COSAS QUE NO PUEDES CONTROLAR

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Daniel acababa de exponer su tesis a la clase, a pesar de haber tenido ciertas dificultades y haber llegado sin estar listo, sintió que había sido mejor de lo que esperaba... Pero...

— ¡¿Un 2 de 5?! — Replicó Daniel a su profesor, claro que con un poco de discreción.

— Prof. Byron — Si, asi acabo de decirle joven.

— Daniel — Profe, con todo respeto, creo que merezco más que eso, sabe?... Desde que pidió este trabajo, estuve sin dormir por estudiar, anotar, analizar, leer, razonar y organizar esta tesis.

— Prof. Byron — Pues eso no esta reflejado en su trabajo, cualquiera que usara la razón, pudo darse cuenta que hubo aspectos que fallaban, por ejemplo, lo vi nervioso en ciertas partes de la presentación, como si algo andaba mal o faltaba algún elemento.

— Daniel — Bueno... Sinceramente, hoy me levante tarde, salí corriendo y todo paso tan rápido que olvidé mi libreta y la USB con el material original que usaría.

— Prof. Byron — Entonces ahi esta, digame... Si es un trabajo al que le dedico demasiado tiempo, por qué parece algo que usted realizó a último momento? Acaso fue tan difícil haber dejado todo preparado un día antes?

— Daniel — Lo sé, pero...

— Prof. Byron — Lo siento joven, pero la nota ya le fue asignada, puede ser eso... o nada.

— Está bien, gracias por su tiempo — Dijo Daniel con una voz amable que a su vez parecía estar conteniendo ira y decepción.

El anterior profesor de Daniel, el Profesor Edwin de filosofía, habia sido removido y sustituido por el nuevo profesor de intercambio permanente, el Profesor Byron, el cual no conocía o habia convivido con Daniel o el resto de la clase, el Profesor Edwin si, por esa razón es que entendia a sus alumnos y se llevaba bien con ellos y viceversa, en especial con Daniel, pero esto terminaria con la sustitución de medio año.

Daniel salió con muy mal humor de la clase, durante las demas clases estuvo un poco.... Bueno, estuvo muy pesado, sus amigos lo notaron y decidían darle su espacio, excepto Diego y Elizabeth, quienes despues de haber estado calmandolo toda la mañana, fueron a hablar con Él en la hora de salida.

— Diego — Oye compadre, solo fue un mal sabor de boca, alguien con razonamiento como tú entenderia que debe dejar pasar las situaciones como estas.

— Elizabeth — Si, no le pongas mucha atención, ya tendras una oportunidad de dejar boquiabierto al profesor.

— Daniel — Quisiera, pero no es sencillo, al menos no para mi, desde que tengo memoria, siempre me ha pasado que no puedo olvidar cuando alguien me hace pasar un mal momento y no puedo hacer nada al respecto.

— Elizabeth — Si es así, también puedes ir a dirección para hablar tu problema.

— Daniel — Jaja
Tampoco llegar a esos extremos, además, eso le complacería mas a ese señor, no soy un niño que se queja a cada rato.

— Diego — Entonces que quieres?
Te quejas, pero no quieres resolver las cosas?

— Daniel — Bah!!
Miren, disculpen que sea así, pero no quisiera contagiarlos de mi mal genio, los quiero, pero debo irme...

— Diego — Esta bien, no hay problema.

— Elizabeth — Te vemos mañana, cuidate.

Daniel quería regresar rápido a casa, estaba en esa sensación de rabia en el que uno solamente quiere llegar rápido a su casa y tirarse a la cama para ahogarse en su decepción. Iba tan deprisa que se topó con un señor.
Resulta que ese señor era su antiguo profesor de filosofía, el Prof. Edwin.

— Daniel — Disculpe señor, es que ando algo apurado en...

— Prof. Edwin — Jajaja
Vaya Daniel, nunca te había visto tan apurado.

— Daniel — Profesor Edwin, que gusto verlo, disculpeme por favor, hoy tuve un dia no muy agradable.

— Prof. Edwin — Vamos... No me digas Profesor solo dime Edwin, recuerda que ya no soy una autoridad docente para ti.

— Daniel — Claro, pero usted enseña, es todo un profesor en la palabra, no lo digo por educación, lo digo para reconocerle por su profesión.

— Prof. Edwin — Eso lo se y te lo agradezco, pero si quieres tratarme con respeto, solo dime Edwin.

— Daniel — Bueno, no se lo niego.

— Edwin — Bien, dijiste que tenias un mal día, quisieras hablarme sobre el tema?

— Daniel — Es una historia larga profe... Es decir Edwin... O no se... Es complicado.

— Edwin — Bueno, hay una cafetería cerca y si no me equivoco hoy no trabajas, verdad?

— Daniel — Así es.

— Edwin — Entonces, que te parece si empiezas?

— Daniel — Bueno, solo puedo decir que hay cosas que no puedes controlar...

PANTOMIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora