requiem

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Después de cientos de años creía que su corazón había olvidado como latir así, con desesperación, en cuanto escuchó el gran alboroto afuera supo que había sucedido y sus latidos se detuvieron por un segundo para luego seguir con su acelerado ritmo.

- Réquiem -

La cosa más estúpida que se le había ocurrido sin embargo no había falla alguna, perfecto como todos sus planes, era la solución más rápida y además con ello pagaría la "deuda" que se había ganado con el mundo. Ella como su cómplice estaba de acuerdo con los ideales pero no del todo con el método mas no le quedo otra opción que apoyarlo y rezar como lo había estado intentando en la capilla hasta que escuchó los murmullos de los guardias afuera, se habían enterado y el caos reinaba, al parecer nadie quería llevarle las malas noticias.

Sabía que habían pasado aproximadamente 20 minutos desde el suceso cuando escuchó a los vehículos reales regresar, las multitudes habían sido contenidas por Zero y los "rebeldes" y ahora un ambiente festivo llenaba a todo el mundo, todos menos unos cuantos, ella incluida. Ahora corría por los pasillos hacia el ala medica, algunos guardias trataron de detenerla en el camino con palabras de consuelo y diciendo que no valía la pena: era tarde.

Cuando llego Suzaku, ya sin la mascara, estaba de pie en el pasillo con expresión sombría y desesperada no parecía darse cuanta de lo que sucedía alrededor y solo se derrumbo en una de las sillas. Jeremiah solemne permanecía de pie junto a la puerta y una llorosa Nunally, de nuevo en su silla de ruedas, la miraba con ojos suplicantes como esperando respuestas, explicaciones o palabras de consuelo de su parte; que C.C no tenía para nadie... ni para sí misma.

El momento fue interrumpido cuando los médicos abrieron la puerta y con un solo movimiento de cabeza negativo dejaron claro que Lelouch había muerto. Todos los presentes trataron de procesarlo y el silencio de la sala fue llenado con un grito de Suzaku y el llanto abierto y desesperado de Nunally, mientras que el rostro de Jeremiah se desencajaba ese no podía ser el final ese no era el plan perfecto que le había contado Lelouch, los médicos cabizbajos se preparaban para retirarse cuando C.C levanto sus ojos y susurro:

Es mentira  dijo mientras corría a la habitación y cerraba la puerta tras ella. Sabía que era inútil y desesperado pero después de cientos de años tenía permitido desquiciarse de vez en cuando ¿no?

Varios gritos desde afuera trataban de convencerla de abrir pero ella no los escuchó y se derrumbo llorando tras la puerta sin el valor siquiera para voltear al lugar donde se suponía estaba el cuerpo. Cientos, no miles de muertes contempladas y esta era la única que temía, la única que no aceptaría. Mientras tanto afuera todos se miraron confiriendo que estaban de acuerdo en que C.C se merecía ese momento y detuvieron a los guardias que se habían acercado a tratar de abrir la puerta. Esperando no sé que, nadie fue capaz de retirarse hasta que el atardecer coloreo el cielo y todos decidieron irse a descansar.

Dentro de la habitación C.C perdió la noción del tiempo y cuando el profundo silencio la regreso a la realidad por fin tuvo el valor de pararse y acercarse a la cama que estaba totalmente cubierta por una sabana, sabía que no tenía sentido tener miedo a levantar la sabana, ella había visto cadáveres antes muchas veces durante su existencia, pero no podía y no quería ver "este" cadáver, "este" hombre muerto, por que verlo sería aceptarlo y ella aun no podía hacer eso.

 Mentira... eres un mentiroso... como voy a sonreír... no importa que tan hermoso sea el mundo. No voy a poder sonreír si no estas tú... Si no estas a mi lado

Después del requiemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora