malgastar tu don. Haciendo travesuras de niño.
La voz masculina sonaba tan seductora, que volteó a a ver al hombre que le hablaba.
— Disculpe, no sé de qué habla. Ya me iba.
Pero por primera vez en mucho tiempo, Charles sintió que perdía su fuerza de voluntad.
— También tengo mis trucos, y te he visto hacer esto — imitó la forma en que ponía los dedos en su sien— casi toda la tarde, ¿ o miento?
"No, no lo haces. Pero ¿ qué puedes hacer tú?" replicó Charles en la mente de quien ahora sabía se llamaba Erik Lehnsherr.
Erik, disimuladamente hizo flotar la cuchara de plata y la transformó en una pulsera alrededor de la muñeca de Charles. Ambos sonrieron.
De pronto, el grito de una mujer llamó la atención de los presentes. Más gritos se le sumaron, alguien estaba gravemente herido.
— Fuiste tú — dijo Charles asombrado.
— Lo sabes mejor que yo, no desperdicio mis poderes en travesuras de niño. Debo irme.
Charles sentía que todo pasaba tan rápido, y corrió detrás de Erik. Ahora era cómplice de un posible asesinato. ¿Ese era su límite?
Cuando por fin se detuvieron, Charles tenía muchas preguntas y se negaba a irrumpir en la mente de Erik.
— Debo irme en serio. No quiero involucrarte más.
— Espera, ahora somos cómplices.
— No, tú eres un niño bonito y malcriado.
— ¿Bonito? — Charles se sonrojó.
— Sabrás donde encontrarme si pones tu esfuerzo para ayudar a personas como nosotros.
Antes de responder otra cosa, Erik ya se había ido. La adrenalina hizo que Charles se sintiera más vivo que nunca. Y si para encontrar a Erik debía ser un imán de problemas, lo haría.
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Ok, espero que les guste. No sé si es un Charles muy sombrío pero hice lo que pude.
Espero sus comentarios.
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CHERIK WEEK 2022
FanfictionContenido 100% Cherik Los personajes no son de mi propiedad, this is just fanfiction.