A un paso de encontrarte

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En casa de los Yuy, ambos señores aun no llegaban, según los cálculos de Heero, tendrían que haber llegado no menos de 1 hora atrás, estaba haciéndose más tarde y la angustia por no saber de Duo estaba incrementándose con el tiempo

Wufei les había dado alcance después de haberse retirado de la casa de Relena, así que los cuatro estaban juntos, esperando alguna noticia de Duo o que los papás regresaran, pero no había sucedido ninguna de las dos

—No puedo soportarlo más —explotó finalmente Heero, quien siempre solía ser el más tranquilo, pero estaba realmente preocupado

—Tú mismo lo dijiste, debemos conocer nuestros límites —intentó calmarlo Wufei

—No lo entiendes

—Probablemente no, pero si entiendo que no podemos hacer mucho desde nuestra posición

Sabiendo que tenía razón su mejor amigo, Heero simplemente respingó

—Yo podría —comentó Quatre en el inter— Tal vez pedirles ayuda a mis hermanas

—Pero Quatre —interceptó Trowa

—Si cedo ante ellas, podríamos hacer un intercambio

Trowa sabía que él no podía meterse en eso, que su novio tenía total albedrío sobre sus decisiones y sus pertenencias, además de su relación con su disfuncional familia

—¿Lo harías? —preguntó pronto Heero— ¿Sacrificarías eso por Duo?

—Sin dudarlo —respondió decidido, quería mucho a Duo y él necesitaba de su ayuda

Heero tampoco dudó en aceptar la ayuda, el rubio sacó su teléfono y abrió los contactos, en tanto buscaba el de su hermana, un sonido de motor afuera de la casa les hizo voltear, eran los padres de los chicos que acababan de llegar

Al mismo tiempo los cuatro se levantaron de sus asientos, Heero corrió a la puerta, sin esperar a que fueron los señores quienes entraran

Quien primero bajó del auto fue la señora Yuy, que enseguida vio la expresión en el rostro de su hijo, siendo siempre tan inexpresivo, ver esos ojos angustiados la puso en alarma

—Cariño ¿Qué pasó? —cuestionó preocupada

El señor Yuy bajó después del automóvil y se acercó enseguida

—Es Duo, alguien se lo llevó

—¿Qué? —preguntaron ambos señores al mismo tiempo

—¿De qué estás hablando? —preguntó el hombre, mientras la señora sintió que se le iba el aire

—Les explico en el camino —miró hacia Wufei— Acompáñanos, podríamos llamar a Relena en el camino si se ofrece— luego volteó hacia la pareja— Ustedes esperen aquí por favor, por si Duo vuelve o llamar

—Sí —asintieron los dos

—También deberías quedarte —sugirió el señor Yuy a su esposa

—Ni hablar, mi niño me necesita —no dudó en regresar al auto y subirse, fue la primera

—Andando —dijo el señor y los tres restantes se subieron también en el coche

Trowa y Quatre los miraron marcharse y regresaron a la casa

—¿Sabes cuánto te amo? —preguntó de pronto Trowa cuando se sentaron en la sala

—Siempre puedo escucharlo —dijo conmovido

El de ojos verdes se acercó y le susurró al oído

—Te amo demasiado y estoy muy orgulloso de ti —expresó amorosamente, al rubio se le salieron las lágrimas

El amor llega de donde menos esperasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora