Parte 4

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A la mañana siguiente mientras estaba en el trabajo, Dulce pensaba claramente cómo hacer para buscar a los dueños de "Musone", la comida que debía comprar, una correa para poder sacarlo y que el animal no se le termine perdiendo, entre otras cosas más. Todavía se ríe de sólo recordar cómo la bestia la seguía a cada paso que daba y las ganas que tenía de salir tras ella cuando venía para el trabajo.




-Pobrecillo, lleva dos días encerrado... ¿Será que extraña a sus dueños? Si lo suelto ¿Sabrá llegar hasta su casa? ¿Y si se termina perdiéndose más? No, mejor no me arriesgo... pero... creo que sí tendré que sacarlo para que haga sus necesidades afuera. Pobrecillo, tendrá las tripas a reventar, su amo le habrá enseñado no hacer sus cosas dentro de casa y "Musone" es tan bueno y obediente que aunque esté en casa ajena, no hace desastres. Bueno... retiro lo dicho, ayer dejo la casa patas p'a rriba. De seguro su verdadera casa es más grande y la mía le queda muy pequeña...


-Dulce... Dulce.


La voz de su amiga Hanna Brighton le llama insistentemente, pues la rubia estaba perdida en sus pensamientos:



-Dulce ¿Me quieres escuchar?

-¿¡Ahh!? Hanna ¿Qué sucede?

-Niña ¿En dónde tenías la cabeza?

-En "Perrilandia"... perdóname Hanna ¿En qué puedo ayudarte?

-Vengo a darte una gran noticia... éste fin de semana se celebrará un gala en el museo y todos nosotros estamos invitados.

-¿De verdad? ¿Y por qué?


-Al parecer la organiza uno de esos millonarios misteriosos que no saben qué hacer con su dinero. El señor Jhonson dice que está interesado en comprar el cuadro que estás restaurando y que debes terminarlo lo antes posible.


-¿"La Liberté guidant le peuple"? Pero si sólo le estoy dando mantenimiento y no está a la venta...

-¡Ay, chica! ¿Qué quieres que te diga? No sé qué es lo que tienen esos hombres en la cabeza. De lo que sí estoy segura es que han de haber pagado una buena suma de dinero ¡Pero mucho! Para que Jhonson se decidiera venderlo.

-¿"La Liberté guidant le peuple"? 


Pregunta para sí misma la joven a la vez que vuelve a ver el cuadro que está ante sí, con pincel en mano se queda absorta en ello, a veces le cuesta creer las excentricidades de los ricos, por lo que se pregunta <<"¿Para qué alguien quería éste cuadro? ¿Será para otro museo?">>  La imagen ante ella pareciera moverse. Burgueses con chisteras, mendigos con harapos, niños con pistolas, siguen a la mujer que levanta el estandarte con la bandera francesa, para servir de guía. Ella tiene los pechos al aire, casi va desnuda; pues dicen "La verdad no tiene nada que ocultar."




-En fin... ¿Qué te parece si vamos de tiendas ésta tarde Dulce? Quiero comprarme un vestido impresionante, quién quita y conozca al hombre de mi vida, guapo y rico.

-Ha, ha, ha... Hanna, eres muy soñadora. Pero está bien, te acompaño con gusto. Sólo no vayamos a tardar mucho, debo regresar a casa pronto.

-Ooohh... no me digas que tienes a un hombretón esperándote en casa.

-¡Nada que ver! Es un peludo de cuatro patas, así que más te vale que dejes de montarte historias románticas en tu cabecita loca.

-¿Tienes una mascota? ¡Oh nena! Eso es buenísimo para encontrar chico ¡Qué lista que eres! ¿Qué raza es?

-Que no es mío y no pienso usarlo para ligar... se ha de haber perdido y quiero regresarlo de nuevo con su dueño...


Le confiesa a la vez que le muestra uno de los panfletos que había hecho para pegar por todo el barrio. Su compañera al ver la imagen no puede más que sorprenderse y le dice


-¡¿Tienes a un lobo por mascota?!

&quot;LEALTAD, El Secreto de las Sombras.&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora