El amor llega de donde menos esperas

Celos

Después del necesitado, pero a la vez incómodo beso, ni Heero ni Duo hablaron de ellos, pero su relación mejoró bastante, tanto que ya se iban juntos a la escuela y no parecían dos enemigos, a su vez, Duo se reconcilió con Quatre y Trowa, a quienes había ignorado por un tiempo, enredado por sus atormentados pensamientos

Duo le contó a sus amigos lo que hizo con Milliardo y lo arrepentido que estaba de ello, recibiendo el correspondiente regaño por parte del rubio, pero lo hecho no podía deshacerse con solo desearlo, también fue regañado debido a que no quería dejar de salir con aquel hombre, aunque no estaba interesado en volver a acostarse con él

Por su parte, Heero contó todo a Wufei, sobre su mejoría en la relación con Duo, el beso que se dieron en la rueda de la fortuna y la línea que ambos habían marcado. Por primera vez en su vida, Wufei vio a su mejor amigo acongojado, aunque aparentemente lucía igual, pero él lo conocía mejor que nadie.

Los días pasaron, Duo seguía saliendo con Milliardo, pero evitaba en la medida de lo posible, alejarse cuando este intentaba hacer algo más que solo besos y abrazos, haciendo que sus sospechas crecieran y comenzó a presionar

—Solo digo que si no te lo tomas en serio, deberíamos terminar —determinó, cansado de las evasivas de su amante

Duo agachó la mirada, se sentía mal, pero no claudicaría, no deseaba acostarse con Milliardo nunca más, ya ni siquiera le gustaba tanto, incluso los besos y abrazos cada vez eran menos, sin embargo, lo necesitaba para huir de Heero, de sus desbordantes sentimientos por él

—Perdóname, pero no estoy en el mejor momento

—Me he dado cuenta —bufó bastante molesto— Creí que eras diferente, pero solo has estado jugando conmigo

—Eso no es verdad —se defendió

—¿Sabes qué? Nos vemos luego —dijo molesto, incluso se fue dejándolo ahí, pese a que habían llegado juntos en el auto del mayor

—Me botó aquí —pensó sorprendido Duo, eso nunca había pasado, por lo general, él era bueno, lo trataba bien, pero seguro estaba frustrado por la falta de sexo— Soy realmente malvado —musitó todo molesto con él mismo, creyendo que era su culpa, que era él quien se aprovechaba de Milliardo y no al revés

...

Una semana después, los papás adoptivos volvieron de su pequeño viaje, sus hijos los esperaban desde que recibieron la llamada esa mañana, ahora era casi de noche, la señora Yuy mostró todo lo que les había comprado, estaba emocionada

—No era necesario que me trajera algo —dijo Duo conmovido

—Y yo te he dicho que no me hables de usted, llámame mamá —contestó con una gran sonrisa

—¿Y les ha ido bien estando solos? —cuestionó el papá, mirando a sus hijos

Pronto estos se sintieron un poco incómodos

—Todo bien papá —respondió Heero

—Me alegra

Terminaron de dar a sus hijos todo lo que les compraron de su viaje

—¿Sabes Duo? —hablé con el abogado— dijo sonriente el papá— En unos días estarán los papeles finales de adopción, ya no tendrás pretexto para no decirnos papá y mamá

Al oír esto, lejos de sentirse contento, Duo se sintió desgraciado, eso solo haría legal y oficial que él y Heero eran hermanos, aunque no compartieran la sangre. Duo estaba muy agradecido con los señores Yuy por todo lo que hicieron por él, aunque no estaba listo para abandonar el apellido Maxwell

—¿Qué pasa? ¿No te hace feliz? —preguntó la señora con un poco de angustia

Enseguida Duo negó, no quería hacerla sentir mal

—No es eso, solo que pensé en mis padres y mi hermana, será difícil dejar el apellido Maxwell —confesó cabizbajo— Pero estoy muy feliz de haberles conocido a ustedes

—Oh Duo —conmovida, la señora Yuy se acercó a él y lo abrazó, atrayéndole la cabeza a su pecho— Tus padres siempre serán tus padres y tu hermana será parte de ti, siempre, pero nosotros también somos tu familia, no lo olvides

—Gracias... Mamá —dijo por primera vez, la señora comenzó a llorar

Heero veía la escena y un sentimiento de nostalgia lo invadió, Duo al menos podía recordar a sus padres biológicos, pero él quedó huérfano desde que era un bebé, vivió en el orfanato hasta los 5 años, cuando lo adoptaron, para él, los señores Yuy eran sus padres, aunque no compartieran sangre, ahora oficialmente tendría un hermano, del que estaba enamorado

...

Por la mañana del día siguiente, Duo llegó a su salón de clases y vio a algunas de sus compañeras charlando en círculo, entre ellas Relena, quien al verlo le saludó con ánimo, pues quería quedar bien con su prospecto de cuñado

—Hola Duo —lo invitó a acercarse

—¿Qué cuentan chicas? —preguntó por educación

—Felicitamos a Relena —informó rápido Hilde, pues quería hablar con Duo— Será tía

—¿Ah sí? Felicitaciones —dijo el trenzado sin mucho ánimo, pero sonriendo

—Mi hermano y su esposa se casaron hace tiempo, pero no habían podido embarazarse —informó sonriente— Ahora por fin se les hizo

—Me alegro

—¿Está Heero en su clase? ¿Sabes? Me gustaría decirle

—No tengo idea, pero supongo —respondió sin mucho interés, aunque notó que a la chica le brillaban los ojos solo de mencionarlo, sintió un poco de celos

—Es que él los conoció el día de la fiesta que me llevó a casa —se sonrojó un poco— Pienso que quizás le interese saber

Duo, quien no sabía que Heero fue a casa de Relena, se sintió un poco intrigado, pero también receloso, no tenía idea de que él y la chica fueran tan cercanos como para haberla llevado a casa

—Búscalo si quieres —sonrió de nuevo, media sonrisa, luego fue hacia donde estaba Quatre

—Creo que se enojó —musitó Dorothy para echar cizaña

—Cállate —dijo por lo bajo Hilde, dándole un codazo

—¿De nuevo con eso? —preguntó molesta Relena

Dorothy se rio divertida, para ella era más que claro, Heero y Duo se veían más que como simples hermanos, aunque sus amigas se molestaran porque les gustaban esos dos

—¿Qué pasó? ¿Qué te dijeron las chicas? —preguntó el rubio

—Parece ser que Relena y Heero son amiguitos —respondió cruzándose los brazos

—¿Celoso?

—Para nada, Heero puede estar con quien quiera —volteó la cara, aparentemente molesto

—Claro —Quatre sonrió, intentando no reírse.

Las clases terminaron, Heero pasó por Duo para que volvieran juntos a casa, pero este se veía un poco molesto con él, aunque no dijo nada.

Llegaron a casa y Duo se encerró en su habitación, tenía una sensación de congoja que lo hizo casi a punto de ponerse a llorar, en cambio, solo se quedó dormido antes de la cena.

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