«Eres alguien a quién extraño. Eres alguien a quién, todavía y lamentablemente, amo y amaré tal vez de otra manera, tal vez empezando por mi y luego por ti, pero siempre tú. Descubrí y encontré mi mundo, pero el tuyo siempre sería el más hermoso.
J...
El recuerdo de los momentos que pasamos juntos me persiguen cual león a su presa, un castigo por lo idiota que fuí.
El batido de tus alas me golpeaba como ola salvaje, estaba celoso.
De ti, de ella, de todos.
Ella, rata inmunda a la cual odio más que a mí mismo, oh ella fue la primera en ver tus colores.
La primera a la cual te mostraste completamente desnudo, a la cual le ofreciste amor, un amor que yo pedía en gritos silenciosos callados por el mar de mis lágrimas.
Tú eras una mariposa, ella una polilla.
El recuerdo de la llegada de ella debería ser horrible, pero ese día solo me concentre en tus ojos y en aquella luz que tu alma desbordaba.
Entendí tantas cosas ese día.
Una de ellas es que debí dañarte a ti y a ella.
A veces lo que escribo no rima, pero ¿Debería? Si aquí solo intento plasmar el resentimiento de mi alma hacia Jeon Jungkook.
Los recuerdos me agobian y todavía aún más cuando tengo que ver tu rostro, tu precioso rostro todos los días. Te ríes y no puedo evitar comparar las veces que lo hacías conmigo y me divierto al pensar que hay algo diferente, que no eres tan feliz como antes.
Pero es ridículo porque tú si pudiste avanzar, superar esa amistad que no significó nada. Yo aún tengo el recuerdo de tus ojos brillantes y escucho tu risa en mis sueños.
¿Tanto me dañaste?
Ella... Ella, ella, ella. Entre nosotros siempre habrá un ella. Como ahora, como antes.
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