Capítulo 3: Una mentira "piadosa"

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Días después, Carlota estaba en el jardín de su casa, no superó ese día por el misterio más que nada, pues por unos instantes recordaba los rasgos de aquél señor que parecía familiar, pues ella nunca había conocido a su padre, pero era una niña a la que no creerían si dijera algo...

Mientras tanto, de camino a pasar unos días en la playa, sentada en la parte trasera del coche de su padre, Carmela sacó una muy buena cantidad de dinero del bolso que le  regaló Carlota, con ojos brillantes y una sonrisa de par en par pronto se vió descubierta por su madre, habían parado en una gasolinera, la empezó a cuestionar...

La Madre (Amparo): Carmela! Qué haces con tanto dinero en ese bolso regalado por tu amiga? De dónde demonios has sacado tal cantidad?

Carmela: Es que, eh, em... Eh... Mmm..
Sin saber qué decir, su madre la pilló por sorpresa.

Amparo: Quiero una respuesta ya!!

Carmela lo primero que se le ocurrió es decir que el dinero ya estaba dentro del bolso cuándo se lo regaló Carlota.

La madre estaba tan sorprendida, y a la vez tan convencida de la respuesta de su hija, por fama de inocente... Que no llegó a dudar en ningún momento.

Amparo: ya hablaré de esto con Gabriela ( la madre de Carlota).

Continuaron con su camino hacía la playa.

No obstante Carlota nunca se dió cuenta de que faltaba dinero, pues hasta el día no había contado ni prestado tanta atención a la cantidad que le había entregado aquel señor.

Su enfoque fue en volar con su mente loca a la imaginación de que aquel señor podría resultar su padre, ya que Carlota carecía de amor paterno pues su padrastro nunca le dió tanta importancia ni atención ni cariño.

Su padrastro era un hombre adinerado, conoció a su madre en un concesionario dónde la joven en su entonces intentaba vender su coche y obtener otro en su lugar más barato.

Aquél la ofreció una oferta con la intención de acercarse a ella, y con los días aprovechando la firma de papeles y entrega de coche, la invitó a cenar como celebración y desde aquel día empezaron una vida juntos acompañada de Carlota.

Dani su padrastro había querido muchas veces cambiar y ofrecer a su mujer e hijastra mudarse a su gran mansión, pero esta lo rechazó queriendo que su hija creciera dónde había nacido...
Y entonces Dani no tuvo más opción que alquilarla para eventos y bodas.

La Dama sin HonorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora