Love Me (( 🔞 Tokyo Revengers • TN x Harem 🔞 ))

Failed Kidnapping

El día se me parecía eterno... mi teléfono vibró dentro de mi bolsillo, eran las 11:58 pm y un «Feliz cumpleaños, princesa» estaba en las notificaciones. Samuel espero casi al final del día para hacerlo... y lo había echo por mensaje de texto.

—¿Estas bien?— me preguntó Emi al ver mi evidente cara de fastidio.

—Solo estoy cansada, es todo— metí de nuevo mi teléfono al bolsillo, quería llegar a casa, meterme a la cama y dormir hasta el medio día.

—Ay no, otra vez no— Arumi arrugó las cejas preocupada —Yo no quiero atenderlos— tomó su bata y entró al camerino seguida de otras dos chicas más.

—¿Qué pasa?— yo no entendía lo que ocurría, pues muchas de las chicas prefirieron regresar al vestidor que salir a buscar dinero en la pista de baile.

—Tú eres nueva y no lo sabes— Rika encendió un cigarrillo dando una bocanada —Pero ese tipo es un hijo de puta.

—Nos trata como basura— Haruka tenía un conflicto interno —Es muy guapo pero... es difícil atenderle.

—¿Qué creen que hacen? ¡Vayan a trabajar!— mi jefe tenía una vena saltada en la frente —TN— me llamó severamente —Encárgate de ese cliente, es uno de nuestros VIP.

—Shiba-san, entiendo que es bastante hijo de puta así que haré lo posible— sonreí coqueta.

—Mientras pague, que haga lo que quiera, asegúrate de que las chicas lo traten bien. Esta es tu prueba de fuego, es mi cliente más difícil— sonrío burlonamente para después tomar camino a su oficina.

Tras ver cómo Taiju se marchaba volví mi vista hasta donde se encontraba ese hombre, en efecto era muy guapo y desde luego que estaba empujando a Yoko a un lado.

—¿Señor hay algún problema?— tome a Yoko del brazo quitándola de la línea de fuego.

El tipo me miro de arriba abajo —Lárgate, ni siquiera te ves como buena mercancía.

Mi paciencia no iba a soportar mucho —Señor, solo queremos hacer su estadía más amena ¿Qué desea?

—Que dejes de joder y que una puta que esté buena me baile— rodó los ojos para después recargar su mejilla izquierda en su puño como si estuviera totalmente aburrido.

Había tres hombres que lo acompañaban, ellos ya disfrutaban de algunas chicas pero parecían mirar la escena y reírse entre dientes.

—¿Cómo que puta quiere? Señor— intenté ser amable pero el tono de voz ya se me notaba molesto.

Se giró a verme fulminándome con sus ojos violetas —Una que no sea tan gorda, es decir: si me van a dar una extranjera, que sea coreana... también ayuda que conozca su posición y no se atreva a ponerse delante mío como si de verdad valiera algo.