[1] lucky charms cereal.

149 20 1
                                    

"¡Papá, papá!"

Unas pequeñas manitas jalaron su brazo con insistencia mientras tenía el teléfono sobre su hombro contestando una entrevista de trabajo.

"Espera Gustabo, solo un minuto"

El niño no se rindió así que volvió a jalar su brazo un par de veces.

"¡Papá hazme caso mira la tele, es mamá!"

El mencionado volteó a ver de reojo y se quedó helado al ver los veintitrés rostros en la pantalla con un moño negro enseguida, pero no dejó de ver uno en específico: el de su esposa. Víctima de un atentado en el metro. Sintió su pecho hundirse y sus ojos nublarse.

"Señor Conway, ¿puede escucharme?" Salió de su trance al escuchar a la secretaria, mientras iba a toda velocidad por el control remoto de la televisión y buscaba el canal de caricaturas.

"Lo siento, estoy aquí, creo que mi recepción está un poco débil ¿puede repetir lo que estaba diciendo?"

"No se preocupe, estaba diciendo que la próxima entrevista que puede entender el señor Brown es el jueves a las ocho de la mañana o el domingo a las tres de la tarde"

Se separó considerablemente del teléfono para suspirar cansado, el control de la televisión no reaccionaba por más que presionara los botones así que lo golpeó con fuerza y por fin llegó al canal donde transmitían Dragon Ball Z, vio el característico openning y volteó atrás dónde estaba Gustabo saltando en el sillón emocionado.

"Puede programarla el jueves, si es tan amable"

"De acuerdo, Jack Conway... viene por el puesto de... guardia de seguridad. Listo, lo tengo agendado, si algo sale algo de improviso yo le llamaré"

"Gracias, señorita"

"Hasta pronto"

El pelinegro escuchó la llamada cortarse y entonces soltó un gran suspiro, sus pulmones vaciaron toda la tensión sobre su cuerpo. Era la milésima entrevista del año, Jack buscaba desesperadamente un trabajo fijo, habia conseguido de vez en cuando algunos pero solían interferir con el horario escolar de su hijo.

Estaba en una etapa en la era un poco reacio a pedir ayuda. Decía poder hacerlo todo pero notablemente se estaba cansando cada vez más, apenas podía pagar las facturas a tiempo y tenía qué satisfacer las necesidades de su hijo conforme crecía.

Desde el funeral no volvió a hablar con nadie, si mucho su amigo Freddy le marcaba para ver si seguía vivo y el niño no era alimentado con cereal todo el día, solía bromear con ello siempre ya que Jack no solía saber mucho de cocina.

Recordó lo que vio en televisión hace cinco minutos, ésta semana fue en la que ocurrió todo. Un loco terrorista se le ocurrió estallar en el metro en el que iba su esposa Julia.
El tipo fue al último vagón para tramar el siniestro hecho, lo hizo cuando avanzó dos estaciones más y comenzó a gritar como desquiciado que lo que haría sería un mensaje para el gobierno, cuando estalló tumbó cuatro o cinco vagones más, pocos sobrevivientes fueron llevados al hospital pero la mayoría sufrieron graves heridas.

Se pasó la mano por la cara, despertando nuevamente. Sobre la barra de la cocina estaba el plato rojo con cereal de avena y malvaviscos, vacío lo que quedaba del litro de leche sobre el plato. Ese era el último litro de leche barata que había comprado.

"Gustabo, ven a desayunar"

El pequeño rubio saltó del sillón para ir corriendo por su dosis de azúcar. Conway lo ayudó a subirse en la silla y el niño comenzó a comer, el mayor observaba con ternura como escogía el cereal para comerse al último los malvaviscos.

good day || gorwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora