UN DESCUIDO DE TIEMPO

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Inicia el dia, una mañana humeda y fria que te pide quedarte en cama y beber un poco de chocolate...
Pero... para Daniel no es una opción, la clase de Metafísica esta por iniciar a las 8:30 y por mala suerte Daniel se quedo dormido, el reloj marca las 8:12 y la Universidad esta a 25 minutos de camino, Daniel entra en ese estado de presion y pánico.

— Bien, no debo entrar en panico y apurarme, pierdo tiempo pensando en las consecuencias y como llegar, en el camino ya encontrare una solución... Espero...  — Dijo Daniel mientras se ponia su chaqueta.

Solamente faltaban sus zapatos... Hasta que al fin después de ponerselos, sale disparado tomando su mochila como si de un ladrón tratase, corriendo con toda prisa hacia la fila del transporte se da cuenta de la inmensa fila para tomar el autobus, el cual aun no ha pasado. Habíamos dicho que eran las 8:12, bien, ahora eran las 8:25.

— Voy a perder tiempo en hacer cola y esperar un bus. Si corro puedo llegar desarreglado, pero es eso a faltar a presentar mi tesis... — Dijo Daniel mientras caminaba observando la fila.

De repente empezó a correr, pero se cuestionaba si podía llegar a tiempo o cansarse y rendirse antes de poder llegar.
Segun el reloj son las 8:28, Dan sentía que el camino jamas iria a terminar... De la nada oye una voz.

— ¡¡Ey Daniel!! Quieres viaje?!! — Le grito Matías, quien era su amigo.

Daniel volteo, sintio como si le hubieran un cuchillo de la columna al ver a su amigo. Daniel no dudo y se subio en la motocicleta de su amigo.

— Matías — Y que paso ahora? Por qué estas de camino a la Universidad a estas horas? —

— Daniel —  Ufff... Una mañana muy rapida, se me paso la hora y ahora estoy corriendo, no se que hubiera pasado si no apareces.

— Matías — No te preocupes, para algo estan los amigos. Oye, no importa si llegas como a las 8:33? Creo que tal vez llegaremos a esa hora.

— Daniel — Claro que no, lo que me preocupaba era llegar a mas de las 8:40, ya que pensé que iba a llegar a esa hora, y a esa hora no te perdonan la entrada.

— Matías — Si? Enserio son muy disciplinados. Y como vas con tu clase de Filosofía, últimamente nos has platicado a mi y a Matilda lo mucho que has estado estudiando del tema.
Ya casi llegamos a la Universidad!

— Daniel — Jaja si, es mi clase favorita, de hecho hoy debo presentar mi tesis, por eso estaba apresurado y presionado por llegar a tiempo... Ay no...

— Matías — ¿Que pasa?

— Daniel — Nooo no puede ser... Al parecer deje el USB y mi cuaderno, en donde tenia mis notas.
Y ya no da tiempo de regresar...

— Matías — También pense en eso, pero si, no daria tiempo y ademas también tengo que ir a mi trabajo.

— Daniel — Aunque creo que la computadora hace guardados en la nube, si es asi pediré prestada a alguien una para descargarla, aunque con lo del cuaderno tendre que improvisar de alguna manera...

— Matías — No se supone que deberías llevar tu laptop?

— Daniel — Primero, esta con Cesar, se la encargue para darle mantenimiento, y segundo, no soy muy confiado para llevarla a la Universidad, viajo en bus, podría pasarle algo malo. Tengo la computadora de escritorio si, pero no esta de mas ser cuidadoso.

— Matías — Bueno, a veces atreverse puede salvarte la vida, un ejemplo es que me dijeron que comprar una motocicleta es como dar un paso hacia el suicidio, pero mirame, acabo de salvarte de reprobar en tu explicación.
Jajaja y mira nada mas, ya llegamos.

— Daniel — Creo que puedes tener razon, y a la vez no tenerla.

— Matías — Desde que te interesó la filosofía, a veces hablas o comentas cosas raras.

— Daniel — Y aún así, sigues siendo mi amigo.
Enserio amigo, me salvaste.

— Matías — Ya sabes, para eso estamos, solo imagina cuantas veces me salvaste en clase de matemáticas.

— Daniel — No se tu, pero para mi era fácil.

— Matías — Pues claro, para el que se empeña le es fácil jajaja.

— Daniel — Ya empiezas con tu humor... En fin, debo irme, te veo en la tarde... Y te debo una...!!

Daniel corria hacia la clase, afortunadamente pudo pasar antes de las 8:40 (entró a las 8:38), rápidamente entro a su clase  de Filosofía, por suerte aun no habia llegado el Profesor Byron, el cual es el  profesor de filosofía de Daniel, así que fue con una amiga de la clase para ver si podría prestarle su laptop, Ella era Diana, Ella se sentaba atras de Él.

— Daniel — Diana, buenos dias.

— Diana — Hola, que tal? Uy, veo que vienes un poco cansado, que pasó?

— Daniel — Una mala mañana, pero te explico después, oye, me preguntaba si podrías por favor prestarme tu laptop, es que olvidé la USB en donde venia la presentación de mi tesis.

— Diana — Claro, solo permiteme sacarla.

Enseguida Diana le dio a Daniel su laptop, Daniel aliviado pero a la vez apurado empezó a buscar la presentación en Internet para descargarla de la nube, de la nada se escuchó la puerta del salón abriendose y a alguien entrar, el Profesor Byron habia llegado.

— Prof. Byron — Buenos días jóvenes, lamento haberlos hecho esperar tanto, ni tanto, tan solo unos minutillos jajajaja.
Bien, espero que esten listos para su dar su tesis a la clase.

Daniel estaba nervioso pues era el primero de la lista, ya que no había nadie cuyos nombres primerizos sean con A, B o C.

— Prof. Byron — Bueno jóvenes, saben bien que para Teofrasto el tiempo era una de las pocas cosas mas  valiosas, así que no lo desperdiciemos e iniciemos con la lista.

Daniel al escuchar eso, casi fue como oir una sentencia de muerte, casi, ya que tenia el archivo descargado y estaba listo para su tesis.

— Prof. Byron — Bien, se encuentra Daniel Espinosa?

— Daniel — Aquí profe.

— Prof. Byron — Lo noto un poco cansado, paso algo?

— Daniel — Nada del otro mundo profe, solo... Un descuido de tiempo.

PANTOMIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora